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La ambulancia vino rápidamente al lugar, a pesar de estar en medio del campo y se llevaron a mi padre, yo fui en el vehiculo con él y con mi madre, por ser familia. En cambio Youngjae se fue con su tutor y los policías. Aunque alguno se quedaron supongo que haciéndose cargo del cadáver.

Poco me importaba, solo quería que mi padre estuviera bien, y que mi madre se encontrara bien, quien no había dejado de llorar desconsoladamente desde aquel momento. Tenia miedo que no pudiera soportarlo.

Yo para que mentir, también lloraba, aunque todavía me encontraba en estado de Shock, por que por un segundo había perdido a Youngjae y a mi padre. Y una pequeña parte de mi, se sintió bien al ver a Youngjae vivo, gracias al chaleco antibalas, pero esta tranquilidad duro poco, ya que se concentro en mi padre.

En tan solo unos días, había podido hablar bien con él y ver que él me acepta ahora como soy. Incluso acepta a Youngjae, aunque quiere conocerlo como él y no como Youngmi. Espero que todo esto sea posible.

No. Esta va a ser posible.

Se pondrá bien.

Me repetia a mi mismo.

Llegamos al hospital y se lo llevaron rápidamente, supongo que a quirófano, para poder sacarle la bala.

La historia se estaba repitiendo de nuevo.

Imágenes del año pasado, bueno aun no había pasado si quiera un año. De Youngjae siendo llevado aquí, antes de comenzar el verano. Ahora antes de comenzar la navidad.

Demasiados recuerdos tristes.

Entre con mi madre y la ayude a sentarse en unos de los asientos, ya no lloraba, pero porque estaba agotada, como física y mentalmente.

-Se pondrá bien-dije lo mas convincente que pude.

Mirando hacia los pasillos vi al tutor y a Youngjae con unos enfermeros. Yéndose hacia otra sala.

-¿Que pasa?-me pregunte en voz alta- mama, ahora vuelvo. Vuelvo rápido-no quería dejarla sola.

Pero pensaba que Youngjae vendría aquí.

Corri por el pasillo y vi al tutor sentado en una silla, pero Youngjae no estaba. Por lo que corri hasta él.

-¿que pasa?-pregunte.

-¿sabes algo de tu padre?-pregunto. Yo negué- no es nada grave-respondio ahora a mi pregunta- tenia un chaleco antibala, pero igualmente el impacto lo tuvo. Por eso no se pudo mover en un tiempo, cuando cayo encima de ti.

-¿Puedo pasar?

-Si. Él me dijo que no pasara, pero supongo que no se molestara si tu pasa.

Llame a la puerta y abri suavemente.

Youngjae estaba sentado de espalda, mientras el enfermero trataba un moretón muy feo, donde tuvo el impacto la bala.

-Youngjae-lo llame- ¿estas bien?-le pregunte, caminando hasta ponerme en frente.

-Si, es un simple cardenal. ¿Sabes algo de tu padre?

-Esta en quirófano, aun no.

-Ve allí, yo cuando termine ire-me dijo, con una pequeña sonrisa-se pondrá bien.

Y no se porque le crei.

Después de eso me despedi y volvi junto a mi madre y la abrace.

Aun no sabían nada, pero mientras todo estuviera bien... la espera era horrible.

Al rato, no se cuanto tiempo real paso, llegaron Youngjae junto al tutor.

Youngjae se quedo de pie.

-Sientate-le dije.

-No tengo ganas.

-Has estado corriendo bastante. Debes descansar.

Él negó.

-No puedo sentarme-le mire extrañado- como el respaldo de la silla toque mi espalda va a ser horrible. Fui a enfermería, porque no soporte el contacto del asiento del coche en mi espalda y eso era blando. Estas que son de plástico duro...no quiero ni pensarlo.

Me sentí mal por él, iba a decirle algo, cuando un cirujano salio.

-Familia del paciente Im-nombro.

Mi madre y yo nos levantamos y caminamos hacia él.

-Ha perdido mucha sangre en el camino, pero hemos conseguido sacar la bala. La cirugía ha salido bien. Solo hay que esperar que él responda bien y despierte. La bala no ha tocado ningún órgano, asi que no habría nada de que preocuparse.

Un alivio recorrio mi cuerpo.

-Cuando el paciente despierte podréis verlo, mientras tanto estará en observación-informo el cirujano antes de marcharse.

Yo abrace a mi madre.

Ambos estábamos mas relajados. Espero que despierte pronto de la anestesia.

Salimos de la pequeña habitación y vi a Youngjae allí de pie, esperando una respuesta, pero supongo que al ver la pequeña sonrisa en mi rostro, lo supo y también sonrio.

Yo fui hasta él y lo abrace, no pude resistirme mas.

-¡Aah! Mi espalda-se quejo.

-Perdon, perdón-dije separándome.

Pero él agarro mi mano y la puso en el sitio donde no le dolia y volvi a abrazarlo.


Falsa Identidad 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora