Pasamos otra semana yendo al psicólogo todas las tardes. De nuevo otro dia en este lugar.
Estaba empezando a cansarme de venir. Y no era el unico, Youngjae tambien estaba cansado, aunque no me lo dijera.
Me sentía mal, muchas veces, al saber que Youngjae no me tiene la misma confianza que el año pasado. También me di cuenta que este año él no confía tanto en las personas como lo hacia antes que ocurriera todo.
A veces deseo que todo fuera mucho mas fácil, que Youngjae nunca hubiera olvidado la memoria, o mas bien que nunca hubiera pasado lo del año pasado. Que desde el primer momento él se presentara como Youngjae y no como Youngmi.
Pero no era tan fácil.
Si no hubiera tenido aquel problema. Si no se hubiera tenido que ocultar de aquel hombre, jamas lo habría conocido, nunca lo hubiera conocido.
En momentos como este, intento recobrar la poca confianza que me queda. Ademas, de la esperanza para que vuelva a recordarme y todo vuelva a ser mas fácil, sin problemas que nos rodeen.
El silencio de la sala de espera del psicólogo siempre me hace pensar en estas cosas.
Y como siempre, estos pensamientos fueron interrumpidos por la puerta abriéndose, saliendo de la habitación a quien era el dueño de mi corazón, aunque no lo supiera.
Al verme me sonrió. Se acerco a mi y me hablo.
-La psicóloga quiere hablar de nuevo contigo.
-¿Otra vez?-le pregunte extrañado.
Youngjae solo asintió y se sentó en la silla que yo había dejado libre al levantarme.
Me dirigí a la habitación y una vez entre, cerré la puerta detrás de mi.
-Hola, Jaebum-me saluda mas entrar-siéntate-me indico la silla que tenia delante de mi. Me senté- veras, quería hablar contigo, porque desgraciadamente no estoy teniendo ningún avance con Youngjae.
-¡¿Que?!
Es lo unico que me faltaba para perder toda la poca esperanza que tengo ahora mismo.
-No se alarme, solo quería informarle que Youngjae avanza mas lento de lo que esperaba. Quizás necesite un descanso y se dedique la semana que viene a otras actividades. Podrías recomendarle alguna actividad que hicieran juntos, seguro que eso seria bueno.
-¿Entonces no tenemos que venir ningún dia de la semana que viene?-pregunte confundido.
-No, a no ser que tenga alguna emergencia. Pero no creo que ocurra nada malo. Ademas, un descanso le vendrá bien, después de esforzar tanto la mente.
-Esta bien, volveremos dentro de una semana-espero que funcione lo que dice.
Una vez me despedí, salí de la consulta. Youngjae se fijo que no había salido con muy buen humor de aquella habitación, agarrándose a mi brazo para salir en busca del autobús de vuelta al instituto.
Al menos, la parte cariñosa de Youngjae aparecía de vez en cuando. Me encantaba cuando intentaba animarme con pequeñas cosas.
-¿Que te ha dicho?-pregunto mientras esperábamos el autobús.
Desgraciadamente ya se había soltado de mi brazo, quería sentirlo un poco mas.
-Ha dicho que... la semana que viene no tenemos que venir.
-¿De verdad?-dijo feliz.
Yo me contagie de su sonrisa.
-Si, dice que te vendrá bien un descanso y un poco de tiempo libre.
-Que bien, estoy deseando hacer otras cosas que no sea repetir la rutina de todos los días. Levantarme, ponerme el uniforme, ir a clases, comer y los paseos de autobús cada tarde al psicólogo.
Ambos sonreímos. Youngjae estaba feliz de poder tener tiempo para él mismo y su sonrisa ya me hacia feliz a mi.
Llego nuestro autobús y subimos, por suerte había sitio libre para los dos y nos sentamos juntos.
-Pero, ¿entonces porque saliste de la consulta triste? Es una buena noticia. No tendrás que acompañarme al psicólogo en toda la semana.
-Solo estoy cansado.-dije como excusa, aunque era verdad- creo que cuando llegue me dormiré.
-Pues, yo también dormiré-me dijo sonriendo.
