NARRA ASTRID
Estaba sentada sobre la cajuela del auto viendo las luces de la ciudad de noche, la brisa fresca y reconfortante mientras que sobre mi se encuentra el hermoso cielo estrellado.
Sin más suspiro y me recargo cerrando los ojos por un momento dejándome llevar por la tranquilidad del lugar. Siento el movimiento del auto a un costado mío que me permite saber que alguien se a sentado a un costado mío, simplemente sonrío ya que gracias a ese inconfundible aroma se de quién se trata.
Ella termina de inclinarse sobre mí y me besa, un beso delicado y llendo de esperanzas para después de unos segundos separarse lentamente.-Aún no puedo creer que seas mi novia-susurra levemente frente a mi rostro.
-No veo porque no, eres una chica estupenda que merece ser amada con todo el corazón -sonrío y acaricio su mejilla.
-Cariño-sonríe tristemente.- prométeme que no vas a olvídarme, que pase lo que pase no me odiarás.
-No podría, no puedo odiar a la persona que amo- la miró con ternura.-¿Porqué me pides eso amor?-le pregunto algo confundida.
Ella se queda en silencio unos segundos pero no dice nada, simplemente me observa con tristeza y sonríe recuperándose.
-No, por nada princesa-dice aún con la mirada triste.
Yo sé que ella me oculta algo, desde hace unos días que está extraña y ya no se comporta como antes.
Pero no puedo presionarla, me lo dirá cuando sea momento. Simplemente sonrío y la abrazo tratando de hacerle ver que estará bien.-Lo prometo Aria, no te olvidaré-susurro y después de verla unos segundos a los ojos mientras me entran muchas ganas de llorar la besó. Es unos de esos besos que no quieres que tengan final porque sientes que cuando se vaya será un golpe muy fuerte.
Segundos después ella se separa lentamente y me mira en silencio con una diminuta sonrisa triste y los ojos brillosos, como si quisiera ponerse a llorar.-Necesito pláticar contigo amor-me dice y sus ojos se ponen más brillosos como si en menos de un segundo fuera a ponerse a llorar.-te veo mañana en el parque que está cerca de nuestras casas-susurra
La veo confundida, no entiendo porque está así, pero simplemente asiento.
-Si, ahí estaré cariño- digo la abrazo muy fuerte, tratando de darle a entender que todo estará bien.
-Te amo-susurra y me abraza con más fuerza
-Yo también te amo-susurro y la no dejo de abrazarla sintiendo esa presión en el pecho que te dice que algo malo pasará.
Me despierto.
Hacía mucho tiempo que no soñaba con ese día, el último día dónde le dije que la amaba y la última vez donde estuve feliz a su lado, suspirando me levanto de la cama, Luna está profundamente dormida a un lado mío ya que hubo una lluvia muy fuerte y le tenía miedo a los rayos, sonrío sin poder evitarlo, está chica es lo mejor que pudo pasarme.
Con cuidado de no despertarla me pongo mis zapatos, tomó las llaves y salgo caminando hacia el parque que está frente a nuestra casa, con cuidado de no caerme llegó a los columpios y me siento en uno disfrutando de la fresca madrugada y el silencio que hay en estos momentos, estoy tan sumergida en el agradable momento que no me doy cuenta cuando alguien se sienta a un lado mío hasta que me habla.-Linda madrugada ¿No?- dice Aria viendo el video estrellado sobre nosotras.
No la esperaba en ese momento, siento una cosa extraña en el estómago producto de la sorpresa, me siento nerviosa, tenía mucho de no escuchar su voz.
-Lo es-digo sentada empezando a columpiarme un poco.
-Necesito pláticar contigo- me dice Aria recordando me el sueño que tuve
-Dime-le digo volteando a verla.
Ella suspira y comienza a hablar.
