You know what they say: A long hot shower brings out the deep thoughts.El agua se deslizaba por el cuerpo de James dejando un rastro de vapor allí donde se rozaban. Desde el rostro caía en cascada formando pequeños ríos que llegaban al suelo y se colaban por el desagüe. El calor era abrasante y le costaba respirar, pero no podía moverse. Unas manos que no eran las suyas acariciaban sus pectorales y arañaban sus marcados abdominales. Los regueros de agua saltaban entre sus labios abiertos por los que suspiros y gemidos escapaban para ser ahogados por el ruido de la ducha.
Colocó una de sus manos en el cabello del otro, ayudándole a mantener el ritmo, posesivo y atrapado en el momento. Sus labios se movían formando palabras que no llegaban a escucharse. Casi podía parecer que le rezara a algún Dios y quizás en parte lo hacía porque se sentía en el cielo. La boca de aquel chico le estaba haciendo ver las estrellas y poco le importaba que la puerta no tuviera cerrojo y que en cualquier momento pudieran interrumpirles.
Tuvo que agarrarse a las cañerías cuando el orgasmo se apoderó por fin de él. No notó la quemadura en su mano, ni sus aún resentidas costillas, ni nada malo, únicamente el placer atravesándole como un rallo desde la cintura hasta su cerebro.
—Joder, la hostia, me cago en la...
James cerró los ojos dejándose invadir por el placer y olvidándose de los azulejos a sus pies, del chico de rodillas y que la Tierra es redonda o la gravedad existe. En aquel momento estaba más allá de las nubes en otra galaxia. Pero el contacto de otra boca con la suya le devolvió a aquellas duchas. El sabor salado, su propia esencia. Otras manos alrededor de todo su cuerpo, hambrientas. Y aunque sentía el placer aún pegado a su cuerpo y sentía que si abría los ojos se marcharía, como el calor bajo una manta en una noche fría... no tuvo más remedio.
Empujó al chico bruscamente.
—Te he dicho mil veces que sin besos.
El joven le dedicó una mirada envenenada, pero pronto la lujuria volvió a llenar sus ojos ante la vista de su cuerpo y sus pensamientos se nublaron. James le sonrió antes de darle la vuelta con violencia. Su propia boca empezó a dar pequeños mordiscos y succiones en el cuello de ¿Vince? ¿se llamaba Vince? Mismo. Con su mano derecha acariciando la debilidad del chico y con la izquierda adentrándose en su interior. El deseo había vuelto a su mente, quería más de él, lo quería todo. El chico gemía sin parar, por encima del sonido del agua.
—Shh... —susurró en su oído, deteniendo los mordiscos—o nos interrumpirán.
Vince gimió de nuevo, pero ahogando su propia voz, casi como si llorara. James estaba acostumbrado a ese comportamiento, ya fueran hombres o mujeres todos terminaban siendo una masa gimoteante en sus manos, pidiendo más y más.
Agarró al chico de la cintura mientras se introducía poco a poco en él. Su mano fue a la boca del otro, silenciándolo. Notó de nuevo aquella sensación de calor y presión, de terciopelo, de placer. Su mano pasó al cuello y le hizo arquear su espalda, con un gemido a coro por parte de ambos.
Con cada embestida James volvía poco a poco a perder la consciencia, a olvidarse del mundo y dejarse levar al completo por las sensaciones, por el tacto, por el agua aún bañando su cuerpo y el calor y el placer continuo.
—Másmásmásmásmásmás—repetía el otro chico, como una sola palabra, como un mantra.
James apenas le escuchaba, no estaba allí, estaba de nuevo en el Cielo, a punto de salir despedido a otro planeta. Pero por alguna razón su mente no se quedaba del todo en blanco. Por alguna puta razón, estaba pensando en un rostro que no debía y en unas palabras que no venían a cuento. «Sí, James, te perdono».
La voz de Scorpius inundando su mente, mientras su cuerpo se sumergía de nuevo en un placer carnal casi animal. Aumentó el ritmo, en un afán por librarse de aquellos pensamientos, de cualquier pensamiento.
«—¿Poniéndote guapo para mi hermana?
—Para ella no».No podía parar y si cerraba los ojos lo veía, así que prefirió mantenerlos abiertos, observando una espalda, un cogote, entre cientos de gotas de agua. Pero aquella espalda se iba transformando y el moreno se confundía con rubio y aquello era casi peor así que volvió a cerrar los ojos. «Cállate» pero ni si quiera mandando silencio a su subconsciente se libró de aquello, porque fue la voz de Scorpius la que le contestó «Que por una vez, sólo una, en toda tu vida, te calles».
Un gruñido escapó de la prisión de sus labios.
—Joder, joder, joder, fuera de mi cabeza.
«Retíralo o te salto los dientes, Potter».Por alguna razón, la imagen de Scorpius enfadado logró que su deseo se intensificara. Estaba rozando el placer febril y notó como el cuerpo del otro chico empezaba a temblar y a gemir, claramente habiendo llegado al clímax. Pero James no cesó en sus embestidas feroces, intentando aún en vano acallar las voces de su cabeza.
«Bueno James, si no vas a besarme...»
—Yo no beso, coño, yo no beso hombres.
«¿Ni si quiera a la carretera? ».
Aquella frase fue el detonador. Su cuerpo estalló en mil pedazos, o eso sintió mientras por segunda vez en aquella duchas descargaba su esencia en un placentero orgasmo. Y correrse pensando en el mejor amigo de su hermano era algo horrible y perturbador. ¿De dónde coño había salido?
Vince se giró de nuevo, observándole con casi reverencia y memorizando cada centímetro de su cuerpo. James sabía el efecto que surgía en los demás. El chico se acercó a él, poniendo una mano en su cuello e intentando por enésima vez besarle.
James estalló, esta vez con furia. Su puño impactó en la mandíbula del chico, que calló hacia atrás con la sorpresa marcada en cada una de sus facciones.
—Te he dicho que no se te ocurra besarme, joder.
Cerró la ducha, se puso la toalla en la cintura y salió de las duchas comunes de la academia de Magos Golpeadores sin una segunda mirada a aquel chico que bien podría llamase Vince que Gepetto.
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Si no te tengo | Drarry
Фанфик«Como deshacerme de ti si no te tengo, como alejarme de ti si estás tan lejos» -Ricardo Arjona. Harry y Draco son ya adultos, en comenzando la cuarentena. La gran amistad entre sus hijos (Scorpius y Albus) les pone en un lugar comprometido: demasiad...