Capitulo 13

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Narra Zacki:

Por fin lo he logrado, mi objetivo principal, capturar a aquella tortuga mutante como me lo ha dicho aquella persona, ahora ya no hay nada que me pueda impedir tener el control total de mi cuerpo...

-Será totalmente inútil el tomar el control, ¿no sabes que ese tipo solo te está viendo la cara de tonta?

Es realmente detestable escuchar aquella voz macabra en mi cabeza, riéndose y diciéndome todo lo malo de mi, recordándome todo lo malo que he hecho por su culpa, es como una maldita pesadilla que nunca acabara, claro, a menos que entregue esta extraña tortuga ninja mutante, y así podre librarme de este demonio infernal que habita dentro de mi... 

-¿Enserio crees que podrás librarte tan fácil de mi?

Tengo que ignorar a esa maldita voz de mi cabeza, no es más que una ilusión mía, según me explico aquel psicólogo que vi hace algún tiempo, solo es un producto de mi imaginación, es como un amigo imaginario, para no sentirme tan sola cuando me quedaba en casa de mi abuela materna, mientras papa trabajaba y mama llevaba a mis hermanos al parque a jugar... ¡Si! Debe de ser eso... pero, ¿entonces como explicar el que mi ''amigo imaginario''se apodere de mi cuerpo, dejándome a mi como aquella voz sin tenido en mi cabeza, cambiando por completo mi aspecto, mi tono de piel, mis ojos, mis dientes y mi voz? 

-Vaya que eres tonta... ahora entiendo porque tu madre nunca te tomo en cuenta jaja 

-No... no menciones nada de mi madre...- Dije en un susurro atroz y demoníaco

-¿Por qué? oh, ya se... es porque te dijo que no la llamaras madre porque se avergüenza tanto de ti ¿verdad? 

No... no más por favor... 

-¡Cállate! Tu no sabes nada sobre mí

-Oh... ¿Enserio crees que no se nada sobre ti?

Ya... basta... por favor...

-¡Basta! Tu no sabes nada sobre mi.- Grite hacia la nada con las lagrimas amenazando con salir

-En eso estas muy equivocada jajaja- Río aquella voz dentro de mi cabeza, que solo yo podía escuchar como si estuviera a un lado de mi- Tu nombre es Zacki Woods, tienes 17 años, vives en Nueva York con tu abuela y madre...

-¡Eso no es importante! Todo el mundo sabe eso- Grite con una pequeña sonrisa fanfarrona 

-Desde que naciste tu madre no te quiso como a tus hermanos, porque no fuiste concebida como tus padres deseaban...

-¡Basta, detente ya!- Grite tapándome los oídos.

 -Tu propia madre te rechazo, tu padre te ignoro, tus amistades te remplazaron, tu novio te engaño... 

¡Para!- Grite lo más que pude apretando mas mis manos contra mi cabeza, evitando llorar

-Mataron a tus hermanos y a tu padre, y tu madre te culpo por eso...

-¡Detente!-Me tire al suelo de rodillas, en eso las lagrimas cayeron... 

-Ella hubiera preferido que tu te murieras... estas sola... solo cuentas conmigo, porque ya nadie te quiere...

-¡Mientes!- Me tire, aun con las manos en la cabeza y llorando en silencio, debí verme tan patética- Mientes... 

-Tu bien sabes que digo toda la verdad... no tienes a nadie, solo a mi, y ahora... ¿te quieres deshacer de mi? Ja, vaya que eres patética

-Estoy harta de ti- Grite a más no poder.

Estaba en una constante pelea contra mi lado demoníaco, era un intercambio de risa y llanto, gritos y más risas, era como si quisiera volverme loca. Quería tomar por completo el control, no solo de mi cuerpo, sino también de mi mente. No estaba loca. Para nada... Aquella voz en mi cabeza no era producto de mi imaginación por sentirme sola... Esa voz demoníaca era real, incluso más real de lo que pudiera imaginar, más real que yo. Esa persona oscura llena de pura maldad que aparecía en mi reflejo, era yo... Nadie más lo podía ver, pero era real, estaba justo aquí, conmigo... No era otra persona, era yo... Mi otro yo, aquel lado que he ocultado desde aquel incidente... Mamá tenía razón en despreciarme tanto... Era un monstruo, por fin lo había aceptado.. Al fin he aceptado mi destino... No es alguien mas, soy yo... 

Entre aquella lucha mental, logre aceptar la cruel realidad.. la razón por la que sufría tantas desgracias... no era culpa de mi lado demoníaco, sino que era culpa mía... Todo era culpa mía, eso quería decirme aquella voz de mi cabeza repetidamente... Nunca estuve sola, la tenia a ella... Diciendo la dura verdad que muchos me escondían... yo no era el monstruo, sino los que me habían echo tanto daño en toda mi vida.

En medio de la lucha y las repentinas gotas de la advertencia fuerte lluvia, mi vista comenzo a tornarse borrosa, el suelo se movia, y un mareo producido por el esfuerzo hizo caerme sobre todo mi lado izquierdo del cuerpo, no sin antes escuchar aquella voz que decia:

-Es el comienzo del fin

Y no vi nada... 

Errores por una decisión lamentableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora