COMO LA PRIMERA VEZ / Sasusaku

XXII

Vio a su hermano desaparecer por la puerta y dio un suspiro de alivio al cerciorarse que su padre no los vio juntos.

A lo lejos pudo divisar a Fugaku acaparando la atención de todos los invitados, pero no le interesaba, al contrario, le aliviaba dejar de estar pretendiendo ser el tipo frío que su padre quería que fuese. Cansado de estar saludando, alagando innecesariamente y mentir sobre la buena actitud de Fugaku fue a sentarse en una de las sillas vacías del salón.

Tenía que descubrir que era lo que había sucedido con Sakura, la duda lo comía vivo. Una voz lo sacó de sus planes.

—¡Itachi! —vociferó una voz grave y ronca. —Ven hijo, te necesitamos —le brindó una sonrisa que sabía era falsa.

Incapaz ya de poder huir, cambió su expresión a una de indiferenciay caminó hacia un grupo de adultos que lo esperaban con cierto fastidio.

◇

Luego de un par de horas, regresó a su  casa exhausto. Tiró su saco en el sofá, se despeinó con las manos y se hundió en el mueble. Probablemente Sasuke aún no llegaba y esperaba que no lo hiciera, ya era hora de que reconociera que aún seguía enamorado de Sakura, o eso creía. Sacó el teléfono de su bolsillo y digitó algunos números.

—Mañana te quiero en la oficina —espetó escuchando algunas quejas. — Bien, entonces el lunes temprano y trae algunos archivos que te mandaré por correo.

Escuchó las llaves y unas pisadas fuertes en el frontis de su casa. Colgó la llamada y con sigilo caminó para ver que sucedía. Naruto entró corriendo con una sonrisa burlona.

—¿Naruto? ¿Qué sucede? —cuestionó confundido.

—Al fin el idiota de Sasuke se lo dijo —canturreó siendo perseguido por Sasuke quien venía detrás de él. —¡Al fin le dijo a Sakura que sigue enamorado de ella!

—¡Qué te calles! —lo amenazó Sasuke subiendo las escaleras. Se giró y se detuvo en frente de su hermano. —Lo hice... ¿saldrá bien? —inquirió con la cabeza gacha.

Se acercó y le tomó el hombro. — Vamos ¿Sasuke Uchiha dudando sobre algo? Veo que esa niña te tiene rendida a sus pies luego de tanto —se burló. El pelinegro esbozó una sonrisa y ambos chocaron los puños. Sasuke siguió con su caminata y subió a su habitación.

Todo estaba saliendo como lo esperaba, no se podía quejar de nada, tenía a su hermano, que era lo que más amaba en el mundo, junto a él y parecía que estaba yendo por buen camino luego de todo lo que le pasó.

El tema de su padre era algo de lo que no le gustaba hablar, mucho menos con Sasuke que no era consciente de las cosas que era capaz de hacer para lograr lo que quería. Su padre podía hasta destruir una familia si era necesario para obtener algo.

Subió a su recámara para revisar unos cuantos documentos pendientes del trabajo y pudo escuchar a lo lejos como Sasuke y Naruto se reían como dos niños, como los niños que solían ser hace muchos años.

Entró a su cuarto. Silencioso y oscuro. Se sentó en su cama y entonces se dio cuenta que se encontraba solo.

¿Qué iba a pasar con él? Su hermano algún día se iba a alejar, era lo normal, su padre se desharía de él una vez se enterara acerca de su proyecto de independizarse y crear otra empresa. Ya no era un niño, tenía más de treinta años y debía pensar que es lo que haría luego. Entonces, recordó las palabras que su madre le solía decir cuando era más joven:

"Encuentra a una mujer que te acepte tal y como eres, que esté contigo en tus peores momentos porque es ahí donde te darás cuenta el verdadero significado del amor."

—Pero ya la había encontrado —protestó desplomándose en su cama con tristeza cubriendo su mente. — Mierda, lo había hecho —se tapó la cara con sus manos y sin darse cuenta cayó en un profundo sueño.

◇

— Idiota ¿Todo bien con el tema del bebé? —cuestionó Sasuke terminando de cambiarse al pijama para luego tirarse en su cama mirando el techo.

—Todo muy bien —replicó el rubio mientras jugaba en el Play Station. —La próxima semana mis padres se reunirán con los de Hinata y espero que todo vaya bien.

—Saldrá bien —respondió decidido. —Se los aseguro.

Naruto arqueó las cejas.

—Wow, de verdad, lo de Sakura te cambió radicalmente.

—Me siento bien, como si pudiera hacerlo todo —replicó sin moverse de su cama con una sonrisa dibujada en su rostro.

—No quiero arruinar tu felicidad, pero ¿Qué pasará con Tenten? —inquirió Naruto volviendo a la realidad. —¿Hablarás con ella?

Sasuke tensó su cuerpo y se reincorporó.

—No lo sé —encogió los hombros. —Ella y yo estamos unidos sólo por capricho de su padre, no hay nada más de por medio.

—Tómalo como un consejo, pero deberías hablar con ella, para terminar bien, sabes cuánto poder tiene esa familia —hizo una mueca.

—Gracias —dijo sin más.

—Y Sasuke... —añadió mirando a medias. —¿Vas en serio esta vez? De verdad, yo quiero mucho a Sakura y ya no somos los mocosos de hace dos años, no quisiera golpearte si haces cosas innecesarias.

Escuchó suspirar a su amigo.

—Reconozco que caí en el juego de Shino, fui un completo idiota —Naruto dejó de jugar y lo observó con detenimiento. —Lo único sincero que me costó admitir fue que siempre estuve enamorado de ella, desde la primera vez que la vi y esta vez no haré nada para arruinarlo, lo juro.

Naruto escuchó cada palabra, estaba seguro que esta vez no había nada oculto detrás de lo que había dicho, satisfecho tomó el control del Play Station y volvió a jugar.

—Como crecen los niños —fingió llorar y sonarse la nariz. —Y pensar que antes no podías ni ser sincero sobre que querías de comer.

Sasuke le tiró un cojín con todas sus fuerzas.

—¡Ouch! —el rubio se quejó. —Y ¿Qué planeas hacer? Estamos hablando de Sakura, no será fácil.

—Lo sé —Sasuke la recordó y su cuerpo se volvió a relajar. —Haré lo mejor que sé —Naruto lo miró sobre su hombro. —Ser yo mismo frente a ella.