Capítulo 30

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Capítulo 30

Acciones desesperadas, en momentos desesperantes

-Diálogo.

-Diálogo en inglés.

-Diálogo en italiano.

-(Pensamientos)

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Oliver soltó un suave suspiro, contando mentalmente hasta diez para cargarse de paciencia y poder manejar la tercera guerra mundial que amenazaba con explotar en su cuartel y entre tus empleados.

-¡Simplemente no podemos quedarnos sentados sin hacer nada!

-Deja los gritos, Matsuzaki. Ya te dije que no se hará ningún exorcismo, limpieza o purificación a este edificio o a Mai.

-¡No eres quien para dictaminar eso! – En medio de su reclamo, Ayako se coloca de pie. - ¡La situación está empeorando y no podemos quedarnos de brazos cruzados!

-Ayako tiene razón. Ya no solo Mai está siendo acosada, Masako también. –Interviene Houshou, mostrándose serio y enviando una mirada de reojo a la jovencita mencionada, la cual está sentada a su izquierda y cubierta por mantas para ayudarla a recuperar su temperatura. – Ya no podemos simplemente sentarnos a esperar que tú, Mai-chan y Masako-chan lo resuelvan solas.

Ayako asintió, mostrándose de acuerdo con lo dicho por el monje.

-Por Lucifer – murmuro la cazadora, bufando con fastidio. – dejen de insistir, no sean imbéciles y entiendan que hacer un exorcismo no es nada inteligente con la información que se tiene. Ni siquiera tienen una mínima idea de que es lo que pasa en esta porquería.

-Tal vez no tengamos la información completa, pero sabemos que lo que sucede aquí está afectando a nuestra compañera. No hay porque quedarnos cruzados de brazos – dijo Lin haciendo su primera intervención en la reunión que ya llevaba más de una hora en lo mismo: Houshou y Ayako contra Luciel. – tomando las precauciones adecuadas, se puede hacer sin que nadie salga herido.

La cazadora miro con atención al hombre chino antes de bufar con aparente fastidio y burla

-Y yo pensando que eras el más listo de aquí, Koujo. ¿Tenía que decir semejante pendejada inclinada hacia el sentimentalismo? – Luciel negó un poco, mostrando diversión que a Lin le supo a falsa y sus shikis se lo hicieron saber. El zorro mostraba particular desagrado hacia la pelinegra.

A Oliver también le pareció falsa la diversión de Luciel, una que tenía una intención acida, como si a la chica le costara hablarles con tanta confianza...entre comillas.

-Además...

Al ver las intenciones de la pelinegra por continuar protestando, Oliver carraspea, captando la atención de los presentes.

-es suficiente de tanto debate. Todos son conscientes de la situación. – dijo el muchacho con su autoridad característica. – las acciones a tomar no son debatibles. Y sentarse a esperar no es una de ellas.

El monje y la sacerdotisa ensancharon los ojos, incapaces de creer lo que Oliver insinuaba ¿acaso estaba de acuerdo con ellos? Estuvieron tentados a llevarse la mano y moldear el rostro a una mueca exagerada de impresión, expresando de esta forma lo impactados que estaban. Creyendo imposible ese hecho, hasta que él mismo lo confirmo segundos después.

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