Capítulo 39: Punto de Quiebre

182 23 11
                                    


—¿Cómo...pudiste...?—le pregunto atónita y llorando desconsolada—¡¿CÓMO PUDISTE?! ¡YO TENDRÍA QUE HABER SIDO! ¡NO ÉL!

Aún miro el cuerpo de Drake, inerte, sobre el suelo de concreto del techo. Corro en su auxilio al momento en el que lo veo desplomarse, pero por la conmoción, no soy consciente de que el arma que acabó con la vida de Drake, ahora, me apunta a mí.

—Vuelve dónde estabas, Christine.—me observa un estoico David, que al observar que no tengo planes de retroceder, repite—Vuelve dónde estabas Christine, o será tu madre la siguiente.

Con la sangre hirviendo mientras busca escapar por mis orejas, retrocedo de mala gana a la posición anterior, mientras David se acerca entonces a nuestra posición, próximo a Logan.

—Muérete, maldito.—espeto a David, quien me ignora.

—Cuida ese vocabulario, belleza.—Logan sujeta mi mejilla y yo, zarandeándome, solo logro que me sujete todo el mentón, provocando algunas lágrimas se deslicen por mi rostro, mientras me encañona el cuello—Deberías comportarte, dulzura.

Por impulso o por instinto, le asesto un testarazo que con suerte, jamás logrará olvidar en su vida.

—Maldita...—se toca la nariz con su mano izquierda mientras que con la derecha levanta su arma y trata de apuntarme—Despídete de este mundo, estúpida.

Aprieto los dientes y empiezo a asimilar lo que provoqué a sabiendas de que no puedo hacer nada para protegerme y menos para proteger a mi madre acepto la realidad y me dispongo a morir, pero Logan se ve interrumpido por David que con un manotazo aleja la pistola de Logan de mi dirección.

—¿Estás demente? Compórtate—le indica David.

—¿Qué demonios te pasa, David?—se muestra exasperado—¡Siempre vives protegiéndola! ¡En Washington! ¡Y ahora también aquí en Nueva York! ¿Por qué es tan jodidamente importante para ti? ¿Por qué?

—¡Porque la amo joder!—David alza la voz por primera vez, como si hubiese perdido el control por completo—¡Porque quiero terminar esta mierda paranoica tuya! ¡Estoy harto de tu jodida existencia! ¡Estoy harto de ser un psicópata como tú! ¡Se acabó esta mierda de una vez por todas, Logan!

David empuja a Logan y termina de gritarle algunas cosas que no lo entender, y tras escuchar atentamente caigo en cuenta que acaba de hablarle en italiano. Algo que me sorprende en parte, porque David odia hablar en italiano. Al menos el David que logré conocer tiempo atrás.

Logan se deja entrever ligeramente sorprendido al principio, como si tuviese una mezcla de sentimientos encontrados, pero al momento, deja entrever un rostro totalmente desquiciado y sus orejas se tornan rojizas, tal vez por la cantidad de sangre circulando a través de ellas.

Al momento, parece calmarse.

—Está bien. Tienes razón.—le da la razón a David—Terminemos con esto. Yo mismo los mataré a ambos.

Todo el escenario parece voltearse al volverse una escena totalmente diferente en la cual Logan se ensaña contra David, apuntándole.

—Es cierto. Todo es cierto. Tienes totalmente la razón.—prosigue Logan, frío—No somos iguales, eso se ve a leguas. Soy un puto psicópata, David. Mírame.

David agacha la mirada y se mantiene totalmente en silencio.

—¡MÍRAME!—le grita un paranoico Logan—¡SABES BIEN LO QUE SIGNIFICA ESO! ¡MÍRAME MALDITO BASTARDO!

Cartas de desamor a la chica equivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora