No Estabas En Mis Planes CAMREN

C A P I T U L O 3

Lauren

El camino fue entre pregunta y respondes.
Decidí hablar acerca del tiempo que tenía la hacienda. De mis abuelos, y de nuestro parentesco con Austin que en realidad no era ninguno puesto que mis tío es medio hermano de mi padre y prácticamente no son nada mío pero llevamos todos una buena relación como si fuera real.
- Él no me dijo nada de eso.
Camila ya se había quitado los lentes porque el sol ya se había ocultado.
- Pues si, en si no es mi primo como tal.
Ella guardo silencio procesando la información y pude ver que algo que pensó le hizo sonreír.
- ¿Y esa cabaña?
Señalo y a lo lejos se veía la cabaña que nadie de mi familia ocupaba pero estaba bien cuidada.
- Oh es de mi familia, nadie viene aquí pero está bien conservada.
- ¿Podemos verla?
Preguntó con brillo en sus ojos y me limité a asentir.
Bajé y la ayude a ella a bajar, su porción de piel expuesta se sentía tan suave, que pase saliva rápido.
Caminé a la entrada y busque la llave arriba del marco de la puerta y bingo.
La introduje y gire el pomo abriéndola .
- Pasa.
Ella camino y se encontraba en la sala de la pequeña casa, todo en su interior era de madera pulida y olía a la misma.
- ¡Es hermosa!
Ella se llevó las manos a la cintura y aspiro el aroma.
- Bueno, ya es tarde, quizá puedas venir otro día con tu novio.
- Tal vez no quiero venir con él.
Esa mirada que no pude identificar del todo pero por un momento creí que se refería a mi.
Caraspe mi garganta y miré a otro lado.
Río por la situación
- ¡Lauren! Tengo novio y nunca dije que contigo.
Seguía riendo y yo me sonroje.
¡Demonios! Yo nunca me sonrojo por estas cosas, que chica.
- Vámonos, nos estarán buscando.
Dije y ella salió y se subió al caballo y le dio un golpe con la fusta y se fue .
- Oye! Espera.!
Grité y cerré la puerta con llave llevándola conmigo por qué a la niña se le antojo irse y no esperarme.
Me subí con prisa y corrí queriéndola alcanzar.
A los 10 minutos llegue y ella ya estaba en los brazos de Austin.
Rodé los ojos y vi la hora, las 6 de la tarde.
Me sentía cansada, subí a mi recámara y justo antes de abrir...
- Lauren.
Me paralice, era Camila usando ese tono aterciopelado ...
- S..si
- Parece que estamos juntas.
Su sonrisa fue de lado y mirándome profundo.
- De... De qué hablas.
- Habitación tonta.
Camino y yo retrocedía hasta que me acorraló en la puerta de madera.
Su mano fue a mi costado derecho y me envió toques eléctricos y ligeras cosquillas.
Deslizó su mano abajo hasta que ya no la sentía y deje salir ese aire que no sabia contenía.
Oí una manija girar y la puerta abrirse, casi me caigo pero ella me sostuvo.
- Cuidado.
Susurro en mi oído.
Me incorpore y ella hablo.
- Es mi cuarto, voy a cambiarme si me permites Lauren.
Desconcertada me gire y era su cuarto, ella ya estaba dentro y cerró la puerta tras de sí.
Me acorraló a su puerta.
¡Como Carajos! Camine unos pasos adelante y abrí mi puerta ¡Ah qué tonta! Esta literalmente enfrente del mío.
Me metí a mi baño y abrí la llave y el agua fría escurría por mi cuerpo cubriendo todas las partes.
Cerré los ojos y me relaje, tomé el jabón líquido para mi cuerpo, hice espuma y lo unte por todo mi cuerpo .
Dure 15 minutos y salí con mi toalla envuelta en mi.
Me vestí con mis shorts y una polera holgada gris.
Acomode mi mojado cabello y quedando satisfecha baje las escaleras.
- Cuidaste de mi chica eh Jauregui.
- Mojón!
Fingí estar sorprendía y bromeabamos.
Chris ya estaba en la mesa y nosotros nos sentamos, mis abuelitos también. Sólo faltaba Camila.
- ¿Y tu novia?
Pregunto mi abuelo y justo apareció .
- Buenas noches, disculpen la tardanza.
Me miró mientras se sentaba a mi lado y su novio al final de la mesa.
¡Carajo! Sólo ella y yo estamos de este lado.
Ella se veía fresca por la ducha que se ve tomó .
Nos sirvieron la cena y conversábamos todos felices.
- Chris ¿Cuándo llegaran tus padres?
Mi abuelito estaba hablando con nosotros y yo respondí que la semana siguiente.
- ¿Los tuyos Camila?
- Oh la semana que viene.
- Ja, les dio por ponerse de acuerdo por lo visto.
Ella me lanzaba miradas y rozaba mi brazo casi todo el tiempo.
Estaba su novio presente.
Él no se daba cuenta de nada.
Me sonreía pícara seguía comiendo como si nada.
Entre cerré mis ojos cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo.
Para jugar se necesitan dos y yo no iba a quedarme como idiota ante ella.
Si me miraba yo también lo hacía con la misma intensidad que ella.
Me rozo el brazo con su pecho sutilmente mientras se estiraba para alcanzar la sal.
Me paralice pero me recupere a duras penas.
Esto no se va a quedar así.
Los demás hablaban como si nada pero yo aproveché para bajar mi mano derecha y mirar de  reojo a Camila que cortaba su carne tranquila.
Observo que trae unos nuevos shorts y sus muslos están expuestos...
Mi mano viaja hasta ese lugar y comienzo a tocar solo con mis uñas.
Ella se estremece y se atraganta con la comida.
- ¿linda estás bien?
Austin le pregunto y ella asintió frenéticamente.
Reí para mis adentros y continúe ...
Seguí mi caminito hasta bajar por su rodilla y hacer pequeños círculos.
Veía como cerraba los ojos y se quedaba quieta en su asiento, inspirando Hondo.
Nadie pareció notarlo, ella volvió sus ojos a mi ...tenían un brillo especial.
Negó con la cabeza y yo continuaba como si nada.
Ella Comía con dificultad...
Se acercó a mí sutil y me susurraba al oído.
- Detente Lauren.
La ignore y baje un poco mi mano a su parte interna de la pierna y ella suspiró bajito.
Medio cerrando los ojos.
Increíble, solo con mis uñas, sabía que me las pagaría, bajaba y subía lento y suave ....
Ella apretaba su cubierto, mordió su labio....
Ya se había relajado, resoplaba despacio, subí mis dedos a su muslo de nuevo
Ella tomó la jarra de agua y vertía el líquido en su vaso y continúe más arriba alzando un poco la tela de su Shorts casi tocando la otra prenda de abajo. De repente se le fue el equilibrio en la garra y el agua se derramó a sus piernas mojando parte de la mesa y de ella pero me detuve y aparte mi mano.
Volviendo a cenar como si nada.
Ella giro su cabeza y me miró confundida
Le miré retándola y sonriendo triunfante, dos pueden jugar...
Todos se sobresaltaron por su torpeza.
- ¿Ay Camilita te mojaste? fingí preguntar inocente y ella se paró de la mesa limpiándose.