Always You [마크트안]

Veintisiete

Pov's Mark

Miré una vez más los papeles con estadísticas y datos sobre el escritorio y suspiré de nuevo con pesadez. Hice un intento por no volver a revolver mi cabello en un acto de frustración pero fue inútil. Lo hice también.

Todo este asunto me causaba un horrible dolor de cabeza, no entendía cómo había pasado esto en tan poco tiempo y que no me hubiera dado cuenta y mucho menos los demás, quienes se encargaban de revisar las cuentas de la empresa.

El silencio no era de mucha ayuda. Había cerca de veinte personas en la sala de juntas conmigo y aún se sentía como si estuviera completamente solo. Ellos sólo esperaban a que yo dijera algo al respecto y sinceramente, yo también esperaba por parte de ellos una explicación. Finalmente lancé con molestia los papeles al escritorio causando un sonido que se oyó estruendoso por el maldito silencio en el lugar. Inhalé sonoramente y hablé.

—¿Piensan decirme el por qué de todo ésto o debería largarme a tratar de encontrar una solución? —una forma de expresar mi enojo era hablando de esta forma, para ellos me servía bastante para conseguir las respuestas que quería.

—Señor —habló el encargado de las finanzas a mi lado—. Lo que quiero explicarle con estas gráficas es que una fuerte cantidad de capital no contemplada fue transferida.

—Lo sé —lo interrumpí—. Les comenté que haría un préstamo a la empresa de mi prometida, y tú fuiste quién supervisó el proceso y dijo que se podía hacer sin problemas.

—Pero señor... —quiso continuar hablando, mas no pudo por unos golpes provenientes de la puerta.

—Señor Tuan —dijo mi secretaria entrando a la sala de juntas—. Lo busca un joven.

—Ahora no Hajin, ésto es importante —dije esperando que se fuera para continuar con la junta. Ella sabía perfectamente que no recibía a nadie cuando se trataba de una junta y más si era por asuntos cómo éste.

La mujer asintió y enseguida salió cerrando la puerta. Volví mi vista y asentí para seguir escuchando.

—Le decía que precisamente fue eso lo que nos dejó en banca rota —terminó por explicar.

Bajé la vista un momento y me permití soltar una risilla, lo hacía cada vez que estaba nervioso o temeroso, pero más que nada, ahora estaba algo desubicado. Estaba consciente de que si hacía el préstamo a Hyeyoung corría el riesgo de terminar en quiebra, sin embargo, lo que le estaba ofreciendo no era mucho, ni siquiera afectaba en lo más mínimo a mi empresa y ahora esa era la causa de todo este desastre.

—Hanwoo, ¿Me estás diciendo que todo ésto es por ese préstamo? —inquirí incrédulo— ¿Cómo es eso posible si la cantidad no era tan grande? No al punto de dejarnos en quiebra.

—Según las cifras, son...

La puerta volvió a abrirse y por ésta una vez más apareció Hajin.

—Hajin, te he dicho que no voy a recibir a nadie —espeté con enojo, comenzaba a enfadarme.

—Dice que es importante —dijo ella.

—Sabes que ahora no hay nada más importante que tratar este asunto.

—El joven Jinyoung dijo que no demorará mucho —insistió.

¿Jinyoung? ¿Acaso dijo Jinyoung?

¿Qué hacía ese imbecil aquí? ¿Y de qué querría hablar conmigo?

Exhalé con cansancio y me puse de pie acomodando mi saco rápidamente, miré a Hajin y le asentí dándole a entender que en un momento iría.

—La junta se pospone hasta nuevo aviso —indiqué.

El resto de personas asintieron y tomaron sus cosas, todas se levantaron de sus asientos y se fueron.

Suspiré fastidiado, el día ya estaba bastante jodido como para lidiar con el imbecil Park.

Salí de la sala de juntas y me dirigí a mi oficina con rapidez, le indiqué a mi secretaria que dejara pasar a Jinyoung y lo esperé hasta que lo ví entrar con paso calmado.

—Lindo lugar —comentó mirando todo a su alrededor.

—Estoy un poco ocupado, di lo que tengas que decir para seguir con lo mío.

—Oh cierto, resolver el asunto de la banca rota es algo difícil —soltó fingiendo lástima—. Pero no te preocupes, no tomaré mucho tiempo. Es más, tengo una propuesta para ti.

—¿Tú? —inquirí incrédulo— ¿Desde cuándo te interesa ayudarme? O al menos proponer algo.

—¿Quieres escuchar mi propuesta o piensas seguir en esta situación de mierda? —agregó ya molesto.

—Bien. Te escucho —dije mientras me recargaba enfrente de mi escritorio.

—Sé que no confías mucho en mí, también que hemos tenido unos cuantos mal entendidos en el pasado, pero de igual manera quiero que seamos socios. Compraré acciones de tu empresa mientras sales de ésto —explicó—. Tú te beneficias y yo también.

En verdad me pareció una muy buena propuesta, pues los accionistas que anteriormente tenía se habían ido al enterarse de que estaba en banca rota. Justo ahora sentía que Jinyoung llegó como caído del cielo, pero aún había algo raro que me dejaba un mal sabor de boca.

—Me parece bien —dije asintiendo.

—Pero —continuó hablando, alzando el dedo índice indicándome que guardara silencio—. Con una condición —sabía que se trataba de algo así. Él no llegaría de la nada a ofrecer su ayuda sin recibir nada a cambio—. Quiero que rompas tu compromiso con Hyeyoung

¿Qué? ¿Ese imbecil en verdad me estaba pidiendo aquello? Chasqueé la lengua y desvié la mirada.

—¿Estás enfermo? No lo haré —exclamé ahora viéndolo.

—Piénsalo —agregó despreocupado—. Su compromiso ya no tiene caso, ella está en quiebra y tú también. Una unión los hundiría más.

—¿Y qué? —lo interrumpí— ¿Tú te casarás con ella para hacer lo que se supone yo haría? ¿Ah?

—Exactamente eso —respondió—. Eso haré, porque tengo condiciones para hacerlo.

—¿Y por qué crees que lo haré?

—Porque si no lo haces, me encargaré de hundirla yo mismo —dijo serio—. ¿Y quién crees que la sacará de eso? ¿Tú? —soltó una risa con burla— Sabes que es lo mejor para ti y para ella. Piénsalo, me llamas cuando tengas una respuesta —dijo dirigiéndose a la puerta.

Esto era un error, ¡Un maldito error! Pero no lo haría por mí, si no por ella, para que ella no pasará más por todo ésto.

—Jinyoung —lo llamé antes de que se fuera—. No hay nada que pensar.—tragué pesadamente—. Acepto tu propuesta.

Lo siento mucho Hye.

A qué no se esperaban que Mark narraba.

Les dije que se pondría intenso.

Está recién hecho y lo hice a las carreras, así que disculpen las faltas de ortografía.

¿Qué creen que suceda? Las leo.

Por cierto, hoy me pusieron mis braquets y ¡Se siente extraño! ¿Ustedes han usado o usan? Cuantenme qué es lo que más les molestan de los braquets.

Sí, lo sé, estoy aburrida. En fin. Nos leemos luego con un capítulo más.