1

5.7K 80 6
                                    

Era el primer día en la Universidad para Aitana Ocaña, una chica de dieciocho años, muy guapa y alegre.

Había estado durante el verano tonteando con un chico, que aunque le parecía divertido y le hacía algo de tilín, con Vicente no había pasado de unos besos y alguna que otra caricia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había estado durante el verano tonteando con un chico, que aunque le parecía divertido y le hacía algo de tilín, con Vicente no había pasado de unos besos y alguna que otra caricia.

Cuando al fin llegó a la habitación, la cual compartiría con otra chica que al parecer aún no había llegado, por lo esta eligió la cama más próxima a la ventana, deshizo su maleta y luego  lo guardó todo con cuidado sus cosas.

La verdad es que esperaba que su compañera de habitación fuese tan ordenada como ella pues odiaba vivir en un total desorden.

Al terminar su cometido, Aitana decidió dar una vuelta por el campus e ir a comer algo a la cafetería pues las clases no empezarían hasta la tarde.

Lo miraba todo con admiración y sorpresa, sin dejar de esbozar una amplia sonrisa, a pesar de que la verdad, no podía negar que el irse sola a Madrid para estudiar la carrera de música, la tenía un poco asustaba pero confiaba en hacer amistades pronto, ya que en eso nunca había tenido problema.

La chica algo cansada, se sentó en la verde hierba del jardín principal para así observar a los demás alumnos, los cuales aún iban llegando al campus.

Entonces reparó en una chica, la cual parecía un poco torpe y muy graciosa pues al bajarse del taxi, a esta se le cayó la chaqueta, luego el gorro y cuando comenzó a caminar con la maleta, al querer subir un pequeño escalón, tropezó y toda la ropa se  quedó esparcida por el suelo.

-¡Jolines de verdad!...en serio Amaia que torpe eres-se dijo a sí misma, haciendo reír a Aitana que se acercaba para ayudarla.

-Hola, ¿estás bien?, ¿te has lastimado?.

-Oh no... gracias...Solo mi dignidad ha sido dañada.... Acabo de llegar a Madrid y mis compañeros de universidad ya me han visto las bragas- volvió a decir la chica medio riendo avergonzada.

-Jajajaja, eres muy graciosa, ¿Sabes?.... Yo soy Aitana vengo de Barcelona, ¿Cual es tu nombre?.

-Oh, ¿Qué tal?, yo soy Amaia y vengo desde Pamplona.

El taxi, el cual ya se había marchado, de repente apareció circulando marcha atrás y se detuvo junto a ellas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El taxi, el cual ya se había marchado, de repente apareció circulando marcha atrás y se detuvo junto a ellas.

-Anda toma muchacha— dijo el hombre de mediana edad, bajando de de du vehículo y entregándole una guitarra en su funda—...esto se te ha quedado en el asiento de atrás y casi me la llevo.

-¡Oh Dios!, muchísimas gracias señor. Que cabeza tengo...buff menos mal... Me la regaló mi padre y la tengo mucho cariño.

Aitana le agarró la mano muy emocionada.

-No me digas que tú también vas a estudiar la carrera de música como yo....ojalá nos toque en la misma clase.


—Sí, este es mi primer año....buah eso estaría genial.

Las dos chicas terminaron de recoger toda la ropa esparcida por el suelo y acto seguido, Amaia cerró su maleta nuevamente para comenzar a caminar hasta la fraternidad.

-¿Quieres que te acompañe para instalarte?—preguntó Aitana muy servicial.


-Oh no...no te preocupes.... Ya hiciste bastante.... Además ya hora de comer.... tranquila vete, yo dejo esto y ya voy a la cafetería también...por favor, guardame sitio.

-Oh si claro, como quieras...será genial comer juntas...nos vemos allí entonces.

-Si, nos vemos, estoy muerta de hambre-volvió a hablar Amaia camino al edificio, donde estaban las habitaciones de los estudiantes.

La de Barcelona caminó entonces hacia la cafetería y distraída miraba al suelo recordando su encuentro con la chica de Pamplona y pensando en lo bien que le había caído y en que seguro se harían mejores amigas.

De repente esta chocó con alguien.

-¡Ostras Pedrito!—exclamó—... pe-perdona no te había vist...

Aitana se quedó al instante sin palabras pues ante ella había un chico moreno, con una corta barba y muy atractivo que le pareció un poco mayor y entonces creyó que sería del último curso.

Aitana se quedó al instante sin palabras pues ante ella había un chico moreno, con una corta barba y muy atractivo que le pareció un poco mayor y entonces creyó que sería del último curso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Oh no te preocupes... además yo también estaba distraído.... Soy nuevo y aún no conozco bien este lugar- dijo recogiendo su mochila del suelo.

-Oh vaya, ¿también es tu primer año aquí?, Ya eres la segunda persona que conozco.... por cierto soy Aitana-dijo sonriendo embobada.

-Yo s-soy Cepeda... emm bueno, Luis Cepeda, encantado de conocerte.

-Ah pues yo me voy a comer, ya nos veremos por ahí.

-Vale, de acuerdo...hasta luego entonces Aitana-dijo el chico con una sonrisa de oreja a oreja.


La chica se alejó y luego volvió su mirada hacia atrás para a volver a verlo mientras se mordió el labio y Luis por su parte, también volvió para mirar por donde Aitana se había ido y sonrió.

-Qué preciosidad de chica- se dijo en un suspiro y a continuación, siguió su incesante búsqueda del aula de Teoría y Composición.

2. Dulce como la miel -Aiteda «Terminada»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora