Tras conocerse, Aitana Ocaña y Luis Cepeda vivirán un bonito e intenso amor, uno de esos que son difíciles de encontrar y que duran para siempre, aunque antes de eso, deberán superar todos sus miedos y sus inseguridades.
# 1 puesto (22/3/19)
Finalmente, tras semanas de quimioterapia, la madre de Cepeda estaba mucho mejor e insistió en que éste viajase a Madrid y pasase unos días con Aitana pues sabía lo muchísimo que la echaba de menos.
Luis viajaba por sorpresa y aunque muy preocupado por su madre, también estaba muy emocionado por volver a sentir a su «dulce niña», como él la había empezado a llamar cariñosamente.
Además a pesar de que llevaban muchas semanas hablado por teléfono y por Skype, sin duda no era lo mismo, ya que el tenerla por fin frente a frente y poder besarla y estrecharla entre sus brazos, sería infinitamente mejor.
Sin embargo, el cansancio acabó por vencerlo y Luis se quedó dormido en el asiento del tren el resto del viaje hasta la cuidad de Madrid.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando el maestro se despertó, el tren ya había llegado a la estación y casi todos los pasajeros se habían bajado, así que rápidamente se levantó de su asiento y se bajó para coger un taxi que le llevase a casa para dejar el equipaje e ir al campus cuanto antes.
Mientras tanto, Aitana y sus compañeros ya habían terminado sus clases y disfrutaban de sus horas de esparcimiento en la cafetería jugando al mus y bebiendo cañas.
Cepeda llegó a la fraternidad de Aitana pero tras llamar varias veces a su puerta, comprendió que ella no estaba allí.
****
😘Hola dulce niña, ¿Qué estás haciendo ahora?✅✅
****
Hola 💖...pues estoy jugando al mus en la cafetería. Y tú? ✅✅
****
Oh!, yo aquí como siempre, extrañandote 🙄. Tienes el ordenador contigo?, me gustaría que habláramos un rato por Skype. ✅✅
****
😭No, está en mi habitación pero dame unos minutos y me conecto, ¿de acuerdo? 😍✅✅
****
Ok💋✅✅
Cepeda sonrió y se agachó tras una columna, mientras esperó paciente para ver llegar a la chica y que ésta se metiese a su habitación.
Aitana inocentemente encendió su ordenador y esperó tranquilamente unos minutos, cuando de repente oyo que alguien llamaba a su puerta.
—Buff ... que oportuno, ¿quién será ahora?...pues no pienso abrir, quiero ver a Luis y no estoy para nadie.—se dijo la chica.
Tras unos minutos comprobó que Cepeda no estaba conectado, mientras él sonriendo, seguían llamando a su puerta.
—Que raro... se ha desconectado—dijo con extrañeza y tristeza la chica y finalmente cerró el ordenador y fue a ver quien era.
—Hola preciosa—dijo el profesor en cuanto esta le abrió.
Aitana se quedó en shock pues no se lo creía.
—Hey...¿ya no te acuerdas de mí?, ¿Ni me saludas?—Bromeó sonriendo Luis.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Luuuiiiissss!—gritó emocionada de repente la chica, abalanzándose sobre el profesor y subiéndose a su regazo para besarlo con desespero.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rápidamente Cepeda entró en la habitación y cerró la puerta con Aitana aún en brazos, la cual no paraba de acariciarlo y besarlo.
El maestro la dejó sobre la cama suavemente y ésta tiró de él para que siguiese besándola.
Sin más espera, la ropa voló por los aires y los dos chicos sintieron arder sus cuerpos, con cada caricia y con cada beso que el otro dejaba sobre su piel.
Aitana temblaba bajo Cepeda, esperando ansiosa a que esté se pusiese el condón y entrase en ella para sentir de nuevo, la dulce sensación de tocar el cielo con sus manos.
Cepeda la penetró una y otra vez, mientras los dos soltaban gemidos y suspiros de placer, mientras sus cuerpos vibraban con cada roce.
Finalmente Aitana llegó al orgasmo, soltando un gran gemido y agarrándose fuertemente a Cepeda, el cual también se acabó corriendo unos minutos después en el profilactico, tras propinarle unas cuantas estocadas más.
