Capítulo 22

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Narradora: 

Todos habían quedado perplejos y en shock por las palabras del más grande de edad, rogando para que fuera una mentira. Por primera vez en sus vidas, las palabras de su padre les resultaron una total mentira. Pero... el ver a su padre de esa forma, destrozado y con un llanto muy profundo y desgarrador, les hizo saber que era toda la verdad... La imagen de su hermano comprobaba lo dicho.

Raphael estaba a punto de decir algo, pero unos ruidos terribles se escucharon de repente, helando la sangre de los presentes, quienes voltearon con temor hacia el origen del ruido producido, encontrándose con lo peor del mundo, rogando para que fuera una total mentira.

Dos sombras, con ojos color sangre, dientes puntiagudos, y garras largas y afiladas, se acercaron de forma amenazante a ellos, con deseos profundos de matar y desgarrar; las tortugas y su padre miraban con profundo terror aquellos cuerpos negruzcos sin una pizca de vida o latidos.

Eran los lados malignos de Leonardo y Zacki.

Raphael, con ayuda de Karai, levantaron a Splinter para que retrocedieran, sabían que no podían estar muy cerca de ellos, eran unos monstruos incontrolables. Pero algo les impedía retroceder, o más bien... Alguien. Al girar sus cuerpos, vieron a sus enemigos: Garra de tigre, Cara de pez, Rhaza, robopies y muchos krangs; dispuestos a atacar en cualquier momento, siguiendo las órdenes de Destructor, quién estaba detrás de los lados malignos, observando con una sonrisa tenebrosa como estaban sin escapatoria su peor enemigo y sus hijos.

Los monstruos malignos estaban a punto de atacar a las tortugas, pero un grito feroz los hizo detenerse.

-¡Alto!- Grito Destructor mirando de forma desafiante a los dos seres delante de él.- Ustedes vendrán conmigo, tengo mejores planes para ustedes dos - Contesto dándose la vuelta para salir del lugar. - Los demás, ya saben que hacer- Fue lo último que dijo para salir por las grandes puertas, seguido de los seres malignos deseosos de sangre.

En cuanto Destructor dijo eso, sus secuaces comenzaron a atacar a las tortugas, quienes muy apenas podían mantener una pelea con uno de ellos, pues sus cuerpos dolían y sus pensamientos estaban fuera de sí, tratando de comprender esas palabras que con tanto dolor les dijo su padre.

Sangre en el suelo, heridas profundas, armas rotas, cuerpos sudorosos y débiles, falta de aire, ojos llorosos, pensamientos frustrados, almas destrozadas por la pérdida; todo albergaban los héroes, queriendo rendirse por una parte, pero también deseando vengar la muerte de su ser querido. Cinco krangs trataron de salir del lugar de forma desapercibida, pero fueron vistos por Splinter, quien no dudó ni un segundo en dejar a sus hijos enfrentándose a sus enemigos e ir detrás de los krangs para ver qué era lo que tramaban.

Se escondió entre las sombras para que no lo descubrieran, viendo como entraban a un cuarto oscuro, con muy poca iluminación; tomo la decisión de acercarse más a ese cuarto, sin imaginarse que ahí dentro estaban los cuerpos de su hijo y de la chica, postrados en unas mesas metálicas, amarrados con cadenas, y con muchos artefactos a su alrededor. Al verlos, no lo pensó dos veces y comenzó a atacar a los krangs, hasta que no quedo ninguno en pie.

Se acercó preocupado a Leonardo, con la esperanza de encontrar señales de vida. Minutos pasaron, pero fueron los más eternos en donde Splinter no pudo respirar, buscando alguna manera de saber si en realidad ya era muy tarde. Sus ojos se cristalizaron, le dio un fuerte abrazo a su hijo y soltó un profundo suspiro.

Los chicos entraron de pronto, tenían heridas algo profundas, pero olvidaron todo el dolor físico al ver tal escena conmovedora, pensando lo peor. Pero grande fue la sorpresa cuando su sensei les mostró una sonrisa nostálgica.

- Sigue vivo - fue lo único que dijo Splinter

-¿¡QUÉ!?- Gritaron los demás sorprendidos.

-¿De verdad sensei?- Pregunto Donnie acercándose un poco más.

- Si - Respondió Splinter con una sonrisa, pero está se desvaneció de inmediato- Pero no le queda mucho tiempo.

-¿Cuánto le queda?- Pregunto Raphael al borde de la desesperación

- Menos de una hora- Respondió Splinter con tristeza.

- Padre, ¿Hay algo que podamos hacer?- Pregunto Karai tranquila, pero se le notaba lo angustiada que estaba

- Solo una cosa - Dijo Splinter un poco dudoso, pero sabiendo que era su única opción.

-¿Y cuál es?- Pregunto Raphael impaciente.

- Debemos destruir a esos seres malignos antes de que el tiempo se acabe - Dijo de forma sería Splinter, sorprendiendo a sus hijos.

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Konnichiwa!!
Lamento el tardarme, pero mi trabajo  me detiene un poco.

De antemano les deseo una feliz navidad!! ❤️❤️❤️

Sayonara!!

P.D.: Últimos capítulos

Errores por una decisión lamentableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora