No podía conciliar el sueño. Habían pasado muchas cosas en una sola noche y su mente no podía procesar todo.La cabeza le comenzó a martillar, los efectos del alcohol seguían presentes. Se giró revoloteando la cama de la habitación de invitados, algo muy dentro de ella le gritaba que se cerciorara de si Sasuke estaba bien, Itachi lo dejó tirado en el sofá y sabía que iba a estar incómodo.
—¿Pero qué estoy pensando? —se dijo a sí misma. —Ese no es mi asunto —se extendió como una estrella de mar y quedó mirando el techo. Tenía la garganta y los labios secos.
—Ya lo sabes, siéntete como en casa. Si necesitas algo no necesitas venir a preguntar —recordó lo último que Itachi le dijo al dejarle una muda de ropa limpia cerca a la puerta.
—No se considera allanamiento si el dueño de la casa me dio su consentimiento ¿no? —tragó seco y salió descalza, caminando en puntitas hacia la cocina.
Sin hacer ruido, se colocó frente a la alacena para tomar un jarrón e ir hacia la zona de vasos, un carraspeo hizo que su alma saliese de su cuerpo.
—¡Estoy tomando agua! —gritó con las manos levantadas mirando hacia la sala de estar. —¡Estoy tomando agua!
—Puedo ver eso —Sakura no pudo ver quién era debido a la contraluz de la luz nocturna que entraba por las ventanas, pero no era necesario, conocía esa voz perfectamente.
—Sasuke —se llevó la mano al pecho. —¿Sabes? Hay otras maneras de como hacerle ver a una persona que estás aquí.
—Mi error. Creí que eras mi hermano, el siempre baja a estas horas a comer algo.
Sakura lo escuchó mientras terminaba de beber. No sabía si era su instinto maternal o su vocación, pero tenía que estar segura de su condición.
—¿Y cómo te encuentras?
—¿Cómo? —cuestionó, como si no hubiese entendido la pregunta.
—Cuando te traje estabas molido, balbuceabas algo, pero no pude entenderte —rodó los ojos.
—Oh...
—¿Oh? —caminó hasta estar en la misma habitación que él. —¿Eso es todo?
—¿Qué quieres que te diga? —dijo sentado en el mueble levantando su barbilla hacia ella.
—Bueno, ahora si estoy segura que estás sobrio —chilló apretando los labios. —Volviste a ser el Sasuke de siempre.
—Por cierto, ahora que lo pienso, si no tenías dinero ¿Cómo conseguiste comprar la medicina? —inquirió sin emociones en su voz.
—¡Esto es grandioso! —refunfuñó acercándose a él. —¡No tenía dinero!¿Sabes? Tuve que tirar mi orgullo y pedirle dinero a alguien que creí no volvería a ver para poder curarte, y aún así es como actúas? Bien, genial.
—¿Tu orgullo?
—Ah, ya no importa. Buenas noches.—se giró sobre sus talones para salir de allí.
—¿Por qué te fuiste a otro país?
Sakura se quedó helada ¿Había escuchado bien? No, no, claro que no.
—¿Qué dices? —lo miró por el rabillo del ojo. —Sigues ebrio, ya deberías ir a tu habitación.
—Estoy malditamente borracho. Me duele la puta cabeza, me duelen los nudillos, estoy jodido y es toda tu maldita culpa —respondió apretando los puños. —Respóndeme, Sakura.
Su voz resonaba toda la habitación. Su pecho comenzó a palpitar más de lo normal. Había sacado el tema de su separación, su cabeza le comenzó a dar vueltas, no sabía que responderle. Levantó su cabeza y cruzaron miradas.
Dolor, frustración, deseo. Todo eso impregnada en los ojos de Sasuke.
Pero Sakura sólo pudo identificar el dolor en sus ojos.
—Tenemos que hablar —salió de sus labios. —Pero no ahora, ninguno está en sus cabales, no terminar...
Dio un respingo al ver al pelinegro dar un paso largo y llegar a estar frente a ella.
—¿Por qué crees que lo golpeé? —inquirió tomando su cintura.
—¿Golpear?
—A ese bastardo —la apretó hasta sentir su pequeño cuerpo pegada a él.
Sakura trató de retroceder, tenía un brazo presionando su cuerpo y ese aroma que había olvidado rodeándola.
—Sasuke, por favor, no hagas esto —pidió con la respiración agitada.
—Aún me deseas —soltó llevando su mano a su trasero. —Al igual que yo.
—Aléjate —exigió. Tenía unos ojos clavados en los suyos, su calor corporal estaba logrando que la poca fuerza de voluntad que le quedaba se desvaneciera.
Agachó su cabeza y estampó sus labios contra los de ella.
Su dulce aroma envolvió los labios del pelinegro. Se sentía como si jamás lo hubiese dejado, tenerla cerca de nuevo, como se sentía estar junto a Sakura, hizo que su corazón palpitara y se descontrolara. Lamió su labio inferior, esperando su respuesta y, sin necesidad de esperar, esta respondió y abrio la boca, expectante de seguir con el beso. Para poder sentir mejor el beso, tomó su cabeza con las dos manos y la inclinó. Aún inmersos en el beso, Sasuke la dirigió hasta estar cerca a mueble, depositando besos en el cuello de Sakura la acostó sobre el sofá y se colocó sobre ella.
Lucía adorable, con los ojos entreabiertos y con el pecho subiendo y bajando rápidamente que soltó lo primero que su cuerpo le permitió.
—Luces hermosa, pequeña.
Sakura reaccionó y abrió los ojos, tenía a un Sasuke sobre ella, con los ojos clavándole el cuerpo, su piel perlada de sudor y con una mano sobre su abdomen. Se había dejado llevar por el deseo y, aunque no negó que le gustó, lo empujó y salió por debajo de él.
—Tienes los labios hinchados y rojos —se burló Sasuke acomodándose los mechones de cabello que habían caído sobre su rostro.
—Eres un imbécil —pronunció con lágrimas a punto de brotar sus ojos. —Vete a cogerte a tus putas, no juegues conmigo ¿No es lo que hacías siempre? —escupió sin escrúpulos.
—No, Sakura, yo n...—se levantó para alcanzarla, pero sus pies le jugaron una mala pasada.
—¿Cómo puede ser que Itachi tenga a un hermano tan malagradecido? Estuvo preocupado por ti y ni siquiera le agradeciste —chilló mintiendo, mencionó a Itachi pero ella lo decía por si misma.
Sasuke la vio subir corriendo las escaleras, planeaba alcanzarla para tratar de decirle algo.
Sakura bajó del mismo modo que subió, sosteniendo unos cuántos billetes que Itachi le había dejado, un abrigo, su vestido sucio por la sangre de Sasuke y con su determinación latente.
—Sakur...—lo interrumpió.
—Cállate —trotó hacia la salida. —Y dale las gracias a tu hermano de mi parte, ya no necesitaré su amabilidad.
Y de un portazo salió de la casa, con el corazón en la garganta y con el crudo frío golpeando su cuerpo.
ESTÁS LEYENDO
COMO LA PRIMERA VEZ / Sasusaku
Hayran KurguSegunda parte del fanfic "Apostando por ti" Tomaron rumbos distintos, creyeron haberse olvidado. Pero el destino los quería juntos de nuevo y ambos no podían negar lo que sentían. ✅ #365 en anime ✅ #26 en segunda parte ✅ #293 en Sasusaku