Treinta y Tres

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Pov's Hyeyoung

Me levanté de mi asiento y sin decir nada me dirigí a mi oficina. Tomé lugar detrás de mi escritorio y cubrí mi rostro entre mis brazos.

No me sentía nada bien, quise olvidarlo y seguir adelante con mi vida pero no podía. Me dolía bastante que Mark no me quisiera más, dolía saber que nunca me quiso.

¿Por qué? ¿Por qué tuvo que ser así?

Tal vez no era buena idea casarme con Jinyoung tan pronto, pero si no lo hacía ahora, no lo haría después y me costaría más trabajo superar lo de Mark.

Tenía que seguir con ésto.

Luego de un par de minutos escuché que llamaban a la puerta, sin muchas ganas de recibir a alguien me levanté y fui a abrir.

—Hola Jackson —dije al verlo detrás de la puerta.

—¿Podemos hablar?

Asentí y me dirigí a uno de los sillones esperando que el imitara mis acciones. Cuando se sentó frente a mí me miró por un rato y luego suspiró.

—¿Por qué no sonríes? Deberías estar feliz, con este ya son 3 negocios que cerramos y no sólo eso, son internacionales —dijo con emoción en su voz, pero yo realmente no me sentía con ganas de sonreír—. Es por lo que estuviste trabajando todo este tiempo, no puedes sólo deprimirte así.

Él tenía mucha razón, no podía quedarme así por mucho tiempo pero no dejaba de pensar en lo que Mark me dijo en la última noche que estuvimos juntos.

—Jackson ¿Tú hablas chino? —pregunté

—¿Yo? ¿Wang Jia Er? Oye no lo sé, quizá nací en China pero no hablo el idioma.

—Vale, vale —dije—. Entendí la indirecta, sólo quería preguntarte sobre algunas frases.

—Dime, no pierdo nada —dijo aún con algo de rencor en su voz.

—¿Qué significa 我愛你 y 你永遠是你?

Él frunció el ceño y preguntó.

—¿De donde lo sacaste o quién te lo dijo?

—Es algo que dijo Mark antes de que habláramos ¿por qué? ¿qué significa? —seguí preguntando.

—¿Por qué te lo dijo? ¿En qué momento lo hizo? —insistió.

—Dime Jackson —espeté—. Comienzas a ponerme nerviosa ¿Qué significa?

Él suspiró de nuevo y al fin respondió.

—Lo primero significa Te amo y lo último es Siempre tú. No entiendo porqué te diría algo así si después te trataría de esa forma. Es extraño.

Mi corazón comenzó a latir desenfrenado mientras pensaba en aquellas palabras ¿Mark en verdad me amaba?

—Lo dijo en la intimidad —murmuré.

—Ya veo —dijo como si comprendiera—. Pero Hye en la intimidad él podría amar hasta el perro del vecino, así éste luzca como rata.

—¿A qué te refieres?

—Si lo dijo en la intimidad, puede que sólo se le haya escapado, no pudo ser verdad. En esos momentos dices cualquier estupidez. Y si después iba a tratarte tan mal, no creo que lo haya dicho con sinceridad —explicó.

Tal vez tenía razón, Mark mencionó que le pareció divertido decirlo en ese momento. También él sabía que yo no entendía nada del idioma.

¿Habría querido burlarse de mí?

—Jackson, yo... No sé que hacer —musité al borde del llanto—. Casarme con Jinyoung era algo que quería hace unos meses pero ahora no me emociona la idea.

—¿Por qué no lo piensas bien? Podrías hablar con Mark y...

—¿Para qué? —lo interrumpí— Él lo dejó bastante claro la última vez. Tampoco voy a esperar por algo que no va a pasar, Mark nunca me querrá y yo tengo que seguir con mi vida.

—Pero tu vida no tiene que ser miserable. Si vas a salir de ésto, adelante, hazlo. Pero haz que valga la pena, con alguien que pueda hacerte feliz.

—Jinyoung lo vale. Él ha demostrado que en verdad me ama, apesar del daño que le he hecho ha seguido a mi lado. Él es el indicado.

—¡Bien! —exclamó— Si es lo que crees entonces hazlo, sólo quita esa cara porque no se ve bien en tí.

Se puso de pie, salió de mi oficina y cerró de un portazo. Se había molestado.

(...)

Jinyoung me había llamado en la tarde para avisarme que pasaría por mí. Al recogerme en la empresa me dijo que me llevaría a uno de sus edificios en construcción.

El terreno era impresionante, lo poco que llevaban de construcción estaba muy avanzado, se veía que en un futuro sería un gran lugar, uno muy hermoso.

—¿Desde cuando pensaste en hacer otro edificio? —pregunté.

—Desde que tengo condiciones para ello —me respondió mientras me tomaba por la cintura y me abrazaba.

—No recuerdo que tuvieras las condiciones para darte ese lujo —comenté.

—Tú no lo sabes cariño, pero hace poco recibí una gran herencia de la cual tomé un poco para una inversión que terminó por darme todo ésto —explicó—. Se podría decir que soy aún más rico de lo que era antes.

—Eso es estupendo.

Tenía que admitir que mi tono de voz no era el esperado para esa gran noticia. Me alegraba por Jinyoung pero no me sentía cómoda a su lado.

—Cariño ¿Estás bien? —preguntó buscando mi mirada.

Asentí y bajé la mirada mientras apartaba sus manos de mi cintura.

—Estoy bien, un poco agotada. Ya sabes, mucho trabajo.

—Entonces te llevaré a casa. Tienes que descansar muy bien, mañana será un largo día.

No dije nada, dejé que tomara mi mano y me llevará de vuelta al auto.

En todo el camino hubo silencio, aunque Jinyoung prendió la radio todavía se podía presenciar el silencio de ambos. Decidí cerrar los ojos y fingir que dormía, eso sería más fácil que mantener una conversación incómoda con él.

Al llegar a casa, él se despidió y se fue. Entré a mi habitación y una vez que me recosté en la cama me dormí.






















Les informo que se me acabó el relleno, ponerle más haría un feo final por lo que les aviso que la historia concluye en el capítulo treinta y seis.

Fin del comunicado.

Pueden volverse locas.

Always You [마크트안]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora