La protagonista se encuentra en una época a la que no pertenece sin saber la razón y tratará de volver al presente, pero los recuerdos del pasado le revelarán secretos ante sus ojos y vivirá una experiencia junto a un asesino del que adquiere conoci...
Al día siguiente la mañana estaba fresca, me sentía como si estuviese flotando en las nubes, abrí los ojos sonriente y me senté en la cama, busqué mi ropa, pero algo me sorprendió al dirigir mi vista a la ventana, había un busto pequeño parado afuera, levantando una ceja me dirigí hacia donde se encontraba el ya mencionado y lo observé más de cerca y era... ¿un chimango?, el animal al verme empezó a gritar y a dar picotazos al cristal, confundida por mi cabeza pasaba -¿Qué hace un chimango en esta zona, si son de América?-.
Dudosa no sabía si abrir la ventana, pero después de cinco segundos me decidí a abrirla, el ave dejó de gritar y solo miraba para todos lados, yo le pregunté juguetonamente - ¿Qué haces acá?... pfff como si fueras a entender lo que digo-.
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Puse mi mano y el ave se subió, me enterró las garras en los nudillos cosa que me hizo escapar un par de lágrimas, al observarlo detenidamente me di cuenta de que era macho y que tenía un disparo en el ala derecha, dije -¿Quién te hizo eso?-. El ave se rascaba la cabeza con la pata, me dirigí a la puerta y bajé, al parecer no estaban todos abajo, solo se encontraban Evie, Edward y su nieto, voltearon a verme sorprendidos y Edward preguntó.
- ¿Y eso? -.
-No lo sé, estaba en la ventana de mi pieza-.
Edward lo observa y dice - ¿Qué le pasó? -.
-Algún miserable le disparo en el ala, pobrecito-. Decía mientras lo miraba con pena. –Bueno te vas a quedar acá mientras yo busco un par de vendas-. Lo dejé en el respaldo de la silla y me retiré, mientras tanto en la sala Edward estaba sirviéndose una pata de pollo y el ave lo veía acechante, pegó un salto hacia la mesa y se lanzó hacia Edward que le arrebató su desayuno.
- ¡Hey! -.
El ave se para en la mesa y comienza a desmenuzar la pata, al volver yo pregunté.
-¿Qué sucede?-.
-... nada-. Dijo Edward con cierta irritación, trató de sacarle la comida al ave, pero esta lanzó un picotazo a la mano de Edward mediante un grito, no alcanzó a tocarlo, pero amagó para atacarlo.
-Será mejor que no lo toques- le dijo Evie.
Me senté donde estaba el chimango esperando a que terminara de comer. Después de un buen rato curé su herida y dejé que se parara de nuevo en el asiento donde permanecía yo. A los segundos bajó Jacob aun dormido y al ver el ave dice.
-Oh que lindo-. Mientras extendía su mano para acariciarlo y Edward le grito.
-¡nooo!-.
Jacob se detuvo en seco y preguntó - ¿Qué pasa? -.