CAPÍTULO 32

2.2K 189 5
                                    

Ethan

Había pasado toda mi vida lleno de rencores con el mundo, porque era muy consciente de que mientras algunos como yo debíamos compartir y hasta a veces pelear por una miga de pan, y otros como ellos que con solo un chasquido de dedos podían tener todo lo que querían, que nunca habían pasado hambre, que no habían tenido que escuchar a sus padres llorar desconsoladamente por no tener que darle a su hijo, un hijo que trataba de ocultar su hambre sólo para que sus padres no se sintieran culpables de no tener que darme, pase muchas dolencias, pero tuve su amor hasta sus últimos días, y siempre les agradecería por haberme criado bien, con amor y sobre todo con unión.

Haber tenido la oportunidad de poder contar con una beca para ese colegio me había llenado de emoción, aunque sin saber también me había llenado de resentimiento por esa gente, por personas a las que no les debía faltar nada, que eran caprichosos, egoístas y también crueles.

Y claro, en todo momento hay una excepción, y en mi vida no fue distinto.

Porque la conocí a ella, y juro que desde el primer momento que la vi supe que iba a romper todos mis escudos y creencias, y no me equivoqué, lo hizo, y juro que nunca me iba a arrepentir de eso, no si se trataba de ella, nunca de ella.

La miro unos segundos antes de suspirar y sonreír, era dichoso de tenerla conmigo, y me arrepentía de haberla tratado de esa manera al conocerlos, pero estaba cegado por el resentimiento, y envidia, y no podía con el hecho de que me interesara, de que al verla algo dentro de mi había cambiado, y trataba de alejarla para estar a salvo, porque sentía que ella iba a cambiar muchas cosas, y lo hizo, cambio mis días tristes por risas, hizo que mi corazón agrietado pudiera volver a latir como loco, y todo por ella, siempre por ella.

Ella había sabido meterse dentro de mí, calar hasta el fondo, y eso me había asustado como un demonio, pero hoy en día era algo que agradecía, porque a su lado de alguna extraña manera me sentía lleno, sentía que podía pelear contra quien fuera y sin importar si perdía o ganaba ella estaría ahí para levantarme, apoyarme, llorar y reír conmigo, estaríamos juntos, ya no habría soledad.

- ¿Qué ocurre? - dijo mi chica mirándome atentamente, yo volví a suspirar y sonreí - Dime que pasa, o creeré que has estado consumiendo drogas - dijo haciendo un puchero que me causó ternura, la amaba.

Me tense ante la mención de drogas, a mi mente llegaron los días más oscuros de mi vida, cuando mis padres se fueron de mi vida caí en malos pasos, odiaba a todo el mundo, renegaba del Dios que estaba en el cielo, vivía preguntándome el porqué de quitarme a las personas que más amaba en el mundo, no entendía porque si decía amarnos a todos nos había hecho esto, porque había dejado que papá y mamá sufrieran, porque dejo que enfermaran y que el dinero no hubiera alcanzado para que ellos se salvarán, que prefirió llevárselos y dejarme a mí en este mundo, un mundo que no había hecho más que causarme malos sabores de boca, estaba tan sólo, tan asustado, y caí, había encontrado refugio en las drogas, me había dejado caer en el mundo del que tantas veces mis padres me habían ocultado, no recuerdo las veces en las que había terminado casi muerto frente a un hospital, las veces en las que me miraban con lástima, las veces en las que prefería una golpiza que me dejara al borde de la muerte que seguir, juro que un momento de mi vida prefería morir que seguir viviendo tanta mierda, ya no soportaba vivir con un jodido agujero en el pecho, ni mucho menos con tanta soledad, una que me consumía de a poco, y que me desesperaba pensar que así sería mi vida.

Y no fue hasta que desperté de mi última golpiza, dos semanas después, estuve en coma, volví a la vida después de los dos segundos que estuve muerto, los doctores dijeron que era un milagro, el que estaba allá arriba me amaba, que me había aferrado a la vida y que había ganado, yo pensé en papá y mamá, ellos me amaban, ellos me habían ayudado a seguir, cuando desperté y después de haber escuchado todo lo que me habían dicho me rompí a llorar, les pedí que me dejaran morir, porque una vida como la que había estado viviendo no quería, ya no tenía las fuerzas para seguir, mis fuerzas se habían acabado, ya no me quedaba ninguna para seguir luchando.

Ahí fue cuando llegó Demetrio, era el doctor que me había atendido, él se acercó a mí y me abrazó fuerte, me consoló como a un niño pequeño y yo me deje, porque necesitaba ser débil por un momento, ya después volvería a pelear, ese mismo hombre fue el que me ayudó a seguir, me llevo a su casa, junto a su esposa, ellos habían perdido a su hijo en las calles, querían que me quedara, yo no me negué, no cuando no tenía donde ir, y que estaba seguro que si no aceptaba terminaría muerto.

Ellos me habían entregado mucho, y los amaba, y siempre les agradecería por salvarme, por guiarme hacía el camino correcto.

- ¿Te ocurre algo? Estas extraño - dice Faith acercándose a mí, yo la miro con los ojos cristalizados, aún seguía doliendo recordar, ella toma mi mano entre las suyas y siento paz.

- ¿Qué te parecería empezar a formar una familia conmigo? - ella me mira en silencio, yo solo sigo hablando - Hace poco te dije que eras mi compañera, y lo dije en serio, eres la única mujer que quiero conmigo, la única que quería ver despertar a mi lado, a nadie más - sus ojos están cristalizados y los míos también - Quiero formar una familia contigo Faith, con nuestro pequeño, juro que los amaré y protegeré con mi vida, daría mi vida y alma entera por ustedes, porque mi corazón les pertenece, yo les pertenezco - mi chica deja caer unas lágrimas y yo las limpio con mi mano, la amaba - ¿Quieres empezar a vivir una vida a mi lado Faith, seguir caminando por este mundo de mi mano? - ella asiente con la cabeza aún con lágrimas cayendo de sus mejillas y mi corazón golpea con fuerza mi pecho, soy el hombre más dichoso del jodido mundo, tengo a mi chica junto a mí, a mi hijo, porque eso es, y me prometía y le prometía dar lo mejor de mí para ser un buen padre para él, como lo fue mi padre y como también lo fue Demetrio, y sabía que todos ellos estarían orgullosos de mí, como yo lo estaba en este momento, porque estaba orgulloso de que ella me eligiera a mí, que dejara que fuera yo aquel que curará sus heridas y la consolara, que me dejara compartir su vida conmigo, viviera agradecido por eso.

- Te amo Ethan, te amo con todo mi jodido corazón, porque gracias a ti estoy donde estoy, porque estaba tan hundida y tú me ayudaste a salir de ahí, te fuiste convirtiendo en mi salvación, en el lugar en el que pertenezco, pertenezco a ti, mi lugar estará siempre en tus brazos, siempre - yo la atraigo hacia mí y la beso, lo hago con desesperación, porque nunca me cansaría de esto, nunca de ella, porque donde estuviera ella yo estaría, y eso, eso era lo mejor del mundo.

- Entonces, ¿quieres vivir a mi lado? - para algunos tal vez era pronto, que estábamos jóvenes y que también deberíamos conocer a más personas, pero yo no quería conocer a nadie más, la quería a ella, sólo a ella.

- Contigo lo quiero todo, absolutamente todo Ethan.

Porque sabía que nunca más estaría sólo, que la tendría a ella conmigo, estaríamos juntos

OJOS NEGROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora