Capitulo 8

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Nos acercamos al recibidor y hablamos con la chica que trabaja ahí que para sorpresa nuestra va en nuestro instituto y nos permite alquilar una cabaña ya que no había luz y el camino quedó bloqueado por la caída de varios árboles y hasta mañana podríamos irnos.

Salimos de ahí y corremos un corto tramo hasta la cabaña que nos alquiló, Aria rápidamente saca las llaves y abre la puerta, entramos y cierra la puerta con cuidado. Camino un poco hacia al frente con cuidado tratando de ver algo pero todo está muy oscuro; repentinamente una luz proveniente de detrás de mí ilumina un poco, volteo y veo a Aria con una lámpara y dos encendedores en la mano mientras se acerca a mi.

-Ayúdame a encender las velas que haya aquí amor -me da un encendedor mientras pone la lámpara en una mesita que está en la sala.

-Claro Princesa- tomo uno de los encendedores.

Comienzo a prender las velas mientras Ari trata de prender la chimenea ya que hacía un poco de frio, minutos después ella logra encenderla y yo termino de prender las velas.

-Mi amor hay que cambiarnos o nos vamos a resfriar - dice mientras se dirige a una puerta, la abre y es una habitación donde hay un pequeño centro de lavado y algo de ropa abrigadora sobre la secadora, la saca volviendo a la sala.- vamos a ducharnos y nos ponemos esto que encontré aquí- señala la ropa

-Vale, si no me equivoco hay dos baños ¿no? El del invitados y el de la habitación -la ve sonriendo.- yo me baño en el de aquí y tú ve a la habitación Cariño, ¿Te parece?.

-Claro bebé- sonríe lo que provoca que sus ojos se vean más pequeños marcando se sus hoyuelos.

Tomo una de las velas, le doy un beso en los labios, tomo una blusa de manga larga y un pans para después dirigirme al baño y meterme en el y comenzar a bañarme acompañada de la tenue luz de la vela. Minutos después salgo y veo a Aria salir de la habitación, Dejamos en la ropa en el centro de lavado tendida en unas cuerdas que hay para colgar la ropa y ver si así se puede secar al menos para mañana. Salimos de ahí y voy a la sala y me siento frente a la chimenea mientras Aria va a la pequeña cocina y comienza a poner agua a calentar en una pequeña olla.

-¿Quieres un café?- pregunta Aria viéndome desde donde se encuentra.

-Claro, con el repentino frío que comenzó a hacer quiero algo caliente en estos momentos- sonríe.

-Bueno Hermosa, en lo que está el agua ve por unas mantas a la habitación para que se nos quite el frío ¿sí?- Sonríe comenzando a caminar por la cocina para sacar el café, la crema y el azúcar.

-Claro preciosa- me levanto y voy en busca de varias mantas volviendo un par de minutos después sentándome de nuevo en el sofá volteando a ver lo que hace mi hermosa novia.

La veo concentrada terminando de hacer los cafés y voltea a verme sonriendo.

-¿Pasa algo?-pregunta comenzando a caminar hacia mí con cuidado.

-No pasa nada mi amor-sonrío.

Me levanto y le ayudo con los cafés, los pongo en la mesita, ella se sienta conmigo para después cobijarnos bien y comenzar a tomarnos el café.

-Quién diría que un día tan hermosamente soleado se convertiría en esto- ríe y toma un poco de su café.

-Todo era demasiado hermoso y tranquilo-comento después de haber tomado un poco de café.

-Todo llega cuando menos lo esperas-suspira Aria.- Amor-me habla.

-¿Sí Princesa?-le respondo.

-Juguemos algo- propone.

-¿Y qué sería?- pregunto mientras me acomodo en el sofá para verla mejor.

-Mmmm...-piensa unos segundos- ¿Las 20 preguntas?-pregunta maliciosamente

-Por mí está bien amor-sonrío Viendola.

-Pero hagámoslo más interesante...-me dice acercándose más a mí.

-A ver, te escucho-le digo sonríendo de lado dejando en café en la mesita

-Que por cada vez que nos neguemos a contestar una pregunta nos quitaremos una prenda -Se muerde uno de los labios traviesa mente.

Abro los ojos muy sorprendida e inevitablemente me sonrojo.

-Hagamos lo- sonrío mientras ella se acomoda bien en el sofá quedando frente a mí.

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