"EL QUE SE ENAMORE PIERDE MARIO RUIZ."

¿Yo, enferma?

Narra Caroline.

Desperté mareada y aturdida, un sonido agudo que provenía de un costado de mi cama me aturdida aun más, intente levantarme de la cama pero un tubo de oxígeno me lo impedía. Mire a mi al redor y vi que no era mi recámara, si no era un cuarto de hospital, espantada me quite el oxígeno y con más razón intente levantarme.

-oye, tranquila, te vas a lastimar.- escuche una voz que provenía de la puerta.

-¿que me sucedió? ¿que hago aquí?- lo miré.

-apenas me dieron tu caso y venía a checarte...- reviso los papeles que traía en mano. -pero al parecer tienes anemia y un tipo de desorden alimenticio.- dirigió su mirada a mi.

-¿anemia? ¿pero como es eso posible? ¿y un desorden Alimenticio?-

-así es señorita... Así que necesito que se tranquilice porque no quiero ser yo quien le coloque un tranquilizante.- sonrió.

-esta bien...- dije recortandome de nuevo.

Y en ese instante entro una enfermera.

-enfermera, por favor de aviso a los familiares de la señorita que acaba de despertar. Si gustan pasar a verla.-

-enseguida doctor Daniel.- salio la enfermera.

-bien, yo seré tu doctor, mi nombre es Daniel y espero que usted siga mis indicaciones para que su recuperación sea pronto.-

Lo mire y para ser realistas el doctor estaba apuesto...

-doctor, puedo hacerle una pregunta!?- dije tímida.

-claro adelante...-

-¿se pueden tener sueños mientras alguien se desmaya?-

-mmm... No, creo no es posible...- soltó una sonrisa de burla.

-¿que es gracioso?- le pregunte dudosa.

-No, nada señorita...- de inmediato se puso serio.

Narra Mario.

Me encontraba caminando de un lado a otro. Clara y Mateo se encontraban sentados.

-familia de la señorita Rosart...- grito una enfermera.

Los tres nos dirigimos hacia ella.

-somos nosotros señorita, alguna novedad?- la mire esperazado

-si, acaba de despertar, pueden pasar a verla si gustan...- nos dio una pequeña sonrisa.

-si por favor llevenos...-

Seguimos a la enfermera a su habitación de Caroline, Mateo puso su mano en mi hombro a lo cual yo solo lo mire y moví la cabeza.

-adelante por favor.- dijo la enfermera abriendo la puerta.

Cuando estaba a punto de entrar mire a Caro hablando con el doctor, apuesto y joven, ella lo miraba detalladamente hasta que dirigió su mirada hacia donde estábamos nosotros.

-¿Mario?- dijo con una voz de ilusión.

-Caro.- me dirigí de inmediato a abrazarla.

En cuanto hice eso pareciera que para mi no estaba el doctor.

-entonces no fue un sueño.- se separó de mi y me miró.

-claro que no amor, no fue un sueño vine aquí para estar contigo.- le di un tierno beso en la frente.

-Clara, Mateo...- estiró su mano a lo cual Clara la tomo.

-Caro, estas bien, tranquila, aquí estamos.- sonrio Clara.