CAPÍTULO 20

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¿Les gusta la nueva portada?

Bueno, pido perdón por el retraso pero he estado muy estresada estos días, y no he tenido tiempo, espero que les guste💘











- Lo que pasó ahí - el chico de ojos negros hizo una pausa y después suspiró, era extraño tenerlo junto a mí - Es mejor olvidarlo - yo no digo nada, me lo esperaba, sabía muy bien que había sido un error, pero no me lo esperaba así, aprieto los labios, él nunca se fijaría en alguien como yo, nadie lo haría.

Yo asiento con la cabeza sin decir nada, podía sentir aún su mirada en mí, suspiro y me levanto del árbol con un amargo sabor en la boca - Lo entiendo, fue un error para ti, hay que olvidarlo - lo miro una última ves antes de caminar lo más lejos posible de su lado, porque aún muy en el fondo me dolía, pero esa era mi realidad, nadie nunca amaría a un desastre como yo, no había nada que yo pudiese entregar, con ese pensamiento alejé cualquier esperanza, porque esa era mi realidad, era mi jodida verdad.

- ¿Qué pasa nena?, estás ausente - miro a Max y aprieto los labios, suspiro pesadamente, estábamos en la cafetería, desde la conversación con el chico he estado ausente, no quiero contarle a Max del incidente de ayer, ni mucho menos el de hoy, era mejor dejarlo en el olvido.

- Pasa que estoy cansada - suspiro - Creo que hoy después del instituto no saldré de casa - el chico me mira unos segundos, analizándome, muerdo mi mejilla interior y le saco la lengua para que no desconfiara de mis palabras.

Max me mira unos segundos más y suspira - Faith, sé que me escondes cosas, yo también - me mira seriamente, no había rastro del chico bromista - Pero quiero que sepas que no te presionare, cuando estés lista yo te escucharé, y tú estarás lista para escucharme - Max me sonríe y toma mi mano, yo solo me quedo en silencio y aprieto con fuerza su mano, agradeciéndole.

Porque esto era lo que yo necesitaba, tenía a un hermano conmigo, el que me apoyaba, aunque tenía heridas sabía que algún día terminarían sanando, no necesitaba nada más.

Miro la hora en mi celular, quedaban cinco minutos y podría irme a casa, me sentía cansada, necesitaba dormir y pensar, estaba confundida.

Miro la pizarra y bufo, no había escrito nada, rápidamente tomo los apuntes más importantes, me recriminé mentalmente, ahora tendría que pagar por haberme quedado toda la clase mirando por la ventana, pero agradecí que nadie se hubiera percatado de eso, no estaba para quejas.

El timbre que indicaba el término de clases se escuchó y sonreí por eso, a pesar de apostar que era la más interesada en irme guardé las cosas con calma, esperando que todos salieran, cuando me levanté de la silla un extraño mareo me hizo volver a sentarme, frunzo el ceño y volví a pararme, el mareo seguía, pero no tan fuerte como la primera vez, camino apretando mis labios, tomo mi bolso y salgo de la sala.

Camino a paso lento, eran pocos los que aún quedaban en los pasillos, suspiro, me sentía agotada tanto física como mentalmente, y tenía un presentimiento de que se debía a la última conversación que tuve con Ethan, me preocupé, ese chico estaba logrando meterse en mi cabeza y no hallaba como sacarlo.

Tenía que olvidarme de todo, alejarme lo más posible de él, yo no estaba para amores, no sabía si aún podía entregar algo bueno de mí, aprieto los labios, cualquier pensamiento escapo de mi mente al sentir un fuerte agarre en mi brazo y como mi cuerpo impactaba con otro más firme pero sin lograr dañarme, confundida miré a mi apresor y frunzo el ceño al ver a Ethan mirándome fijamente, cuando iba a reclamarle el chico estampó sus labios contra los míos, tuve la sensación de que aquel beso golpeó mi corazón, porque juraba sentir como esa extraña calidez que el portaba me invadía por completo, y se sentía bien, así que dispuesta a obtener más de ella lo besé, no sentí miedo, dentro de mi cabeza no pasó ninguna de mis pesadillas, me ayudaba a combatir contra mis demonios.

Después de unos segundos él se separó un poco de mí, pero no lo suficiente, sus manos estaban en mis mejillas, y su frente chocaba con la mía, lo miré a los ojos y pude ver mi reflejo en ellos, mi cara sonrojada y con un brillo diferente en mis ojos, le sonreí, por algún motivo quería sonreír mucho.

Él depositó un suave beso en mi frente y cerré mis ojos ante la sensación cálida que me invadió nuevamente, extrañamente ese chico era la calidez que quería en mi vida, y me gustaba, en serio que eso me gustaba.

- Estoy seguro que después de esto no habrá nada que me aparte de ti - dice mirándome con una sonrisa, yo le sonreí porque tampoco quería que se alejara de mí, lo quería cerca, lo quería a mi lado - En serio quise cumplir mi promesa y olvidarlo, lo intente, pero no has salido de mi cabeza desde un buen tiempo, y ya me canse de ir en contra de la corriente - su sonrisa se hizo más grande y el brillo en sus ojos se hizo más notorio, me gustaba como brillaban sus ojos - Mi corazón y mi mente me piden estar aquí, lo necesitan, y yo no volveré a luchar contra esto - me mira nuevamente con esa intensidad que lograba hacer que mi corazón golpeara con fuerza mi pecho - Yo quiero con todo mi corazón permanecer aquí, a tu lado, pero lo más importante para mí es saber si tú quieres que permanezca aquí, si quieres que me quede a tu lado.

Yo lo miré por unos segundos, pensé en todo lo que quería, todo lo que ansiaba lograr, y podía ver claramente que él era lo que quería, este chico sería mi compañero en el camino que quería seguir, y lo ansiaba, lo quería así.

Así que involuntariamente una sonrisa se extendió por completo en mi rostro, sentía algo tan nuevo en mi pecho, una alegría que hizo que mis ojos se cristalizaran - Por mucho tiempo busque esa sensación que tu logras darme Ethan - digo acercando su frente a la mía, rodeándome por sus brazos y sintiendo que estaba en el lugar correcto, en los brazos hechos para mí, y con el corazón que era mío, porque así lo deseaba, lo quería a él conmigo - Quiero que te quedes a mi lado, y también quiero permanecer aquí por mucho tiempo - dije.

Sus brazos me acercaron a él con más determinación, cerré mis ojos sintiéndome a salvo, sintiéndome plena, y me gustaba eso, lo quería por siempre.

así que en ese primer abrazo le entregue mi corazón, y solo Dios sabía cuan feliz me hacía eso, ya nunca más estaría sola, lo tenía a él, siempre lo tendría a él.

OJOS NEGROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora