"EL QUE SE ENAMORE PIERDE MARIO RUIZ."

¿Dónde estuviste?

Narra Caroline.

Ya va más de dos semanas que me no saben de mi, Arturo es el único que sabe ya que estoy en su casa, pero lo que me deprime demasiado en estos momentos es que Mario o a llegado a aparecerse en el lugar de nosotros.

-Hola, hola...- dijo Arturo cuando entraba a su casa

-Hola- le dije algo indiferente

-Hey! que pasa?- se sentó en la mesa junto a mi.

-Lo que pasa es que Mario no ha ido a buscarme a la cafetería.- se llenaron mis ojos de lagrimas.

-No Caro.. no llores tal vez aun no sabe que estas tu ahí esperándolo...- dijo acomodando mi cabello y limpiando mis lagrimas. -No es para que estés llorando, eh notado que últimamente has estado con cambios de animo..- me miró.

-También yo.. peo creo que es por la adrenalina a parte creo que por ansiedad he comenzado a comer demasiado..- dije limpiándome las lagrimas.

-Vaya.. si supiera que no estuviste estado con Daniel pensaría que estas embarazada.- dijo riendo Arturo. En ese momento me quede pensando... y mi semblante cambio. -que sucede?- me pregunto Arturo angustiado por mi cara.

-que... que día es hoy?- dije tartamudeando.

-Hoy es...- saco su celular y miro la fecha -Hoy es 14, por qué?- me miro dudoso.

Mi expresión cambio y comencé a agitarme 

-Mierda- susurre y sali corriendo a la habitación en donde me había quedado durante este tiempo, tomé mi celular y vi el calendario revisando cuando haba sido la ultima vez que había registrado mi periodo y justo había sido dos semanas antes de ver a Mario.-

Arturo comenzó a tocar la puerta como loco y a gritar.

-Caro! que sucede, no me espantes.- dijo al otro lado de la puerta.

Estaba sorprendida por el tiempo que había pasado y no había tenido el periodo, justo son 3 meses 4 días. Mis manos temblaban y no podía contener el llanto, me dirigí a la puerta y la abrí.

-Necesito que vayas por pruebas de embarazo... Todas las que sean posibles.- dije cubriendome la boca.

Arturo solo hizo lo que le pedí y salio corriendo. Estaba sorprendida, para ser exacta estaba en shock, no podía imaginar lo descuidada e inmadura que fui al haber estado con Mario sin habernos cuidado. Si estoy embarazada ¿que voy a hacer? Mario si me va a creer que si es suyo? Son muchas dudas. Camine al espejo y me mire, no se notaba nada aún pero mis cambios de alimentación y de ánimo no eran solo porque si.. Algo estaba pasando. Esperar a Arturo era eterno, llevaba 30 minutos fuera en busca de pruebas de embarazo, que tanto podía tardar en comprar pruebas de embarazo y traerlas ya que la farmacia estaba a 3 cuadras y más cuando se fue en coche. Escuché que llegó un coche y corrí a la ventana, era Arturo con una bolsa casi llena de pruebas, abrió la puerta y corrí hacia él arrebatando la bolsa y metiéndome al baño.

-Caroline, mantén la calma... Necesitamos tener la cabeza fría..- dijo Arturo.

-Necesito que traigas una botella de agua, son demasiadas.- le grite.

Hice lo que tenía que hacer y comencé con 3 una de baja, media y máxima fiabilidad. Tenía que esperar 5 minutos y cuando fue el momento de esperar me tire al piso de nuevo a llorar. En ese momento tocó la puerta Arturo y le dije que entrara.

-Y bien? - dijo sentándose a un lado de mi.

-No se aun, estoy esperando- hice un gesto hacia donde estaban y el miró.

-perdón si soy imprudente pero quiero saber si Daniel es el padre de ese posible bebé.- me miró.

También lo miré y no podía mentirle a mi mejor amigo.

-Es de Mario- lo mire y una vez más comencé a llorar.

-qué? De Mario? Pero como es posible...- dijo confundido -se que no debo juzgarte pero según yo tenia demasiado tiempo que no lo veías, hace unas semanas cancelas te tú boda y ahora estas esperando tal vez un engendro de Mario.-

Solo lo mire y reí ante lo que había dicho.

-Ya es momento de saber la verdad.- dije.

-Bien- en ese momento se levantó Arturo y las tomó, se quedó un momento mirando hasta que decidió hablar. -pues mira, tenemos 2 de 3 así que pues... No sé Caro-

Al escuchar eso me sentí rota, tal vez no estaba embarazada y me había hecho esa idea.

-Dios mio, esto no se que pasa, no debí haber reaccionado de impulso, no debí mandarte a comprar todo...- me interrumpió Arturo.

-Espera ese 2 de 3 era que dos son positivas.- me enseñó las pruebas y efectivamente estaban en positivo, estoy embarazada. -Serás una maravillosa mamá- me abrazo.

Justo lo abrace y comencé a reír por nervios y a gritar de alegría.

-Necesito ir con Mario, tiene que saberlo.- dije limpiando mis lágrimas.

Narra Mario.

Ya son dos semanas que he estado tratando de encontrar a Caro y no se a donde más recurrir. Estoy desesperado por encontrarla, marco su celular y no hay señal, tal vez en verdad no quería estar con ninguno de los dos.

-Carajo Mario, porque no hiciste las cosas bien--me dije mientras golpeaba el escritorio de mi casa. -donde más tienes que buscar para ver si ella está.-

Justo en ese momento vino a mi mente todas esas veces que nos veíamos, el parque.. La oficina y la...

-La cafetería! - grite de alegría.

Miré la hora y faltaban 20 minutos para las 8.. Tenía que llegar lo antes posible, tome mi celular, cartera y las llaves del coche.. Estaba a tiempo. Subí y parecía que el destino no estaba a mi favor... Semáforos en rojo y sobre todo el tráfico. Mire mi reloj y faltaban 5 minutos para las 8, estaba a unas 8 cuadras y estaba seguro que lo lo lograría hasta que un oficial me detuvo.

-Joven, por favor descienda del auto.- dijo el oficial.

-oficial, voy a una cita y es tarde, necesito llegar a tiempo... Por favor..-

-lo siento pero es chequeo de rutina.- el oficial me comenzó a revisar y también el auto, parecía que no iba a ser el día de hoy cuando tal vez pudiera verla -todo en orden joven.- dijo el oficial - buen viaje.-

Subi al auto y me dirigí hacia la cafetería, eran las 8 con 3 minutos, baje y corrí para ver si estaba, pero no fue así.. No se veía señal de Caro por ningún lado.

-disculpe, no ha visto a una joven de cabello castaño a la altura de los hombros un poco más bajita que yo?- le pregunte a la chica que atendía.

-Lo lamento pero no la he visto.- dijo

-Gracias--le di una pequeña sonrisa. Mire una última vez al lugar y si no estaba, salí de la cafetería con todas las ilusiones rotas y justo cuando iba a subir al auto.

-Mario! - escuche que gritaron.

Y cuando miré ahí estaba ella, con su hermosa sonrisa, mi Caro estaba justo frente a mi.