Catorce

816 96 10
                                    

Pov's Hyeyoung

Ah Mark...— gemí al sentir el tacto de sus manos recorrer mi espalda, haciéndome arquearla.

No tenía ni la menor idea de cómo es que había llegado al grado de tener a Mark sobre de mi y desnudo.

—No tienes idea de lo sumamente hermosa que eres.— jadeo a escasos centímetros de mi cuello y luego besó mis labios.— Y ahora serás mía... Solo mía.

Se alejó un poco de mi, dejando mi respiración agitada y mi corazón latiendo con fuerza. Abrió mis piernas lentamente y se posicionó entre éstas. Se acercó lo bastante para que pudiera sentir su duro sexo en mi entrada.

Y justo cuando iba a penetrarme...

Desperté jadeando, con un fuerte dolor de cabeza y en todo el cuerpo.

Acababa de tener un maldito sueño erótico con Mark ¿Por qué rayos me tiene que pasar todo esto? Aunque... Se sintió tan real que no me sorprendería que fuera verdad.

Intenté acomodarme en la cama pero algo me lo impidió, un agarre a mi cintura fue lo que noté, además de una respiración tranquila en mi cuello. Me Exalté mucho, ¿Quién podría estar en mi cama?

Alarmada voltee y me encontré con un Mark dormido tranquilamente, sin embargo, noté que estaba desnudo, me miré y yo también estaba desnuda. ¿Qué estupidez había cometido?

Traté de recordar todo lo que había hecho en la noche anterior pero desgraciadamente nada me llegó. Sentí que Mark reforzó su agarre a mi cintura y me enojé. ¿Como es posible que pueda dormir sin preocupaciones? Quité su brazo con brusquedad y él despertó de golpe.

—¿Te sientes cómodo?— pregunté molesta.

—¡Hye!— se alejó de mí tan rápida y bruscamente que cayó del otro lado de la cama.— ¡Auch!— se quejó.

Cubrí mi cuerpo con una sábana y me levanté de la cama. Él se puso de pie, tomó una almohada y solo se cubrió la parte baja del abdomen.

¡Dios! Su cuerpo era realmente bello, su abdomen bien trabajado y sus pectorales eran como un sueño. Si no estuviera en una situación difícil me alegraría bastante al ver así a Mark.

—De verdad lo siento, no se que pasó anoche.— dijo sacandome de mis pensamientos.

—Ni siquiera se quien tuvo la culpa de ésto, no puedo decir nada.— musite.

—Hye te juro que yo no te haría nada estando en mis cinco sentidos, o al menos sobrio.

—Ya no te lamentes, ésto fue cosa de los dos, si lo hicimos fue porque ambos quisimos, ya no podemos hacer nada, ya pasó.— traté de ser optimista, quería creer que no había sido malo, porque lo extraño era que no sentía ningún sentimiento negativo respecto a eso.

—Es que tu no entiendes.— dijo Mark.— Esto es un error. Nada de esto debió pasar.

—¿Es así como te sientes? ¿Crees que es bastante malo haber hecho esto?— pregunté un poco ofendida— ¡Entonces no me hubieras hecho caso cuando te dije que te quedarás y también hubieras controlado tu estúpida calentura para que ahora no te estés arrepintiendo de haber tenido sexo conmigo! ¡No hubieras hecho caso a tus deseos sexuales para cometer el error de tu vida conmigo!— exclamé.

—No Hye, no quise decir eso. Lamento que pienses así pero no es lo que quise decir, yo...

Busqué en mi armario un par de toallas, le di una a él.

—Puedes ducharte en mi baño, yo iré al de visitas.— dije fría.

Salí de mi habitación después de tomar mi ropa. Fui al primer baño que encontré cerca de mi habitación, esperaba que no me viera nadie.

—Oh Dios. Que rayos...— mascullé al verme en el espejo y percatarme que mi cuerpo tenía marcas.

De cierta forma me tranquilizó saber que hice esto con Mark. No me hubiera perdonado si fuera otra persona.

Terminé de ducharme y vestirme, fui a mi habitación y al entrar vi a Mark sentado en la orilla de la cama con una expresión muy seria.

—Hyeyoung tengo que decirte algo.— habló bajo, parecía estar nervioso.

—No puedo hablar contigo.— le dije.— Voy a buscar a mis padres, y tú deberías hacer lo mismo.

Necesitaba una buena excusa, me sentía muy avergonzada con Mark después de lo de anoche. Tal vez el asunto debió quedarse en que me vio en la cabaña y ya. Pero claro. La vida me odia y ahora me sentía tan nerviosa con la presencia de Mark.

—No lo puedo dejar para después. Esto es importante.

—De acuerdo. Te escucho.— dije mientras buscaba algo que hacer para no mirarlo.

—Pero necesito que me mires.— exclamó.

En eso, mi celular sonó. Era un mensaje de Jinyoung, y fue ahí que toda mi tranquilidad se vino abajo. Sentí que le había sido infiel y me odiaba a mí misma por hacerle eso.

—¡Por Dios! ¿Ahora qué le diré a Junior? Él no se merece esto.— dije alejándome de Mark.

—¿Qué? ¿Por qué Park? Él no tiene nada que ver en esto. ¿Olvidas lo que te hizo ayer?— dijo molesto.

—¿De que hablas? ¿Quien te crees que eres para meterte en mis asuntos?

—Ahora soy tu prometido, y es el miserable Park quien no debe meterse en nuestros asuntos.

—¿Nuestros asuntos? Hasta donde yo se, tú y yo hacemos esto por obligación, nada nos une ni nos da derecho. Y tú estuviste de acuerdo con ello.

—Te equivocas.— dijo más tranquilo y se acercó a mí. — Yo no hago esto por mis padres. Lo hago por ti, por mi, por nosotros. Porque te amo.— acarició mejilla.

—¿Que tonterías estas diciendo?— me alejé nuevamente de él.

—Hye escúchame.— me seguí alejando.

—No Mark. No te entiendo.

No lograba comprender, hace unos días Mark y Eunha estaban en una muy buena relación, e incluso él dijo que le pediría matrimonio. Y ahora me dice que me ama. Tal vez todo este asunto lo estaba afectando y se estaba confundiendo. Si eso. Estaba confundido, muy~ confundido.

Always You [마크트안]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora