COMO LA PRIMERA VEZ / Sasusaku

XIV

Las gotas de agua caían sobre ella. Le agradaba la sensación del agua caliente recorrer su cuerpo. Había pasado un mes desde que había regresado y ya estaba de vuelta en su universidad, con sus amigas. Sentía un peso menos luego de haber solucionado las cosas con Karin que, aunque no eran las mejores amigas, su relación estaba encaminandose a una buena afinidad. Acerca de Sasuke, simplemente no encontraba palabra para describir como se sentía. Inmersa en su momento de reflexión, no notó que su timbre sonaba.

—Si es Nagato, lo mato —maldijo, se colocó su bata y, con el cabello mojado y dejando rastros de agua en su camino, salió para atender.

—Mira Nagato, casi me caigo de trase...

—Hola, Sakura.

La pelirosa la miró sorprendida.

—Hina, tienes una llave para entrar, no necesitas tocar el timbre ¿Y qué haces tan tarde caminando sola? —la tomó de los hombros y la llevó dentro.

—Cierto, lo había olvidado —Hinata hizo una mueca y se sentó.

—¿Y bien? ¿Sucedió algo? —cuestionó mientras bajó a medio vestir, con un poleron que cubría mitad de su cuerpo. —¡Oh! Lo olvidaba, ya que la chismosa no está, cuéntame que tal te fue en el viaje, no preguntaré cosas obscenas —juró, con la palma extendida.

—El viaje fue increíble —comenzó la pelinegro con los ojos destellosos. —No sabía que Naruto pudiera ser tan considerado con los detalles, nunca pensé encontrar un chico como él.

—Es un buen chico —completó Sakura mientras se encontraba sentada con las piernas cruzadas.

—Lo es —sus labios trazaron una media sonrisa.

—Entonces ¿Porqué tienes esa cara? —frunció el ceño. —No me digas que han discutido.

Hinata comenzó a juguetear con sus manos que le empezaban a sudar.

—Y-yo, con Naruto una no...

—¡Enanaaa! —de un portazo Nagato entró sobresaltando a las dos chicas.

—¡Caray! Nagato ¿Qué no ves que estamos en algo aquí? —señaló con su índice a su alrededor y a su amiga que tenía el rostro sumido.

—Mi error. No las vi de afuera —se llevó las manos a la cabeza.

—No te preocupes, ya me iba.

Hinata se levantó de golpe y caminó hacia la salida.

—Hina ¿No ibas a decirme algo? —inquirió la pelirosa.

—Nada importante —le dio una sonrisa de boca cerrada y salió, prácticamente, huyendo de la casa.

—¿La jodí? —Nagato se escondió tras una columna, sabía que cuando Sakura se enojaba era como ver a Lucifer en persona, sólo que en versión fémina.

—Si y no. Y ¿Qué pasó? ¿Todo bien en el instituto? —Sakura dio pasos lentos hasta llegar a su mueble y desplomarse para encender el televisor.

—El mejor del grado —Nagato chasqueó la lengua y dio un salto para posicionarse a su lado. —Extraño a mi enana, así que pensaba si podíamos salir mañana —llevó sus manos alrededor del cuello de su amiga.

Sakura soltó un suspiro. Aquí iba de nuevo.

—Te veo casi todos los días, allanas mi casa, te comes mis doritos ¿Crees que no tengo suficiente de ti? —se volvió a él.

—Lo digo en serio —el pelirrojo tensó su cuerpo y dio un minúsculo movimiento hacia ella.

—Y yo también lo digo en serio —Sakura siguió su juego.