Amor de Contraportada [en edición]

Capítulo III - Es idiota.

Recordad mirar lo comentarios del final

CAPITULO III – Es idiota.

No sabía que hacer. Necesitaba hablar con alguien, pero Eleanor no contestaba al móvil y no tenía más amigas de confianza. Llamar a mi hermana sería una pérdida de tiempo porque sabía que me diría: “Si te gusta arriesgate” “Si dejas pasar la oportunidad te arrepentirás y bla bla bla. Sé que en el fondo tenía razón pero yo no me veía capaz de estar con un chico con novia, aunque esa chica fuera una zorra que me hace la vida imposible.

Valery, recordé de pronto, ella sabría aconsejarme. Nos llevábamos muy bien, le tenía confianza suficiente como para pedirle consejo y ella siempre estaba ahí cuando me hacia alguna jugarreta en el instituto.

-Dígame.- contestó después del segundo tono.

-Valery, necesito consejo.- pedí.- ¿Estás en casa?

-No, estoy en el centro comercial, pero espera.- hubo una larga pausa.- Estoy en tu casa en diez minutos.- dijo al fin y después colgó.

En esos momentos adoraba a Valery. Era algo que me gustaba de ella, el que siempre estuviera dispuesta a ayudar sin pedir explicaciones antes.

No habían pasado ni diez minutos cuando escuche las ruedas de un coche en la entrada de la casa. Me asomé a la ventana del recibidor y vi a Valery despidiéndose de su novio con un beso en los labios. Luego vi como, con una gran sonrisa, se aproximaba a la puerta.

-¿Qué ocurre?- preguntó en cuanto abrí la puerta.

Comencé a contarle lo ocurrido desde el día anterior cuando me quede tirada, hasta el momento en el que nos habíamos besado por motivos que aún desconocía. Mi primer beso...

Valery lo escuchaba todo con atención, haciendo preguntas de vez en cuando pero sin juzgar antes de tiempo. Sin embargo, yo podía notar que en su mirada había un toque de preocupación y escepticismo, pues por todos era conocida la forma en la que mis compañeros se burlaban de mí. Él incluido.

Después de contarle todo lo ocurrido, Valery se levantó para colocarse a mi lado e intentar consolarme, ya que sin darme cuenta me había puesto tan nerviosa que algunas lágrimas de frustración estaban comenzando a desbordarse por mis ojos.

-Tengo que hacerte una pregunta...

-Claro, dime.- le di pie mientras me enjugaba las lágrimas con la manga.

-¿Te gusta Dylan?

*** *** ***

Para mi desgracia, y la de todos, el fin de semana pasó volando. Y, para colmo, no había podido dejar de pensar en el beso con Summer, por el día, y de soñar con él, por la noche. Ahora tocaba ir al instituto. Me levanté, y el agudo dolor que sentí al apoyar el pie en el suelo me devolvió a la realidad. Esta tarde tampoco podría ir a entrenar.

Me vestí con el uniforme y bajé a desayunar. Mi madre había dejado hecho zumo de naranja, pero ella había tenido que salir temprano para ir a una reunión. Bebí rápidamente el líquido y corrí, más bien cojeé hasta mi coche, pues tenía que pasar aún a por Ella. Conduje escuchando mi música favorita hasta que paré frente al edificio dónde mi novia vivía. Estaba sentada en en un banco esperándome y su cara reflejaba algo de enfado.