Tomó las llaves del auto de su padre, ni siquiera tenía permiso para conducir pero Cheech no pudo detenerlo.
Frank condujo a alta velocidad por la carretera. Tenía miedo de lo que fuera a pasar.No supo cómo, pero una hora y media después estaba frente a la casita de madera.
Bajo del auto y camino con las rodillas temblándole. Tomó la perilla y la abrió en silencio. Su sangre se congeló cuando lo primero que sus ojos vieron al interior de la casa era una cuerda colgando de una viga en el techo. Sus manos sudaron. Entro a la casa. Sus pasos rechinaron en el viejo y polvoso suelo de madera.
Frank contuvo la respiración tratando de escuchar algo; se adentró a la casa y busco en cada habitación. Su corazón se aceleraba más por cada puerta que abría. Definitivamente el lugar que más terror le causó mirar fue el baño. Tenía miedo de encontrar a Gerard en una tina pintada de rojo por culpa de la sangre o algo así, pero el baño estaba vacío.
Por fin llego a la última habitación. Su mano tembló al sujetar la perilla, si Gerard no estaba ahí no sabía donde podría encontrarlo. Se armó de valor y abrió la puerta de golpe.Y ahí mirando a la ventana lo vio. Sintió un alivio angelical subir de sus pies a su cabeza.
—Gee- Murmuro aliviado.
El nombrado se giró espantado. Sus ojos estaban rojos. Frank presto atención al lugar; todo apestan a alcohol y había botellas de bebida barata por todo el suelo.
—Aléjate- Murmuro el pelinegro dejando ver un arma en sus manos. Gerard apunto a Frank -¡Vete de aquí! ¡Largo!- estaba sumamente ebrio y probablemente drogado.
—¡Gee! ¡Por Dios, baja el arma!- Frank volvió a sentir miedo
—¡Dios no existe! ¡Y si existe él en serio me odia!- El pulso de Gerard temblaba. Se dio cuenta de que Frank no se iría tan fácil así que cambio la dirección del arma colocando el cañon en su sien -Largo Frankie... solo déjame morir-
—Gerard por favor no- Frank lloro -Baja el arma por favor... ¡si alguna vez me quisiste baja el arma!-
—Amor... créeme, hago esto por que te amo. Frank, Vete. No quiero que me veas morir- Gerard trataba de verse fuerte pero el alcohol no le ayudaba. Su voz había comenzado a salir con dificultad -Soy una basura, estoy contaminado. No quiero arruinarte- Dijo presionando con más fuerza el cañón contra su piel.
—Te amo... si te disparas te juro que tomaré esa maldita arma y me quitaré la vida también ¿eso es lo que quieres?- Frank dio unos pasos había el. -Piensa en Mikey, en Linds... Ella está destrozada. Si en serio me amas piensa en ti... baja el arma- Frank se encontraba a unos pasos de Gerard.
—Quiero morirme- Chillo el pelinegro.
Frank Se animo a tomar la mano libre de Gerard y también en la que tenia el arma guiando el cañon a su frente.
—Si vas a disparar, disparame a mi primero, después puedes matarte, ya nada importaría ¿no es así?-
Gerard apretó la empuñadura del revólver y empujó un poco a la piel de Frank. Mordió su labio nervioso.
—No te voy a matar imbécil- Murmuro alejando la pistola de Frank.
—Si tu mueres sería como matarme- Frank lo miró a los ojos.
—Si vuelvo... ¿puedo vivir contigo? -
Frank sonrió tomando la cara de Gerard y besándolo, pensando en que eso respondería la pregunta. Gerard dejo caer la pistola al suelo para poder abrazar a Frank dejándose llevar.
Su vida era mala, Lindsey era lo único que la hacía mas placentera pero sin duda todo había tomado sentido cuando Frank se entrometió en su vida.
Los chicos se dejaron caer en el suelo, Frank metió sus manos bajo la sudadera de Gerard quien se quejó de lo frías que estás estaban, pero se dejó desvestir. Gerard imito a Frank sacándole hasta la última prenda.
La habitación estaba oscura, la única luz que había era la que se colaba por la ventana procedente del alumbrado público.
Entre besos y caricias se recordaron que se amaban. Que a pesar de que sólo eran un par de adolescentes descubriéndose sabían que eso era real. Gimieron sus nombres, se amaron y se hicieron el amor una y otra vez esa noche.
Por qué tal vez eso era lo que Gerard necesitaba: sentirse amado. Y también eso era lo que Frank quería: amar a Gerard.
Se convirtieron en una perfecta dualidad, ying y yang, bien y mal, día y noche, sol y luna. Se tenían el uno para el otro y en esa noche todo quedó claro.
Todo iba a estar bien si se mantenían juntos.Acabaron con el cuerpo lleno de polvo y sudor, pero con una sonrisa en sus caras, tirados en el suelo y abrazándose con fuerza tratando de no enfriarse, pues la noche no era muy cálida.
—Quiero conocer el mar- Gerard murmuro de la nada. -¿algún día vamos a ir?-
—Si, lo haremos- Afirmó Frank besando su cuello.
—imagino a un niño con tus ojos y una niña con tu sonrisa corriendo en la arena, llamándonos para jugar...- Gerard rio. Aún estaba bajo los efectos del alcohol -¿seremos papás?-
—Si, nuestros hijos serán los niños más consentidos... y tendrán al padre más guapo del mundo-
—Obviamente, tú serás el padre- Gerard rió acurrucándose más cerca de Frank.
—Sabes a lo que yo me refería, tonto- Frank lo abrazo.
Gerard pensó en que hubiera pasado si hubiera disparado el arma antes de que Frank llegara. Pensó en cómo hubiera arruinado la vida de la única persona que en serio lo amaba en forma romántica.
Y ¡Dios estaba feliz! Feliz de que Ese enano con moicano gustara de él, que lo halla buscado y estaba feliz de haber hecho el amor con el.—Gee- Frank interrumpió sus pensamientos. -Vámonos a mi casa... ¿has comido algo?-
Gerard negó con la cabeza. Lo único que había su estomago era alcohol y unas galletas, pero no había tenido tiempo de tener hambre.
—¿quieres ducharte antes? Creo que apesto a cantina...- Rió Gerard.
—Así es bebé, de hecho creo que las cantinas huelen mejor- confirmó Frank bromeando.
Así que antes de salir de ahí Gerard fue a llenar la tina de baño con agua caliente. Podrían darse una ducha antes de irse, después de todo ¿que haría un día más de desaparecido?
🌚🌚🌚
Esta wea ya va a acabar :'u

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Fuck off [[Frerard]]
FanfikceGerard es un tipo raro. A Frank le gustan los chicos raros.