6-"Un nuevo club"

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Nuevo club

*ESTE CLUB DEBE TENER SOLO DOS INTEGRANTES. NO PUEDEN SER MÁS, SÍ PUEDE HABER UNO, PERO EL CLUB SE VUELVE TRISTE Y ABURRIDO DE ESA FORMA*

Nombre: Los enamorados

Integrantes: -Richie

-Eddie

Estado de los integrantes: -No están enterados de que están en el nuevo club.

Actividades del club: -Pensar mucho en el otro integrante (no siempre es a propósito)

-Besarse

-Salir (sólo los integrantes del club)

*Las actividades se van agregando a medida que los integrantes las realicen*

Estado del club: MÁS QUE ACTIVO.

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Richie podría jurar que nunca en su vida había dormido tan bien.

No podía negar que había despertado un par de veces en la noche, pero al abrir los ojos la imagen de un Eddie con los ojos cerrados y la boca medio abierta sólo lo hacía sonreír.

El más pequeño no roncaba, pero hacía soniditos parecidos a los de un cachorro que solo hacían que el de gafas quisiera reír o explotar de ternura, ni él sabía cómo reaccionar. Lo único que Richie sabía, era que desde que había asumido que le gustaba Eddie, el sol había salido en su vida.

Luego de que esa mañana despertaran ambos porque la señora K estaba golpeando la puerta, todo había ido más calmado.

Richie había logrado esconderse y luego escapar por la ventana e ir hacia su casa.

Al estar en su habitación, se castigó mentalmente por no haber besado a Eddie la noche anterior. ¿Desde cuándo él era tan cobarde, tan tímido? La verdad era que Richie no quería presionar a Eddie a algo que él no quisiera hacer; y aunque le costara aguantar las ganas de besar al castaño, lo haría. Porque Tozier realmente se estaba esforzando, y era primera vez en su vida que rogaba porque sus esfuerzos no fallasen.

Richie no creía en la existencia de Dios, o de algún puto ser superior lleno de amor y bondad. Pero ese día, al ya estar tranquilo en su habitación y no poder dejar de pensar en Eddie, lo único que se le ocurrió fue pedir a cualquier dios, a cualquier ser, estuviera en el cielo, tierra, mar o incluso en la mierda, que lo ayudara. Pidió por él mismo, para ser mejor para Eddie. Pidió, por sobre todo, que Eddie no lo odiara. Y por último, sólo se sintió capaz de pedir que, por favor: su corazón no saliese dañado de todo esto. Porque aunque le costara asumirlo, y a pesar de todo lo bonito que sentía, sí estaba asustado... atemorizado.

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-Bill, amigo mío, te he extrañado un montón -decía Richie abrazando a su amigo apenas este le había abierto la puerta de su casa-.

-H-hey Rich, yo ta-también te extrañé ho-hoy. ¿Por qué n-no fuiste a cla-clases? -Habó Bill mientras tomaba a Richie del brazo y lo hacía entrar a su casa y luego subir a su cuarto-.

-Porque me enfermé, de hecho estoy enfermo ahora, y Eddie me matará si se entera de que estuve aquí contigo, porque no quiere que contagie a nadie.

Ambos entraron al cuarto y el de gafas se recostó en la cama, la verdad no se sentía muy bien al estar agripado.

-E-Eddie tampoco f-fue a clases ho-hoy, ¿también é-él enfermó?

"Yo nunca, nunca..." Donde viven las historias. Descúbrelo ahora