Epílogo

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Camila

Hacia cinco años, cinco desde aquel terrible día que viví mi pesadilla, Lauren estaba tendida en el suelo sin moverse para nada, sentí que aunque fue poco el tiempo que la conocí, supe que mi amor por ella era más que fuerte, tan vivo desde la primera vez que se lo dije, el aroma de su cuerpo, su maravillosa y contagiosa sonrisa, dios, como la amaba y como seguía haciéndolo después de todo este tiempo.
Mi vida, mi Lolo.
Todavía lo recuerdo... ¿Porque es así no?

Su cuerpo pegado al mio, su calidez, sus labios sobre los mios, se sentía tan bien, pero al separarme, ella no esta igual que antes, no tiene ese brillo en los ojos, ni siquiera parece estar mirándome.
— ¿Lolo? ¿Qué pasa?
Le acaricio la mejilla y no me contesta, recorrí el camino ascendiendo con cuidado hasta apartar el cabello rebelde de su rostro, esta húmedo, y algo denso, me confundo al notar que mi mano esta manchada, la aparto, esta herida.
— Te amo. — Me dice pera darme un beso, uno que no siento, no siento sus labios, ya no, no siento nada, ella deja de moverlos.

Te esperaba de noche ese día, no ya no creo que venga, mis suspiros de esperanza se habían ido con ella cuando presencie la terrible escena, en un mínimo de segundo ... Todas las cosas que viví ese mes, creí saber todo de ella, sentí toda la distancia que se había creado cuando vi su cuerpo tirado, después de eso me hirió mi corazón al verla así, seguido de esas noches que una parte de mi se había perdido soñé muchas veces con su amor,  es triste hablar así.... La esperaba al caer la noche al menos que llegara en mis sueños. Pensé muchas veces que lo hiciera, pero sé que no vendrá...¿Lauren? ... Lauren ...


Abrí los ojos en seguida, mis mejillas están húmedas, rápidamente observó mis manos, están limpias, no puedo explicar la opresión en mi pecho, otra vez soñé con ella. Miro mi lado izquierdo de la cama, esta vacío .... Lauren no esta.
Me recuesto y me giro para oler el aroma que dejo impregnado en su almohada.
Estaba sola en esa gran habitación de la cual, me tomo unos segundos retomar por el impacto del sueño... Recordarla así no me había pasado hace varios meses.
Basta Camila, ya paso, fue una pesadilla, ya paso, pero no puedo dejar de llorar.
Que poco sabia en ese entonces.

— Cariño, Amor ¿Qué pasa?
La voz me trae de vuelta a querer mirarla con tanta impaciencia.
La puerta se abre y entra, camina preocupada hasta la cama y me mira.
Yo levante la mirada y vio mis lágrimas.
Mis disculpas por sentirme así cariño, no es mi intensión que veas esto casi todas las mañanas si tu no estas.
— Camz no llores.
Se acerca a mi y me abraza fuertemente.
Dios su olor. Parece que había pasado una eternidad sin poder tener el placer de olerlo otra vez.
— Lauren ... No dejes de abrazarme — me aferro más a ella y me sujeta, me obedece y besa mi cabeza.
— No lo haré, ¿otra vez esa pesadilla?, Camz estoy aquí contigo.
Se aparta un poco y me besa suave los labios.
— No puedo evitarlo, es algo que se quedo, y recordarte .... Así es ... No fue nunca mi intensión sentirme así, Perdón.
— Shhhh calma, no pasa nada, no tienes que pedir perdón por algo así. Fue un golpe ¿recuerdas?
Mi aire se acababa ... Con solo recordar, qué le pasa, por que juega así.
Trató de bromear y yo de verdad que no le vi la gracia, entonces vio mi expresión seria y se calló.
— No entiendes lo que pase, lo que sentí, Lolo, casi te pierdo ... Para siempre.
Toda la noche de ese sábado me torture al no poder hacer nada por ella como hubiera querido hacerlo ... No quiero revivirlo nunca más.
No me separaba de ella y sentí su corazón latir amaba ese sonido, con toda mi alma.
— Pero no lo hiciste, tienes mucha Lauren Jauregui para rato.
Se comenzó a reír y juro que ese sonido lo atesoraría para siempre, es mi favorito.
Junte su frente contra la mía.
— No podría vivir en este mundo sin ti, ni en este ni en ninguno. No, no podría .
La besaba con todo el amor que me fuera posible y sentía como sonría en el beso.
— Ten por seguro que yo tampoco Camila.
Me sujeto de la cintura desnuda y se abalanzo sobre mi.
— A todo esto ¿Dónde estabas? No te vi en la cama.
— Fui abajo, a preparar el desayuno, y de paso para los demás, pero cuando venia a despertarte estabas así.
Me dio un corto beso y me sonrió.
— No me vuelvas a dejar sola aquí, sabes que no me gusta despertar y que no estés a mi lado.
Le reprochaba y ella partía a reír.
— Como tu digas — Se levanto y de paso me halo fuera a mi también.
— Vamos, no puedo dejarte aquí ni un minuto más — Casi, casi me vistió y me hizo salir de allí lo más rápido que pudo.
— Espera, ellos seguramente seguirán dormidos.
Antes de dar un paso más ella me interrumpió.
— No, ellos están despiertos pero mi madre esta con ellos en el jardín.
Dejándome más tranquila pude bajar las escaleras a gusto de la mano de Lauren.
Verónica y Lucy estaban en el comedor desayunado tranquilamente.
Mis padres estaban en el jardín con los padres de Lauren, se escuchaban risas y mucho ruido.
Adoro estas mañanas soleadas, fui directo a la cocina y Fransis estaba allí como siempre, con sus mejores sonrisas, adoraba su comida.
— Buenos días — Salude y ella me devolvió el saludo.
Desayune lo más rápido posible, por lo visto era un poco tarde y  me encantaba pasar y aprovechar las vacaciones, adoraba mucho los viajes familiares que Lauren y las chicas se les ocurría organizar.
Debo admitir que dude un poco en venir aquí, pero Lolo me convenció de decirle que si.



No Estabas En Mis Planes CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora