La protagonista se encuentra en una época a la que no pertenece sin saber la razón y tratará de volver al presente, pero los recuerdos del pasado le revelarán secretos ante sus ojos y vivirá una experiencia junto a un asesino del que adquiere conoci...
Ha pasado un tiempo desde la partida de El Cairo de regreso a Francia, faltaban solo un par de minutos para llegar, la verdad debo admitir que el regreso fue peor que la ida hacia Egipto, salvo porque llevamos con nosotros a otro gran asesino que hizo presencia durante la misión en recuperar uno de las manzanas del edén. Luego paramos en el puerto anterior para buscar reservas y seguir con nuestro viaje, después el resto del viaje fue una pesadilla, primero por el cambio brusco de temperatura, me enfermé y volaba de fiebre, hasta que con el pasar de los días mejoré un poco. En segunda instancia el ave que había llevado conmigo había desaparecido, por un momento pensé que se había quedado en el puerto, porque no creo que haya saltado al mar, tampoco podía volar aún. Sin más tiempo para pensar ya estábamos en el puerto, no tienen idea de la alegría que sentí cuando por fin pude pisar tierra, lo malo es que deliraba y me tambaleaba de un lado para el otro por el dolor de cabeza.
Durante todo este periodo aproximadamente de un mes Ezio se recuperó, era lo único que me alegraba más haya que logramos hacernos con el fruto y volver sin ningún problema. Arno al ver que no me encontraba en buen estado decidió cargarme todo el camino de regreso a la base, temblaba como una hoja de frio y nuevamente la frente me hervía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Media hora después cuando llegamos a la entrada Edward abrió la puerta, escuchó golpes como si fuesen pisadas, efectivamente lo eran, hace una seña con la mano de alto al resto y dijo.
-Hay alguien adentro-.
Todos lo miraron sorprendido, él preparó la pistola mientras acercaba su mano al picaporte y de un rápido movimiento la abrió, apuntó hacia el frente y exclamó.
- ¡No te muevas! -.
La persona volteó a verlo asustada, Edward frunció el ceño con una mirada desconcertada, se acercó Arno que aún seguía teniéndome en brazos y preguntó.
-¿Qué sucede?-.
Estando entrecerrada la puerta yo asomé la cabeza para ver quién era, pero cuando lo visualicé no lo podía creer.
- ¡Bájame, bájame! -.
Arno me puso en pie apresurado sin saber qué es lo que pasaba, entré corriendo a la sala y doy unos cuantos parpadeos pensando que estaba alucinando.
-¿San?-.
-¿Vicky?-.
-¿Quién es?-. Pregunto Arno mientras entraba.
-¿Qué está pasando?-. Preguntó Jacob confundido.
Yo seguía paralizada ante la situación.
-¿Qué estás haciendo acá?-.
-No lo sé, no sé qué pasó, lo único que recuerdo es que vi a ese pájaro y después no me acuerdo de más nada-.