Capítulo 15

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No tardé mucho en escuchar el gran aullido desgarrador que surgió de la garganta de Ilan, ese aullido seguido de otros a coro que me garantizaban el dominio de la luna sobre ellos.

—Darren. —susurré a modo de llamado.

Estaba segura de que al estar en su momento más sensible vendría a mí.

Continúe susurrando su nombre hasta que escuche el leve crujido de la madera que me indicaba ciertos pasos acercándose a la habitación.

Mentiría si dijera que no estaba nerviosa, pero a la vez extasiada por dar un paso tan grande como perder mi virginidad.

Me acomodé sobre la cama esperando a que Darren apareciera, humedecí mis labios lentamente y dirigí la mirada a la puerta al momento que está se abrió dejándome ver a un Ilan con la mirada dorada.

Darren dirigió su mirada directamente a mis piernas desnudas comenzando a subir por ellas hasta llegar a mis bragas negras, su mirada se intensificó, pero no sé detuvo ahí, continuó hasta llegar a mi pecho que no revelaba la falta de sostén y se detuvo un buen tiempo en mis labios.

Consciente de que el observaba todos mis movimientos decidí jugar un poco, arrastrando mi mano sobre mi vientre desnudo y amenazando con perder mi mano dentro de las bragas.

Darren cerró la puerta y se acercó hasta el final de la cama permitiéndose observarme un momento más. Con cautela comenzó a trepar encima del perfecto edredón blanco, estiró su mano hasta colocarla en el dorso de mi pie acariciándolo con cuidado provocando en mí una reacción bastante satisfactoria parecida a una carga eléctrica recorriendo mi cuerpo e intensificando en mi húmedo centro.

Con sus dedos trazo su ruta cada vez más arriba, los movimientos suaves y lentos se detuvieron brevemente en el inicio de mi trasero.

Con ambas manos separó mis piernas acomodándose entre estas para alcanzar más fácilmente mis labios.
Aunque la situación era puro erotismo y deseo el beso que posó en mis labios fue pura ternura y adoración. Sonreí ante su acto que confieso logro quitarle hierro al asunto permitiéndome descubrir una faceta mía que ni yo misma conocía.

Tomé su cuello fuertemente, atrayendo su bonita boca a la mía haciendo más intenso el beso de un inicio. Darren barrió su lengua contra mi labio inferior haciéndome abrir más mi boca dándole acceso a su lengua juguetona.

Él se separó bruscamente de mi haciéndome sentir dolida pero el rápidamente habló:

—No me malinterpretes, cariño, quiero esto tanto o más que tú, pero Ilan me está jodiendo, tengo que detenerme.

Comencé a molestarme un poco con la actitud protectora de Ilan por lo que decidí tomar cartas en el asunto.

—A la mierda Ilan, quiero ser tuya completamente.

Sus ojos dorados se cubrieron de un brillo que solo indicaba deseo, acto seguido ataque sus labios nuevamente haciendo chocar nuestros dientes levemente. Las manos de Darren subían y bajaban por mi abdomen hasta que decidido comenzar a subir un poco más.

Se volvió a separar rápidamente de mi cuando llegó al inicio de mis pechos. Su sorpresa fue enorme cuando descubrió que no llevaba sujetador.

Con delicadeza como si me pudiera permiso o esperara que lo frenará acarició el contorno de estos marcando su forma redonda, aunque no eran demasiado grandes.

Me deleité con la calidez que se sentía y pude sentir como mi vagina comenzaba a chorrear. Decidida quité mi blusa por encima de mi cabeza y me permití observar las facciones tensas de Darren como si se debatiera mentalmente.

Tomé su mano derecha y la posicione sobre mi pecho enseñándole como me gustaba acariciarme, el comenzó a jugar con mi pezón rosado y ligeramente erguido haciendo que emanara pequeños gemidos.

Con su otra mano le brindo atención al pecho restante e incluso dejo y rastro de besos húmedos en mi canalillo. Cuando su lengua hizo contacto con la piel sensible no puede evitar arquear la espalda en dirección a su boca pidiendo más de la agradable sensación.

Sus labios continuaron subiendo por mi cuello y mandíbula hasta apoderarse nuevamente de mi boca mientras jugaba con algunos mechones sueltos de mi cabello.

Con mis manos acaricié su espalda por debajo de la playera blanca que traía puesta y confieso comenzaba a estorbarme.

Tomé el dobladillo de esta alzándola sobre sus hombros y deshaciéndome completamente de la prenda. Me animé a curiosear más allá de los límites permitidos por lo que baje mis manos a su cintura para luego colocarlas en su trasero firme, mentiría si dijera que no disfrute cuando apreté sus glúteos e incluso obtuve una sonrisa entre besos mientras lo hacía.

Solté un chillido cuando Darren invirtió las posiciones dejándome a horcajadas sobre el con nuestros sexos rozándose.

Él estaba duro. Demasiado duro. Dejé de besarlo y desde la altura lo observé completamente. La barba incipiente en su mandíbula me fascinaba y la bonita sonrisa que me brindaba me desarmó completamente.

Volví a besarlo, pero en esta ocasión deslicé mi mano dentro de sus pantalones, acariciando su abultado miembro aún con el bóxer de intermedio.

Un jadeó salió ruidosamente de su garganta, aunque se mezcló con un gemido mío al momento en que sus manos apretaron mi trasero. Con dificultad desabroché su pantalón y tiré de él mostrando el inicio de su ropa interior negra. El me ayudó a deshacernos de la ropa restante y una vez completamente desnudos procedió a mimar mis zonas más erógenas.

Me encontraba un poco nerviosa de saber que su potente envergadura sería la que me desflorara pues era demasiado grande que comenzaba a tener miedo de terminar en silla de ruedas o algo parecido.

Su longitud era impresionante llena de venas totalmente marcadas y tan erecta que incluso se curvaba al final exponiendo el glande aún más.

Una gota pre seminal estaba brillante en la punta de su verga, listo para explotar en cualquier momento siendo eso lo que me motivara a dar un paso más.

—Darren, te necesito—gemí.

A lo que él no perdió demasiado tiempo.

La posición volvió a cambiar dejándome justo debajo de él, sintiendo su virilidad en mi entrada. Aún con su mirada llena de deseo parecía buscar en mi rostro cualquier señal de arrepentimiento, pero al no encontrarla lo tomo como una señal para penetrarme.

—¡¡Aahhh!!

La estocada fue limpia y rápida pero el dolor dentro de mi comenzó a fragmentarse. Estuvimos así un pequeño tiempo esperando a que me acostumbrara, pero una vez el dolor se disipó sus caderas comenzaron a moverse fraccionando con la carne húmeda de mi interior.

Al inicio fue incómodo, pero entre más bombeara más se intensificaba el placer.

—¡ahh! ¡Maaaasss!

Definitivamente era indescriptible la sensación que sentía, tanto placer acumulándose buscando su liberación era desorbitante.

Nuestras caderas se movían al mismo ritmo y sentir su pene en todo su apogeo me invitaba a gritar pidiendo más.

—¡Darren! — fue lo último que grité una vez que todo dentro de mi explotó, luego un líquido caliente me invadió.

Mi respiración agitada se acopló a la de Darren quien descansaba su peso en mí. Luego de unos momentos decidió separarse dejándome con la vagina ardiendo.

El me indico que me acomodara en su pecho mientras me quedaba dormida. Al poco rato desperté descubriendo que había sido observada por él las dos horas que logré dormir, aunque prácticamente pasamos el resto de la noche practicando y mejorando las habilidades que acababa de desarrollar.

Me permito decir que fue una de las mejores noches de mi vida.

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