Jamás en la vida había llegado tan monumentalmente tarde.
Había perdido la primera hora y parte de la segunda, los pasillos del instituto estaban desolados y reinados por un silencio sepulcral, podía sentir ya que me retarían, pero aun así corrí a los vestidores haciendo eco y chirrando mis zapatillas a cada paso que daba.
La puerta del casillero metálico hizo más ruido del que esperaba cuando mis manos temblorosas lograron deshacerse del candado, en tiempo record logré colocarme el chándal y las deportivas e incluso salí a paso apresurado terminando de colocarme durante el trayecto aquella polera ajustada.
Me había costado horrores levantarme a una hora prudente el día de hoy, el incidente de ayer había desvanecido cualquier rastro de sueño, había pasado la noche en vela enfundada en mi larga franela gris, pero con toda la actitud de un búho. Para mi mala suerte la cafeína no hacia milagros y los kilos de maquillaje que apliqué apenas disimularon las enormes ojeras que enmarcaban mi cuenca.
A escondidas me oculte tras las gradas esperando mi oportunidad para incorporarme a la clase, pertenecía al equipo de atletismo, estaba obligada a entrenar tres veces a la semana preferiblemente durante las mañanas, pero el incremento de frio por las heladas venideras habían retrasado temporalmente una hora mi entrenamiento.
Me agache con cautela para poder anudar mis cordones, estire un poco las piernas e incluso até mi cabello con una liga de goma, sin embargo, el molesto sonido de un silbato justo detrás mío llamó mi atención. M-I-E-R-D-A.
Instintivamente lleve mis manos a los oídos tratando de aminorar el estruendo, pero aquella potente voz se coló por cada resquicio libre entre mis dedos.
—¡Tarde, Davina! —gritó la entrenadora arrojando prácticamente los pulmones al hacerlo. — ¡Diecisiete minutos tarde, diecisiete vueltas a la pista! ¡AHORA!
Con un brinco y el corazón acelerado acaté la orden sin rechistar, a la distancia podía oír los silbidos periódicos, aunque frenéticos que dictaban un incremento de velocidad. Ofuscada aceleré el paso tratando de alcanzar a mis compañeras y aunque lo logre al poco tiempo, ellas llevaban la mayoría de su penitencia cumplida, pronto fui la única corriendo alrededor.
Cuatro vueltas más tarde, podía sentir el sudor correr libremente por mi cara, con el dorso de la mano lo limpie, pero junto a este salió todo el maquillaje.
"Maldición" pensé, había pasado buena parte de la mañana tratando de ocultar las ojeras y mi esfuerzo ahora estaba en el cesto de la basura.
...
Para cuando entre a las duchas muy pocas chicas hacían uso de ellas, el vapor se había disipado y deje correr el agua libremente mientras me quitaba las prendas empapadas en sudor. El agua tibia disminuyó un poco la tensión acumulada en mi espalda, los músculos de esta se relajaron notablemente y me quede ahí por un buen rato, luego me concentre en retirar todas las impurezas de mi piel, lave a conciencia mi cabello y deje que el agua se llevara los restos de jabón en las baldosas.
¿Cuánto tiempo había gastado en la ducha? No lo sabía, pero suponía que el suficiente para estar sola al salir.
Me apresure a secar mi cuerpo sin darle importancia al enrojecimiento ocasionado por la aspereza de la toalla, camine a los vestidores únicamente en ropa interior un tanto preocupada por lo tarde que estaba para mi siguiente sesión, pero a medio camino me choque con algo, o más bien con alguien.
Nela Padmore.
—¿Mala noche? —inquirió señalando mis potentes ojeras.
¿Qué hacia ella ahí? Ni siquiera tomábamos atletismo juntas y eso estaba más que claro. El uniforme guinda que vestía resaltaba sus bonitas facciones de porcelana e incluso enmarcaba sus ojos grisáceos, pero las modificaciones que le había hecho a las prendas daban el impacto de promiscuidad. Algunos parches y estoperoles se aferraban al cuello de la camisa blanca haciendo ver estúpidos los listones del corbatín, y aunque su aura ahora pareciera ruda, sus labios delgados infundían inocencia a su porte letal.
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SOULMATE
WerewolfATENCIÓN: Está historia modificó sus primeros 17 capítulos el 21 de enero del 2019 para el correcto seguimiento de su curso. Sí ya la habías leído te recomiendo leer desde el inicio nuevamente para entender completamente la historia. Las actualizac...