Fuck off [[Frerard]]

XIX

—Pensé que sería buena idea pasar un fin de semana de las vacaciones de invierno juntos. En el pueblo que les conté rentan cabañas, son lindas, hay bastante espacio y hay un lago donde se puede ir a nadar. Además están a punto de comenzar esos fríos del diablo un poco de clima tropical no vendría mal. Mi padre dice que el podría llevarnos e irnos a recoger. Así que ¿que dicen?- Frank estaba entusiasmado.

—Suena fantástico pero... ¿donde podría quedarse Mikey?- Gerard le pregunto para después beber un sorbo de la malteada de chocolate que estaba tomando.

—Obviamente vendría con nosotros. No se preocupen puede dormir conmigo para que tengan privacidad- Lindsey guiño dramáticamente un ojo.

—Si, eso se agradecería, ¿cierto cariño?- Gerard miró a Frank sonriendo. Sabía perfectamente que esa clase de insinuaciones le ponían los nervios de punta a su novio.

—Yo... si, supongo que si... ¡iré a pedir la cuenta!- Saltó de la silla y corrió a la caja.

Gerard y Lindsey rieron.
Linsey estaba feliz de ver a su mejor amigo sonreír tanto. Habia notado como desde que salía oficialmente con Frank los ojos de Gerard brillaban,?hablaba más e incluso había excedido a ir al centro comercial los tres juntos.
También había notado como sus dos amigos rosaban sus manos discretamente, como si quisieran tomarlas pero por algún motivo ninguno tomaba la iniciativa.

—Que buen chupon le dejaste en el cuello a ese niño- Lindsey se rió. -Es bastante visible-

—¡Calla! Sigue fingiendo que no viste nada o se molestará. ¡Es que no pude evitar hacerlo!- Gerard sintió algo de vergüenza -Es como si marcara mi territorio-

—Nadie quiere quitarte a tu hombre, Gee-

—No estoy tan seguro de eso- murmuro el pelinegro.
Gerard pensaba que Frank era el chico más atractivo que había conocido y se rehusaba a dejar que alguien quisiera alejarlo de el.

Frank regreso a sentarse a lado de Gerard quien no perdió el tiempo para recostar su cabeza en el hombro de su pareja.

—Bueno, entonces después de navidad ¿o antes?- Pregunto levantando un poco la vista, tratando de alcanzar a ver el rostro de Frank.

—mi padre propuso que el fin de semana después de navidad. ¡Ah! Y hablando de navidad ¿te gustaría pasarla conmigo en casa?- Frank lo miró, pasando su brazo por enésima de sus hombros.

—Hace mucho no suelo celebrar navidad. Supongo que no estaría mal pasar un rato contigo, cariño-

—Linds, sería lindo que también estés.-

—Oh, querido no puedo. Mi familia me mataría si no estoy con ellos, pero las vacaciones definitivamente si.- Sonrió.

—Entonces ya está. Tengan listas sus maletas-

Lindsey ya había tomado su camino y Frank y Gerard estaban sentados en un parque haciendo tiempo para la hora de salida de Mikey. Gerard miraba cómo los labios de Frank se movían al hablar. No sabía que era lo que decían pues se había perdido en ellos ya hacía un buen rato, así que decidió quitarse la tentación y acariciarlos con la yema de los dedos. Frank rio.

—¿que ocurre? ¿Tengo algo?-

—Además de los labios más hermosos, besables y deliciosos no, no tienes nada- El estómago de Gerard hormigueaba como el de una colegiala enamorada (tal vez eso era lo que era) -Estoy imaginando todo lo que tus labios me hacen y pueden hacerme. Me tienes loco-

—Tú me tienes loco a mi-  Frank volvió a reír sujetando el rostro de Gerard con ambas manos y mirándolo a los ojos -No sabes cuantas veces fantaseé con estar contigo-

—Yo también fantaseó contigo... en más de un sentido- Gerard rió nervioso contagiando a Frank -Ya, en serio, soy demasiado feliz a tu lado, no entiendo cómo un ángel como tú se pudo fijar en mi. No tengo nada especial y al principio fui una basura contigo... si tú no fueras tan insistente no se lo que hubiera pasado.-

—Mi necedad tiene ventajas- Frank rió, acercándose a besar los labios de Gerard -Oye, mañana ya no tenemos clases. ¿Por que no vas a dormir conmigo? trae a Mikey, mañana temprano lo llevamos a la escuela y regresamos a mi casa a meternos entre las cobijas y dormiremos toda la tarde hasta que sea hora de irlo a recoger ¿Que dices?-

—Que Deberíamos de ir a mi casa por ropa para dormir y mi cepillo de dientes- Se rio Gerard.

Frank asintió y ambos tomaron un bus para ir rápidamente para hacia la casa de Gerard.
Jamás pensaron que al abrir la puerta estaría ahí una mujer, de unos cincuenta y cinco años de edad. Estaba sentada en el sillón con un puro y un whisky, miró a Gerard y a su acompañante con una ceja arqueada.

—Tía... ¿que hace aquí tan temprano? ¿Mi tío esta también?- la voz de Gerard tembló de miedo. El adolescente miró a Frank, Cómo pidiendo disculpas y con demasiado miedo de que algo malo pasara.

—No, solo soy yo. ¿Quien es tu... amiguito?-

—Solo vino por un cuaderno, tia Constance. El ya se va- Gerard empujo a Frank hacia la cocina.

—Que bueno. Tu amigo Mark te está esperando en tu habitación. Dice que vino a hacer negocios....- Hablo fuerte la mujer.

Un nudo se formó en la garganta de Gerard y ocultos en la cocina miró a Frank, con los ojos llorosos y lleno de desesperación.

—Lo siento- Murmuro -Por favor ve por Mike- Le pidió a Frank.

—No te puedes quedar aquí... Gee escapemos, vamos a vivir juntos, no te lleves nada. Solo vamos por Mikey y escapos- Susurró Frank desesperado.

—No puedo Frank, no es tan fácil- Gerard acaricio la mejilla del más bajo. -por favor, solo vete. Te llamaré en cuanto pueda y llegaré a tu casa a dormir... por favor veta ahora- Gerard le entregó un cuaderno.

—Prométeme que no te harán daño-

—Te prometo que voy a estar bien-

Frank suspiro y beso a Gerard rápidamente antes de caminar a la salida. Gerard miró a su tía.

—¿a que vino exactamente Mark?-

—Me pagó 500 por tu culo. Te daré doscientos cuando se valla-

Gerard miró a su tía. No le sorprendía pero en serio deseaba morir ahí mismo, o que ella muriera, o que Mark muriera o que el mundo se acabara. Y mientras subía las escaleras a su cuarto solo pensaba que no podría cumplirle la promesa a Frank, pues aún que aún no lo habían tocado ya lo estaban lastimando...