Capítulo 38

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Cristianno

Me arrepentí al instante de lo que había hecho luego de ver a Megan conteniendo las lágrimas como la mujer fuerte que era. Le había hecho daño, por más que ella fue cariñosa y comprensiva conmigo, yo no le di el mismo trato.

No me subí a mi moto, al contrario, di media vuelta y volví al hospital pero sin entrar por la puerta principal. Rodee el edificio y traté de ubicar la habitación de Lissa, escaneando las ventanas de cada habitación, hasta finalmente encontrar la suya.

Quité el seguro y abrí la ventana, infiltrándome descaradamente en el interior. Mientras aterrizaba en el suelo duramente, Lissa gritó. Ella me miraba sorprendida y muy confundida.

- ¿Qué haces aquí Cristianno?– Preguntó, en un susurro inaudible–

Cerré la puerta de su habitación sigilosamente.

- Discúlpame, pero tuve una discusión con Megan– Respondí, aclarándome la garganta–

- Imposible, se fueron hace menos de diez minutos– Replicó, aturdida–

- Así de rápido es como se puede arruinar todo– Mascullé, esbozando una mueca–

- ¿Qué sucedió?– Interrogó, suspirando–

- Fue algo estúpido, cuando ella preguntó qué me ocurría, yo no quise contárselo– Expliqué, tornando los ojos en blanco–

- Y se enojó por eso– Resumió ella, ladeando la cabeza–

- Más bien la hice llorar– Aclaré, frunciendo el ceño–

- Cristianno, eso es lo peor que le puedes hacer a una mujer, se supone que la chica que amas no la haces sufrir, sino que la llenas de besos– Bramó, indignada–

- A veces la persona que más quieres, justamente es a quién más haces llorar– Musité, mordiéndome el labio–

- ¿La haces llorar muy seguido?– Indagó, entrecerrando los ojos–

- No, pero cuando lo hago, todo termina en desastre– Indiqué, desordenando mi cabello–

- Entonces tienes que disculparte y decirle lo que tanto quiere saber, no tienes otra alternativo– Zanjó, cruzando los brazos–

- No puedo decirle la verdad– Insistí, negando con la cabeza–

Lissa suspiró, tornando los ojos en blanco.

- Sabes cómo es mi familia y la clase de persona que soy, si se lo digo, ella huirá de mí– Repliqué, moviéndome de un lado a otro en la habitación–

- Cristianno, sólo te voy a preguntar algo– Señaló, aclarándose la garganta–

Lissa me lanzó una mirada fría y letal.

- ¿Morirías por Megan? ¿Harías cualquier cosa con tal de protegerla? ¿Te importan más sus sentimientos que los tuyos?– Indagó, entrecerrando los ojos–

- Por supuesto que sí– Respondí, frunciendo el ceño–

- Entonces debes decirle la verdad, por más que duela– Concluyó, apoyando su cabeza sobre la almohada–

Cerré los ojos y respiré profundamente.

- Es lo único que quiero, pero no puedo decirle que mi familia es la Mafia, ella jamás lo entendería– Contraataqué, estresado–

- Si te ama, comprenderá lo que sea– Insistió, serena y confiada–

- No puedo hacerlo– Gruñí, negando con la cabeza–

Atrápame si puedes (ASP#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora