Parejas crack y otras casi canon (yaoi/BL)

El poder de las especias (AkiraxSouma)

Soma había ido al laboratorio de Jun para perder un poco el tiempo. Había estado aburrido los últimos días, y le pareció divertido ir a molestar un poco al moreno, al cual no veía desde la última vez que había ido en compañía de la sombra de Alice; para degustar el platillo que los había derrotado y estudiar un poco sobre las espacias. Y lo admitía, ya extrañaba algo no visitarlo

Cuando llegó tuvo la suerte de que fuera la castaña la que abriese la puerta, Hayama seguramente le hubiera cerrado la puerta en la cara al presentir a lo que éste se disponía. Aunque Jun se había ido a quién sabe dónde al poco rato de que Soma entrara en el laboratorio. Mencionó algo de que tal vez quisieran estar solos para pasar un rato en amigos. El pelirrojo no mentiría, admiraba en verdad la preocupación tan maternal que tenía la castaña. Y siendo por la personalidad que tenía el moreno, Soma entendía bien las razones de sus miedos.

—¿Sabes? Creí que eso de las visitas ya se había terminado. Kurokiba no ha vuelto a venir desde su última visita en conjunto —le informó mientras lo seguía de cercas, asegurándose de que no rompiera nada costoso. Había intentado sacarlo una vez se fue Yun, pero Yukihira sí que era insistente.

—Sí, sí. Era de esperarse —respondió Soma, aunque no parecía prestarle una atención real. Ese gesto irritó un poco al moreno, pero intentó pasarlo por alto.

—No tengo problema con que vengas a buscar información e ideas para nuevos platillos, pero no es correcto que llegues de la nada. No deberías de hacer lo que quieras y meter a las personas en tus asuntos, ¿sabes?... —Hayama guardó silencio unos segundos esperando algún comentario ajeno, pero cuando miró a su compañero se dio cuenta de que éste ahora se encontraba frente a una mesa con varias especias molidas que había preparado hace unas horas.

Se apresuró a llegar a su lado, y justo cuando planeaba regañarlo, el pelirrojo se volteó hacia él.

—¿Qué es esta especie? —preguntó, señalando al polvo amarillento que había dentro de un pequeño plato, demostrando que había estado ignorando por completo lo que le decía el otro.

—Se llama cúrcuma —respondió, apretando sus nudillos para tratar de mantener la compostura. Usualmente sería más tolerante y paciente, pero ese no era un muy buen momento para él—. Es una especie muy usada en la India, al igual que en la medicina altenativ-

—Ah, sí, sí. Por supuesto —respondió el pelirrojo, mientras analizaba ahora otro plato que tenía una mezcla de tonos verdes y rojos en él.

Hayama no toleró más es rostro arrogante del pelirrojo y sujetó su brazo torciéndoselo en la espalda, inmovilizando contra la mesa el otro brazo y resto del cuerpo de Soma. Se avergonzaba internamente de su falta de compostura, pero en ese momento no estaba para razonar.

Su frustramiento actual era en parte culpa de Jun. La había descubierto viendo una película para adultos con material gay esa mañana, y desde ese momento había recordado que llevaba un tiempo sin "atenderse". Como la castaña siempre estaba detrás de él atenta en lo que hacía y no hacía, no tenía muchos momentos en los que pudiera disfrutar pácificamente de estar solo; aunque había estado manejando bien su frustración hasta la aparición de Soma.

La última vez que lo había hecho pensó en el pelirrojo al correrse, y desde entonces agradecía que las visitas del segundo y tercer lugar en las Elecciones de Otoño cesaran aparentemente por completo.

—¡Wah! —Soma sin duda lucía sorprendido por la repentina agresión del moreno—. Lo siento, creo que no te estaba prestando atención, ah, ¿podrías dejar de torcer mi brazo? Escucharé tu explicación sobre el curuma.

Hayama chasqueó con su lengua mientras sonreía de una forma que nunca antes había hecho.

—Su nombre es cúrcuma —corrigió cerrando un poco los ojos—. Usualmente se usa para desinflamar, pero también es un antidepresivo natural muy efectivo. Libera dopamina, ¿sabías? Eso es algo que suele soltarse en el cerebro en actividades particulares como... el sexo.