- Yo creo que sería mejor que fueras una abogada - dijo Momo mascando su chicle.
Temprano por la mañana, en otro inicio de la jornada escolar, me encontraba charlando con Momo e Irene a la espera de que el timbre sonase para entrar a clases. Tratábamos de descifrar cual carrera escogeríamos o en la que mejor encajaríamos. Sinceramente, no tengo ninguna en mente, ese ha sido un tema vago que he pensado, pero no he tenido una decisión final. Mi pasión, no es algo que he encontrado aún. Hay cosas que me gustan y que sé que soy buena en ellas, aunque no me he puesto a visualizarlas como una profesión.
- No, me aburre - negué a la idea de ser una abogada. No me imagino en una corte día tras día.
- ¿Por qué? Si tienes ese poder de convencimiento que nadie te lo quita - comentó Irene.
- Posiblemente, pe... - fui callada por el bullicio en la orilla del andén, donde se podía divisar un auto rojo tras la gente - ¿Qué es eso? - las dos se giraron a ver lo mismo que yo.
- No lo sé, ¿Creen que sea un idol que vino a estudiar con nosotros? - sonrió ansiosa por la idea.
- No lo creo, aún así, siento que ese carro lo he visto - las tres miramos fijamente el auto, tratando de detallarlo y en mi mente, descubrir si también lo conocía.
¡Pff! Intento fallido.
Al parecer Momo lo reconocía, pues sus ojos se abrieron exageradamente y con apuro, me tomó del brazo.
- TN tienes que irte.
- ¿Qué? ¿Por qué? - pregunte confusa. ¿Qué estaba pasando?
- Luego te explico, pero anda, vámonos - detuve su tirón al ver que del auto se bajaba una chica y las personas se abrían para darle el paso. Era linda, cabello castaño con flequillo, ojos grandes, figura delgada y con una postura recta. Me daba un aire de chica rica. Su mirada se clavó en nosotras y ladeó sus labios en una sonrisa que, para mi percepción, no me daba buena espina - Es tarde, nos ha visto - se quejó entre dientes.
La chica se acercó hacia nosotras y parecía que estaba dispuesta a hablarnos, pese a que yo seguía confundida con su procedencia, si la conocía y el porqué de la extraña actitud de Momo.
- Wow, que sorpresa tenemos aquí - dijo ampliando su sonrisa - Es grato verlas de nuevo.
- Sun hee, ¿Por qué no mejor sigues tu camino? - me rodó un poco tras de ella, lo cual me extrañaba, pues parecía que estuviese protegiéndome. ¿Debía temerle a esta chica?
- Sólo vine a saludar a mis chicas favoritas - la llamada Sun hee juntó sus manos y las llevo a su pecho. Luego detuvo su mirada sobre mí - ¿TN, no vas a saludarme?
- ¿Hola? - saludé con duda y ella rio.
Su risa no era de las que algo le hacía gracia, más bien se escuchaba ofendida.
- ¿Qué te pasa? ¿Acaso ya no me reconoces? Sé que me fui bastante tiempo, pero no es para tanto - chasqueó sus dedos como si tuviese una idea - ¡Espera! Es que eres tan tonta que ya hasta cualquier cosa puedes olvidar o ¿Es que llegaste tarde a la repartición de neuronas? - dijo inclinándose un poco y hablando con cautela.
Un momento, ¿Quién se supone que es esta chica? ¿Cómo puede tan sólo venir y salir con esos insultos? ¿Cree que sabe humillar a alguien? Pues yo también puedo jugar el mismo juego.
- Al menos yo si fui - un "Uh" se escuchó de las personas que nos rodeaban. Yo me había hecho a un lado de Momo para demostrarle que no temía de las tonterías que saliesen de la boca de la Sun hee.
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My Memory [Baekhyun Y Tú] - CORRIGIENDO
RastgeleEl dicho dice "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde", lo que he perdido trajo consigo muchas consecuencias que serán difíciles de recuperar, tales como esa persona que lleno de vida lo que más añoré y perdí a su vez, solo por un simple descu...