La Empresa.

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[...]

Me encontraba practicando en el parque de siempre. Estaba sola y no era normal, siempre iba ahí con Arturo pero esta vez no estaba él conmigo. Ayer había ido a buscar trabajo y por suerte pude encontrar uno en una cafetería cerca de ahí, era accesible el horario y ahora solo era decirle a mi padre todo.

-hey, ¿por qué no te despediste ayer de mi?- dijo Arturo acercándose a mi.

-hola.- me quede de pie y solo lo mire. -es que estabas ocupado y no me hubiera gustado interrumpir.-

-oh, ya veo.- puso sus manos en su cintura y volteo a ambos lados. -¿vas a regresar?-

Al escuchar lo que me dijo di la media vuelta y tome mis cosas, respire profundamente para darle la respuesta.

-Arturo... yo... no puedo seguir con eso, es mucho para mi.- me puse de pie frente a él.

-¿es mucho para ti, o tienes miedo de Mario?- me miró.

-ay Arturo no sabes lo que dices, ese tal Mario solo es alguien odioso que busca intimidar a las personas.-

-Entonces regresa para que me ayudes a entrenar.- se cruzó de brazos.

-Solo dame tiempo, encontré ya un trabajo necesito ver como me va ahí, quiero ganar por mi propia cuenta.- le sonreí

-esta bien Caroline, trabaja pero si no te convence puedes ir a buscarme sin ningún problema.-

-ok, nos vemos.- le di un beso en la mejilla y me di media vuelta.

Camine por las calles de Colombia, tranquilas y con muchos árboles, iría a cambiarme para ir a trabajar, mamá ni papá sabían que iba a entrar a trabajar. En ese momento sonó mi celular, lo saque y era papá.

-¿si papá?-

-Caroline, necesito que vengas de inmediato a la oficina.- dijo mi papá.

-claro en una hora llego.-

-Caroline tu mamá ya está aquí, ven de inmediato.-

-pero papá, me has dicho que no vaya a la oficina en fachas y estoy así.-

-Caroline, ahora no importa de inmediato llega.- colgó.

No sabía para que me necesitaban, pero si a tal grado era porque mi mamá estaba haya iría, no se de que querrán hablar pero ahora lo veremos. Tome un taxi para llegar a la oficina de mi papá, subí en el elevador y de inmediato pude dirigirme a su oficina ya que Luci no estaba. Toque una sola vez la puerta.

-adelante.- grito del otro lado.

Me adentre a su oficina y ahí estaban mis papás y el papá de Rebeca.

-adelante Caroline, te tenemos una gran noticia.- dijo mi papá alegre.

-claro que pasa.- entre y tome asiento a lado me mi mamá.

-Christian a decidido comprar la mitad de la acciones de la empresa, y eso prácticamente nos convierte en socios.- dijo mi padre alegre.

Yo no sabía que decir, en verdad a mi no me daba confianza toda la familia de Rebeca, ya que una vez en unas noticias vi que una empresa se había ido a la quiebra por un fraude relacionado con un millón de pesos. Y el era uno de los socios. Se lo intente dar a conocer a mis padres pero como siempre, no tenían tiempo.

-que bien.- fingi una sonrisa.

-gracias señorita.- dijo el señor Christian.

-bien Marcos, te dejo y en verdad verás que la empresa tendrá un mejor éxito y dejaremos en la quiebra a la competencia.- le dio la mano a mis padres y de la misma manera a mi. -nos vemos luego.- salio de la oficina.

Mi madre me miró y solo movió la cabeza de un lado a otro negando.

-Como puede ser posible que no llegues luego de que te hablan Caroline y para colmo de nuevo en esas garras.- toco su cabeza.

-iba para la casa. Había ido a entrenar.-

-¿entrenar qué Caroline?- pregunto mi papá.

-amm... Al gym papá, no hacer nada me iba a poner más gorda de lo que estoy. Y creí que ir al gym me ayudaría a no engordar y a bajar de peso.- esperaba a que me creyera.

-Estoy de acuerdo en eso Marcos, necesitamos pagarle un tratamiento para que este mejor de cuerpo, esas lonjitas ve como la hacen notar.- dijo mi mamá.

-ay Julieta, y eso que eres su madre...- dijo mi papá.

-No papá, yo con esos entrenamientos me pondré en forma, te lo aseguro.- lo mire divertida.

-esta bien, pero en verdad Caroline, donde yo me enteré o te vea practicando parkour, no te la acabas y en verdad dejo que subas de peso por estar en casa encerrada.- me amenazó mi padre.

-te juro que no papá.-

-bueno, nosotras nos vamos Marcos, tengo que ir a terminar unos trazos de un vestido, me llego Caroline tal vez vayamos de shopping.- dijo mamá.

-emm.. Yo ya tengo trabajo, es en una cafetería cerca del parque. Entro a trabajar hoy.-

-Vaya, felicidades Caroline, me hiciste caso. Te felicito en verdad.- dijo mi papá.

-gracias papá, así que lo siento mamá, tal vez lo dejemos para después.- more a mamá 

-no importa hija, si tu ya trabajas el shopping puede esperar. Pero ahora su vamos a casa.-

Salimos de la empresa y al parecer no había rastros de Rebeca, se aparece cuando menos lo espero y est vez en verdad esperaba que no se apareciera. Quería en verdad llegar bien a mi primer día de trabajo, sin ninguna molestia o algo relacionado que me pudiera hacer Rebeca.

Cuando llegamos a casa mi mamá bajo del auto sin decirme nada y se adentro a la casa dirigiéndose a su pequeña oficina. Yo subí y me arregle para ir a trabajar, estaba nerviosa porque trabajaría por primera vez, entrare a una Cafetería algo de prestigio, seré quien tone las órdenes y prepare los cafés, hay varias chicas con el mismo puesto y si necesito ayuda se la pediré a ellas. Me duche y me arregle lo más normal que pude, cómoda pero no tan fachosa como acostumbro y tampoco tan elegante. Tome mi mochila y salí de la casa sin despedirme de mamá, sería mi primer día de trabajo y no estaba dispuesta a que mi mamá me llenará de malos comentarios mi primer día.

"EL QUE SE ENAMORE PIERDE MARIO RUIZ."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora