Veintinueve

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No podía estar feliz, o siquiera sentirme cómodo con la idea de pasar un par de días en Jeju con Hyeyoung. Quisiera convencerme de que no era un adiós, que no era una despedida para dejarla ir y verla en brazos de otro.

Además, no dejaba de pensar que ella aún quería a Jinyoung, ella aún lo amaba y yo quizá la estaba obligando a algo que no quería. Aunque Hye aceptó el compromiso voluntario, nunca admitió que me amaba cuando yo siempre lo hice. Entonces tal vez estaba haciendo lo correcto en dejarla libre, sólo que lo haría luego de despedirme.

Luego de recogerla en su casa nos dirigimos al aeropuerto, me mantuve en silencio todo el camino, tampoco tuve el valor Suficiente para mirarla a los ojos. Me dolía. Sabía que si lo hacía estaría mandando todo a la mierda y olvidaría el trato con Jinyoung. Así de enamorado estaba. Pero no, ésto no era por mí, si no por ella.

Al abordar el avión, tomé su mano. Ella me miró y sonrió mientras apretaba mi mano.

—¿Estás bien? —preguntó.

Asentí y acaricié el dorso de su mano con mi pulgar. Me era imposible dejar de mirar sus ojos. Repentinamente se habían vuelto mi ancla para no volverme loco.

La abracé y besé su cabeza.

—Duerme un poco —le dije—. Necesitamos descansar.

—¿Seguro que estás bien? —volvió a preguntar.

—Estoy un poco cansado —respondí.

Ella asintió y se acomodó, recargó su cabeza en mi hombro y cerró los ojos. Unos minutos luego de que habíamos despegado noté que ya se había quedado dormida. Entrelacé su mano con la mía y recargué mi cabeza en la suya.

Me sentía tan bien con ella así, pero al mismo tiempo dolía. ¡Maldita sea! Quería que el tiempo se apresurara para terminar con todo pero también quería que pasara lento, lo suficiente para disfrutar de ésto último con ella.

Sólo me quedaba esperar a ver qué sucedería.

(...)

—¿A donde te gustaría ir primero? —pregunté cerrando la puerta de la habitación.

Una vez que llegamos al hotel, no esperé por instalarnos. Teníamos un día por delante que debíamos aprovechar.

—¿Qué tienes planeado para hoy? —me preguntó ella.

—No sé si te gustaría ir al Pico Ilchulbong del Monte Seongsan, es un buen lugar —propuse.

—Nunca he ido —dijo.

—Entonces vayamos, te encantará.

Nos preparamos en poco tiempo para partir. Al llegar había rentado un auto para poder trasladarnos cómodamente, así que nos fue muy fácil llegar a nuestro sitio turístico.

El Pico Ilchulbong del Monte Seongsan es un lugar realmente bueno para pasear. Primero fuimos a la cima de la montaña donde se halla un cráter, tiene una vista panorámica maravillosa con la que Hye quedó encantada, luego fuimos a un muy buen restaurante por algo de comer para poder continuar y finalmente dimos un paseo a caballo a las faldas del monte.

Todo había sido tan perfecto, lo sentí tan rápido que me era imposible pensar que en muy poco tiempo todo terminaría, pero mirar a Hye me hacía olvidarme de todo, hasta de lo imbécil y cobarde que podría llegar a ser.

La noche había llegado más rápido de lo que imaginé, nos encontrábamos de vuelta en el auto para ir al hotel. Mientras conducía, sostenía la mano de Hye y volteaba a verla de vez en cuando, ella me sonreía y acariciaba mi mano.

Always You [마크트안]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora