Fuck off [[Frerard]]

VII

Toda la semana había estado extraño. Lindsey había dicho que no debían molestarlo, que algunas veces solo se ponía de ese modo.
Gerard había estado usando gafas oscuras y no se había sentado a platicar o almorzar ni un solo día de esa semana hasta que el viernes entro al salón de clases y por fin le dirigió un saludo a Frank. Era como si la persona que había estado en la escuela en esos días fuera otro Gerard.

—Hola- Suspiro Frank de regreso.

—Lamento ser un idiota-

—No eres un idiota. No importa lo que sea que allá pasado o el motivo por el que estuviste tan raro toda la semana.- Frank trato de sonreír.

—Necesito hablar con Lindsey y contigo; pero no aqui. Durante el almuerzo nos ponemos de acuerdo.-

Frank afirmó con la cabeza mirando con detenimiento el rostro serio de Gerard.
Un pequeño hematoma era visible cerca de su ojo. Tenía una mariposa de esparadrapo en la ceja izquierda y sus labios también parecían estar lastimados.
Frank no pudo evitar preguntarse a si mismo si los culpables de su actitud y desaliñada apariencia podían ser los gemelos.
Trago saliva concentrándose en la clase.

Durante el almuerzo caminó con al Gerard al comedor. Mientras esperaban a Lindsey ambos compraron café americano y se sentaron en silencio uno a lado del otro.

—Lamento si el motivo de que no me hablaras fue algo que yo hice- Susurró Frank avergonzado.

-¡No, nada que ver!- Gerard trato de reír, pero el sonido parecía más un gimoteo -Tú eres grandioso Frank. A pesar de que te estuve ignorando me tuviste paciencia. Otro me hubiera mandado al carajo- Se miraron a los ojos. Frank notó lo atormentado que se veía pero no se atrevió a preguntar qué pasaba.

—Hola Frank. ¿Regresaste Gee?- Lindsey llegó sentarse frente a Gerard y tomando su mano por sobre la mesa. Gerard le sonrió.

—Eso creo- Susurró el ojiverde -Lamentó mi comportamiento. Tuve problemas en casa y me sentía mal, no quería involucrarlos- Gerard mordió su labio

—Somos amigos Gee, te podemos ayudar cuando lo necesite- Frank acaricio el brazo de Gerard.

—No creo que puedas con esto Frank. Pero gracias de todos modos- Gerard lo miró con una sonrisa.

Y ahí Lindsey noto que se veían muy extraño el uno al otro...

—En fin. Linds, Frank ¿quieren pasar la noche en mi casa? Podemos comprar cervezas y cigarrillos- Gerard miró a su amiga. -Mis tíos se fueron el fin de semana-

—Gee, sabes que no me dejarán dormir ahí pero puedo ir un rato- Linds sonrió

—¿Qué hay de ti Frank?-

—Probablemente mi padre no tendrá problemas. Solo tendría que avisarle e ir por un par de cosas a mi casa- Frank afirmó emocionado.

—¡Genial! Linz y yo podemos acompañarte a tu casa. Pasaremos a la de ella después y al final vamos a la mía. ¿Les parece?-

Lo hicieron así. Pasaron a casa de Frank por dinero y ropa, además Frank le hablo por teléfono a su padre para pedir permiso de salir. Después fueron a casa de Lindsey para que ella pudiera avisarle a su madre que llegaría unas horas mas tarde y antes de ir a casa de Gerard los tres pasaron a una tienda a comprar bebidas y botanas.

Cuando entraron a la casa del pelinegro Frank no pudo evitar sentirse emocionado.
Era lindo saber que había llegado a ese nivel de confianza con Gerard, donde ambos conocían sus casa.

—Pueden ir subiendo. Los alcanzó en un momento- Gerard les sonrió a sus amigos.

—Vamos Frankie- Linds tomó a Frank por el brazo y lo arrastró escaleras arriba.