1-"Esperanzas"

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Sé que algunas no saben de qué va el juego "yo nunca, nunca", así que aquí les explicaré para que entiendan esta cosa que pretendo hacer fic.

Consiste en que una persona dice, por ejemplo "Yo nunca, nunca me he bañado con calcetines", y pues las personas que SÍ lo han hecho, deben beber un trago de alcohol, y así sucesivamente.

Gracias por su atención, ahora, disfruten.

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Richie había planeado esto.

El jugar esa estupidez de "yo nunca, nunca" jamás le había parecido atractivo, pero maldita sea, Richie quería, deseaba saber ciertas cosas sobre Eddie. Porque demonios, a pesar de ser un puto bocazas no se atrevía a preguntar nada. ¿Por qué? Pues porque era Eddie, el maldito hipocondríaco que lo hacía creer que le iba a dar un paro cardíaco cada vez que lo regañaba (sí, también era un maldito masoquista), o bien, cada vez que lo miraba.

Y es que la realidad era, que Richie vivía en un estado de paro cardíaco cada vez que Eddie solo se paraba a su lado, o frente a él, o a 5 metros. Maldita sea, con su sola existencia ya lo tenía loco.

"Puto Eddie, tus malditas pastillas y ese estúpido inhalador te dieron super poderes, putos todos"

Su plan era, básicamente, obtener información de Eddie viendo en qué preguntas tomaba un trago de alcohol.

Esa noche se arregló. Porque sí, quería verse bien. No es que quisiera que casualmente el más pequeño de los perdedores lo mirara, no. Solo quería verse bien, eso era todo.

"No está mal querer verse bien alguna puta vez en la vida"

Cuando se vio al espejo, pensó que, efectivamente, se veía bien. Pero putos lentes, me hacen ver horrible y me obligan a mirar mi grande poll... okay, concéntrate Richie.

-Adiós mamá, pasaré la noche donde el disco rallado de Bill, nos vemos mañana. -Se despidió de su madre con la mano y se largó, sin darle tiempo a que lo regañara por el cruel apodo que le ponía a su amigo-.

Sólo llevaba una manta por si le daba frío, dinero y ganas de pasarla bien... también curiosidad, y por qué no, tenía que admitirlo: estaba nervioso.

Al entrar al garaje de Bill se dio cuenta de que era el último de todos en llegar. Los demás ya habían comprado alcohol, ¿cómo lo habían hecho? Ya lo investigaría.

-Bi-bien Richie, al fin lle-llegas -Lo saludó Bill-.

Ya todos estaban sentados en un círculo, el único espacio libre que quedaba para él era al frente de Eddie.

-Quiero jugar ya, no he tomado mis remedios en todo el día solo para poder jugar esto. Mi mamá nunca me deja tomar alcohol por mis medicamentos. ¿Sabían que si bebo alcohol y al mismo tiempo me medico puedo sufrir de...

-Eddie, olvídate de eso y sólo vamos a divertirnos -lo interrumpió Stan-.

-¡Yo dirijo el juego! El que se oponga me chupa una axila -informó Richie-.

Y así, nadie se atrevió a cuestionar su liderazgo. Mucho menos Eddie, que, en su vida, jamás se acercaría a la axila de Richie, ni loco.

-Bien, aquí vamos con la primera, estoy seguro de que beberán todos -Richie les lanzó a sus amigos una mirada malvada-. Yo nunca, nunca -respiró- me he sentido atraído por un chico.

Richie bebió su trago de inmediato, no sintió vergüenza. Al ver a Richie, se animó Bill, luego Stan, y por último Eddie, quien se atoró con su trago.

El corazón de Richie dio un salto. ¿Qué significaba eso?

-Sab-b-bía que eras g-gay Stan -Rió Bill apuntando a su amigo-.

-No te atrevas a molestarlo Bill, tú también acabas de beber -Se burló Mike mientras Ben reía-.

-Entonces hagamos esto aún más interesante -dijo Richie-. Yo nunca, nunca me he sentido atraído por uno de los chicos que están dentro de esta habitación.

El único que bebió esta vez, aparte de Richie (y atorándose menos) fue Eddie.

"Demonios, ese chico puedo ser yo"

-Estoy seguro de que a Eddie le atrae Bill -dijo Mike entre risas-.

"Igual, no es como si Eddie me gustara, es sólo curiosidad"

-No seas idiota. Bill es como mi hermano -replicó Eddie-. No podría atraerme. Aparte Bill ya ha besado a chicas, lo sabes. ¿Sabías que la saliva de las personas que besas no se van de tu organismo hasta luego de un largo tiempo? Puedes pegarte cientos de bacterias, miles, infinitas. Bill no puede atraerme porque no es virgen de labios, los microbios le han violado la boca.

Todos rieron. Era impresionante la cantidad de datos de higiene y salud que salían de la boca de Eddie.

-Sigamos -dijo Richie, y pensó "yo jamás he besado a nadie"-. Yo nunca, nunca he mirado a Richie con ojos de amor pensando que es el puto ser más bello que pudo crear Dios.

Todos miraron a Richie aguantando la risa, sin tomarse sus palabras en serio.

Sin embargo, Eddie tenía el vaso a mitad de camino hacia su boca. Estaba rojo, hasta las orejas. El corazón le latía a mil y no podía despegar sus ojos del maldito bocazas. Quizás sólo era culpa del alcohol, sí, eso debía ser.

Porque beber alcohol sin haber comido hace horas era malo, no haberse tomado sus vitaminas lo dejaba vulnerable. Se sentía mareado y con calor.

Y Richie lo vio, vio que Eddie fue el único que estuvo a punto de beber. Y quiso parar de jugar y preguntarle si era verdad aquello. Pero Eddie bajó el vaso y también su mirada.

Los demás sólo rieron, Y Richie pidió que no jugaran más, que simplemente se bebieran el alcohol y disfrutaran de la compañía. Sólo que él no bebió más, simplemente miró como sus amigos pasaban un buen rato. Vio como Eddie caía dormido y lo abrigó con la manta que llevaba para sí mismo.

Bill lo vio, y supo de inmediato que el corazón de Richie, ese maldito corazón lleno de bromas, tenía un lugar especial en el que posiblemente, se encontraba Eddie.

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"Yo nunca, nunca..." Donde viven las historias. Descúbrelo ahora