Atrápame si puedes (ASP#1)

Capítulo 2

Cristianno

Estaba ansioso, esta noche mis padres estaban ofreciendo una fiesta de beneficiencia en nuestra mansión. Es por eso que habría mucha gente importante ahí, aunque lo verdaderamente relevante no era eso, sino que cientos de chicas hermosas asistirían sólo para verme a mí.

Porque seamos sinceros, ¿cuántas veces en la vida tienes la oportunidad de ver en persona al modelo más famoso del momento?

Obviamente era una oportunidad única para aquellas mujeres desesperadas por conocerme. Y quizás alguna de ellas tendría la suerte de quedarse con el premio mayor.

Esa mañana, estaba huyendo a escondidas del departamento de la chica con la que había pasado la noche. Caminaba por la calle en dirección a mi moto, cuando el celular en comenzó a sonar en el bolsillo de mi chaqueta.

- ¿Dónde mierda has estado? Te he estado llamando toda la mañana– Bramó mi hermano mayor, Mirko–

- No tenía ninguna llamada perdida, ahora dime ¿qué sucede?– Pregunté sentándome en mi moto–

- Recibimos un mensaje importante de nuestro infiltrado en la CIA– Informó, suspirando de mala gana–

- ¿Qué dijo?– Interrogué, mortalmente serio y atento–

- Que un agente viene y llegará a Roma esta noche– Explicó soltando un bufido irónico–

- Bien, lo mataremos después de la fiesta entonces– Respondí restándole importancia al asunto–

- No, el abuelo quiere interrogarlo primero– Comentó chasqueando la lengua–

- Eso puedo hacerlo yo, dile que me encargaré de quebrar cada hueso de ese jodido espía– Ordené con firmeza y determinación–

- Sabes que eso no lo decido yo, convérsalo con él, se supone que te llamará dentro de poco– Indicó, aburrido–

- ¡Oye!– Gritó una voz femenina a lo lejos–

El escándalo provenía de uno de los balcones del edificio a mi costado, así que levanté la cabeza y me encontré con la chica con la que había dormido. Vestía una bata de seda de color verde, tenía el cabello revuelto y lucía muy enojada.

- ¿A dónde crees que vas? ¿Acaso te estás escapando? ¿Por qué clase de zorra me tomas?– Preguntó con violencia–

- Mirko, tengo que colgar, debo irme ahora o esta chica me matará– Susurré hastiado–

- ¿Cuándo será el día que dejes de meterte en problemas?– Inquirió, resignado–

- No son líos, sólo son mujeres, no alcanzan ni a darme un dolor de cabeza– Repliqué esbozando una sonrisa altanera–

- Dios, madura de una vez por favor– Gruñó molesto–

- Adiós cariño, nos vemos después– Me despedí riendo–

- Idiota– Me insultó–

Solté una carcajada e hice rugir el motor de mi moto Yamaha R1, acelerando a fondo y alejándome de la chica que todavía me gritaba descontrolada desde el balcón. Mierda, no podía creer que había caído tan bajo como para acostarme con alguien como ella. Seguramente estaba tan borracho que había pensado que ella valía la pena el esfuerzo.