La protagonista se encuentra en una época a la que no pertenece sin saber la razón y tratará de volver al presente, pero los recuerdos del pasado le revelarán secretos ante sus ojos y vivirá una experiencia junto a un asesino del que adquiere conoci...
No cambiaron mucho las cosas últimamente, a excepción de unos detalles, como la actitud de Connor que era bastante fría, más de lo normal por lo que pude observar, algo que a mí y a San nos preocupó, en estos precisos momentos estaba deseando que Edward fuese a buscar a su hijo para reventarlo a palos, pero he de recordar que la culpa no es de Haytham. También pude notar a Ezio bastante extraño, mucho más serio y callado, no es habitual de él tener esa actitud, no hacía falta ser un científico para darse cuenta de que algo le estaba pasando. Más allá de lo ya antes mencionado, como pasatiempo decidí entrar en un taller no muy lejos de la base como artesana, ya que Edward no quería encargarme misiones arriesgadas, y para ser precisos todos los trabajos de un asesino son riesgosos, por eso prefería salir por las noches y trabajar por la tarde.
Otra cosa que me pareció extraña era que desde que Elise desapareció, Arno está mucho más tranquilo, incluso a veces me incomoda de tan cerca que anda, pero es comprensible, sabiendo en el estado en que me encontraba en esos momentos.
Aunque esto no es lo único que ocurrió, casi olvido de mencionar que Jacob de una mismísima vez pudo hacer funcionar la fábrica como corresponde, por lo que todos lo felicitamos y a pesar de que su hermana no se sorprende por ello, ya que ella sabía que él lo iba a conseguir, aun así, en su interior sentía orgullo por su hermano.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Siendo las 12:00 p.m. la mañana estaba bastante fresca, yo tenía que partir para el taller, era mi sexto día de trabajo y tenía un montón de encargos, que los adelanté estando en la base, lo malo es que había un desastre en la mesa y no cabía ni un alfiler. En diez minutos tuve que acomodar todo, pero en uno de los viajes había chorreado agua con pintura en el piso y al pasar me pegué una patinada, no alcance a caerme porque Arno justo me agarró, de hecho, él ya me estaba vigilando de antes y estaba esperando a que pasara eso para atajarme.
-Debes tener más cuidado-.
-Ya sé, pero estoy apurada-.
-Hacer las cosas rápido no lleva a nada bueno, un simple error puede ser fatal-.
Bajé la mirada sabiendo que él tenía razón, no estaba enojada, pero si me sentía apenada.
-Deja todo, yo me encargo de esto, ve partiendo-.
- ¿Seguro? -.
Asintió con la cabeza mientras agarraba uno de los trapos que yo usaba para los pinceles y limpiar el charco de agua del piso.
Corrí para llevarme unos pincele, una espátula y salir como un avestruz por la puerta sabiendo que se me hizo tarde.
Edward mientras me veía salir, soltando un par de carcajadas dijo –ay princesa siempre tan despistada-.