[Minos x Albafica] Del Odio al Amor Solo se Necesita un Beso

Capituló 9

Cuatro meses habían transcurrido desde que Minos había llegado a la aldea de Rodorio, sin embargo, para Albafica ese tiempo había transcurrido en un abrir y cerrar de ojos.

.-"Y pensar que han sucedido muchas cosas desde entonces".- pensó el joven caballero mientras contemplaba el horizonte desde su templo.— Ese idiota, realmente sabe salirse con la suya.— susurro con afecto al silencio que lo rodeaba recordando cómo se habían dado los sucesos, Minos se había presentado ante los aldeanos como un astrónomo que había venido desde el extranjero en busca de un lugar tranquilo donde vivir y así poder seguir con sus investigaciones, eventualmente, los aldeanos le aceptaron sin ningún inconveniente y con una agradable bienvenida, desconociendo quien era realmente.

Durante los días siguientes Minos demostró ser una persona completamente diferente a cuando lo conoció por primera vez, era amable y educado con todos a su alrededor, ayudaba a cualquiera que lo necesitara y siempre lo hacía con una sonrisa en su rostro, gracias a eso, en menos de una semana desde su llegada se había ganado rápidamente el afecto de casi todos los aldeanos, quienes estaban muy felices al tener a alguien como él en la aldea, sobre todo las jóvenes mujeres de la villa, las cuales fueron cautivadas por la apariencia del juez y quienes constantemente buscaban llamar su atención de cualquier forma posible, algo que al espectro le complacía en demasía, y que al joven caballero por alguna misteriosa razón le incomodaba.

Pero a pesar de que el juez tenía una muy buena relación con las personas de la villa, Minos prefería pasar la mayor parte del tiempo junto al santo de piscis, ya fuese en su templo o en su casa, el espectro siempre encontraba la forma de escabullirse y estar con él, aun cuando al principio el joven guerrero se había mostrado reacio a su constante presencia, poco a poco había comenzado a aceptarlo, y por si fuera poco empezaba a parecerle que estaba comenzando a disfrutar de la compañía del juez.

Las noches posteriores en que Minos se había quedado a dormir a su casa habían sido realmente incomodas, al igual que en la primera ocasión, sobretodo porque el joven caballero aun no podía acostumbrarse a la idea de que otro ser vivo estuviese cerca de él y mucho menos en su propia morada, sin embargo debido a la constante frecuencia de estas visitas, ese sentimiento de incomodidad se había desvanecido lentamente. Gracias a eso, ahora podía tener conversaciones más tranquilas y fluidas con el espectro, en las cuales podía pasar horas charlando con el de diferentes temas, desde las actividades acontecidas durante el día, así como recuerdos y experiencias anteriores, pero, lo que era aún más sorprendente era que las discusiones que innumerables veces tenía con el juez, principalmente producidas por las tonterías de este, le resultaban algo, aun en contra de su voluntad, agradable.

Incluso en algunas ocasiones se habían reunido nuevamente en la taberna que se encontraba fuera de la villa, pues era el único sitio al que Albafica accedía a ir, debido a que en ese lugar la cantidad de personas que allí se reunía era menor que en cualquier otro establecimiento, así que para el joven guerrero, ese era el lugar perfecto para evitar que alguien saliera herido por estar demasiado cerca de él a causa de su sangre, además de que tanto el juez como el caballero, habían establecido muy buena relación con la camarera de la taberna, quien también les tenía mucho aprecio a sus dos clientes favoritos, por lo tanto para ambos, aquella taberna se había convertido en un lugar especial para reunirse y pasar un buen momento.

Ciertamente, las cosas estaban marchando bien por primera vez en mucho tiempo, Minos realmente se estaba esforzando para cumplir su promesa, y eso le enorgullecía mucho al joven santo, sin embargo, Albafica estaba un poco inquieto, tenía la sensación de que estaba olvidando algo, algo muy importante con respecto a Minos y al santuario, pero por más que lo intentaba no podía descifrar de que se trataba.