Al momento de voltear a verla todo mi mundo se detuvo, se veía hermosa toda sonrojada observándome con una sonrisa.
Mientras que yo estaba toda hecha un lío mi corazón me decía algo sumamente importante y mi cabeza solo pasaba la palabra lesbiana, yo soy lesbiana y no me había dado cuenta, eso no es algo que dudo ya que nunca me atrajo algún chico, pero con ella siempre todo es diferente, con ella en estos meses e podido ser yo misma y no tener que aparentar nada, ella es especial y me alegro de que todos estos sentimientos sean para ella.
Ella no a dejado de sonreír y yo solo logro sonrojarme más y avergonzar me por haber tomado el atrevimiento de besar sus labios.
-Aria yo lo siento, pero tenía que hacerlo- le digo cubriendo mi rostro con las manos para que no vea mi sonrojo.
-As-me llamó mientras descubre mi rostro tomando mis manos.- Yo también quería besarte, pero no me atrevía-dice aún más sonrojada.
-Y..yo no sé qué decirte Aria, pero me gustas, me gustas mucho y creo que me estoy enamorando de ti -le digo mientras le veo a sus hermosos ojos verdes que brillan más de lo normal.
-Tu también me gustas mucho As-dice mientras sube su mano y acaricia mi mejilla.- Me haces sentir tantas cosas que no te imaginas, yo no me estoy enamorando de ti, yo ya estoy enamorada de ti-me dice para después besarme.
Vuelvo a sentir ese cosquilleo en mi estómago y mi corazón al mil "yo ya estoy enamorada de ti", esa frase se repite en mi mente durante el beso volviendo lo más especial.
Nos separamos por falta de aire y nos quedamos viendo, hemos dicho todo lo que sentimos y.. ¿Ahora que? Esa pregunta ronda mi cabeza pero la hago a un lado al sentir que Aria pone su cabeza en mi pecho e inmediatamente la envuelvo en un abrazo, ella es perfecta y con ella voy a hacer las cosas bien.
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Abro los ojos con pereza, en eso siento un brazo al rededor de mi cintura y de inmediato volteo a mí izquierda. Veo a Aria profundamente dormida y se ve hermosa, con cuidado me estiro y tomo el celular, veo la hora y son las 8:00 AM, vuelvo a poner el celular en la mesa de noche y abrazos ah Aria mientras le doy un beso en la cabeza, ella se remueve y despierta regalando me un hermosa sonrisa.
-Buen días Ari- le digo sonriendo mientras le doy un pequeño beso en sus labios.
-Buen día As-dice con una gran sonrisa.
Después de prepararnos bajamos ya cambiadas al comedor, entre risas y empujones llegamos a la puerta de la cocina encontrándonos con mi mamá sentada tomando una tasa de café y se nos queda viendo con una pequeña sonrisa en los labios.
-Buenos días ma- le digo dándole un abrazo y un beso en la mejilla.- Ella es Aria-le digo señalando la.- Aria ella es mi mamá Laura-digo sonriendo mientras Aria se acerca a mi madre y le tiende la mano.
-Un gusto conocerla señora-dice Aria estirando su mano a mí madre
-Querida dime Laura y el placer es mío-dice mamá poniéndose de pie y envolviendo la en un abrazo.- Así que ¿eres la novia de mi hija?-le pregunta mamá mientras toma asiento y se prepara para dar un sorbo a su humeante tasa de café.
Su pregunta provoca que tanto Aria como yo tengamos un gran ataque de tos mezclado con nervios, mamá suelta una pequeña risita y yo solo volteo a ver a Aria que está sumamente sonrojada, no imagino como he de estar yo.
-¿P... porque pre...preguntas eso?-le pregunto a mi mamá muy nerviosa
-Astrid que te he dicho de responder una pregunta con otra pregunta-dice mi mamá rodando los ojos.- Respondiendo tu pregunta iba a ir a despertarlas pero las escuché hablando animadamente, así que abrí la puerta un poco porque iba a saludar y entonces las encontré besándose- responde mi mamá sonríen do.
Yo puedo jurar que jamás había estado tan sonrojada y avergonzada en mi vida.
-Mamá puedo explicar...-no termino de hablar ya que mi mamá me interrumpe haciendo una seña para que guarde silencio.
-Niñas siéntense, les voy a contar una pequeña historia-dice mi madre dejando su tasa de café de un lado.
Nosotras hacemos caso y tomamos asiento frente a ella y le préstamos atención, su sonrisa ya no es burlona, es más como una sonrisa nostálgica y entonces comienza su relato.
Cuando yo tenía su edad comencé en un nuevo instituto ya que nos habíamos tenido que mudar, ahí entré y no conocía a nadie, Entonces una chica de mi clase de literatura me habló y me invitó a comer, su nombre es Martha. Martha se volvió mi mejor amiga pero llegó un momento donde yo ya no sentía solo cariño hacía ella, comencé a enamorarme de ella... Meses después ella me dijo que sentía algo más que una amistad por mí y yo también le conté de mis sentimientos, descubrí que soy bisexual, nos hicimos pareja y sin importar lo que los demás dijeran de nosotras fuimos sumamente felices por 2 años, pero un día sus padres tuvieron que mudarse y se la llevaron junto con ellos, desde entonces no la había vuelto a ver hasta hace poco... Ella fue el amor de mi vida y después entré a la Universidad y conocí a tu padre, no quiero que pienses que no lo amé, porque no fue así, yo lo amé muchísimo y siempre lo respeté, no sé si me entiendes, pero nunca volví a sentir algo como lo que sentí por Martha- dice mamá terminando su relato con una gran sonrisa al recordar a Martha.- Desde pequeña he sabido que eres diferente Astrid, nunca te gusto un chico y entiendo por qué- me dice mientras voltea a ver a Aria con una pequeña sonrisa.- No me voy ah oponer a lo suyo, al contrario tienen todo mi apoyo, hija tú tienes todo mi apoyo-dice mamá poniéndose de pie para rodear la mesa y darnos un abrazo a nosotras dos.
Seguimos hablando de otras cosas y en eso el papá de Aria la llama, avisándole que es hora de ir a casa, nos despedimos y la acompañamos hasta la puerta, mamá la despide con un beso en la mejilla deseando verla pronto y yo me despido dando un pequeño beso en sus labios diciéndole que más tarde le voy a llamar.
-Muchas gracias mamá-le digo correspondiendo su abrazo que segundos antes me dió.- Entonces ¿la volviste a ver?-le pregunto después de separarnos y volver a tomar nuestros respectivos asientos.
-A sí es- me dice con una gran sonrisa.- Descubrimos que por más que el tiempo pasó, lo sentimientos jamás cambiaron- dice con una sonrisa soñadora.
-¿Y cuándo tendré el placer de conocerla?- le pregunto a mi mamá alzando una ceja.
-Sobre eso- me dice mamá pero es interrumpida.
Se escucha de fondo el timbre, mamá se pone de pie y escucho como abre la puerta y saluda a alguien para después escuchar como cierra está, se escuchan pisadas hasta llegar a la puerta de la cocina donde aparece mamá junto con una hermosa mujer castaña a su lado que me observa con una sonrisa nerviosa.
-Hija quiero presentarte a Martha-dice mamá sonríendo con emoción y nerviosismo...
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MI DESTINO
Novela JuvenilA veces la vida da vueltas inesperadas, y eso es lo que a Astrid le faltaba comprender, con tan sólo 16 años apenas comienza a conocer la vida y a experimentar cosas que jamás pensó pasar. De eso se dará cuenta cuando de golpe entre a su vida una ch...