-No se bien como empezar sinceramente, estoy jodidamente nerviosa y creo que empezaré a tartamudear-ríe sin gracia.- Se que la cagué, la cagué en grande y arruine todo lo que habíamos construido juntas, no debí haber ocultado que me iría hasta un día antes de partir-suspira.- pero tenía miedo-me voltea a ver.- tenía tanto miedo de cómo reaccionarias si te decía que me iba a iba a dejarte, tenía miedo de cómo iba a reaccionar yo al ver que ya no ibas a estar conmigo, sé que te destroce y no sabes cómo me arrepiento de haberte lastimado tanto como lo hice, no lo merecías-sonrie y las lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas y las mías comienzan a acumularse en mis ojos.- Después de que me fuí no sabes como la pasé, desde ese día en que me dí la vuelta y te dejé sola entré en depresión, no tenía a nadie, solo era yo- ríe y se limpia las lágrimas.- pero el punto es que quiero que me disculpes no quiero estar mal con la persona que en un momento fue lo mejor que me pasó-dice mientras me voltea a ver.
Y yo sin poder evitarlo me rompo, comienzo a llorar todo lo que reprimí y ella solamente me abraza, me abraza pidiéndome perdón por todo el daño que me hizo en su momento. Pasados unos minutos me calmo y suspiro pesadamente.
-Lo siento-digo limpiando me las mejillas con el dorso de la mano es solo que no pude retenerlo más- río.- te perdono Aria, después de todo no debería guardarte rencor por una equivocación, eres mi primer amor, la chica que me enseñó lo que era amar y llorar por alguien, mi primera novia y bueno como dicen el primer amor nunca se olvida- sonrío y tomo su mano con cariño.- acepto tus disculpas por sé que son completamente sinceras.
Ella se levanta y me abraza alegre y yo por primera vez en un año me siento excelente, como si me hubieran quitado de encima un exceso de peso.
Ambas nos separamos alegres de por fin estar bien la una con la otra, lentamente nos separamos y nos quedamos viendo y ahí ambas nos damos cuenta de algo, hay mucho cariño entre nosotras, muchos recuerdos, tantos a decir verdad, pero ya no hay nada de eso, solo somos dos chicas con recuerdos en común que se amaron de forma incondicional en su momento.
Tomo una de sus manos y le doy dos besos, uno en la mejilla y el otro en la frente. La abrazo.-No te olvidaré Ria-susurro mientras la abrazo.
-Ni yo a ti As-sonríe y se separa lentamente.- ojalá pudiéramos ser amigas-dice mirándome.
-Tal vez, el tiempo lo dirá-susurro y sonrío levemente.
-Lo sé-sonríe.- a ver qué pasa-sonrie más haciendo que sus hoyuelos se marquen.
-vamos a casa, tu novia y la mía nos esperan-se separa lentamente.
-Eso es verdad- sonrío y suspiro.- Mi chica me espera en casa, hasta luego Aria- digo dándome la vuelta.
-Hasta luego As-sonríe y toma camino a su casa.
NARRADOR
Cada una llendo por caminos separados. Per en fin, por algo pasan las cosas ¿no?, Tal vez era para siempre pero no el estar juntas, ambas tienen una persona a su lado que simplemente no podría hacerlas más felices. Astrid llega a casa y ve a su chica aún dormida, se acuesta a su lado y ella al sentirla voltea hacia ella y la abraza por la cintura provocando que Astrid sonría.
En cuanto a Aria, llega a casa y se recuesta a un lado de Pim, la Argentina algo adormilada voltea a verla y le sonríe.-¿Dónde estabas?-Susurran sus novias aún adormiladas.
-Eh...-dicen las dos al mismo tiempo sin siquiera saberlo.
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MI DESTINO
Novela JuvenilA veces la vida da vueltas inesperadas, y eso es lo que a Astrid le faltaba comprender, con tan sólo 16 años apenas comienza a conocer la vida y a experimentar cosas que jamás pensó pasar. De eso se dará cuenta cuando de golpe entre a su vida una ch...