20 (Final)

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Luis y Aitana pasaron cuatro días juntos, en los que no pararon de hacer el amor y recuperar el tiempo en el que habían estado separados.

Cepeda también volvió a ver a sus alumnos, los cuales estaban muy emocionados de volverlo a ver pero finalmente tuvo que regresar a Galicia, ya que no quería que su madre estuviese sola por más tiempo, aunque había contratado una enfermera para cuidarla.

La despedida en la estación fue mucho más dura que la anterior, Aitana no dejó de llorar en todo momento pues estaba muy enamorada del profesor y no quería separarse de él.

Cepeda subió al tren muy apenado pues él nunca hubiese querido irse y dejarla así pero su deber de hijo lo obligaba a volver junto a su madre, al menos hasta que ésta estuviese mejor

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Cepeda subió al tren muy apenado pues él nunca hubiese querido irse y dejarla así pero su deber de hijo lo obligaba a volver junto a su madre, al menos hasta que ésta estuviese mejor.

Cepeda subió al tren muy apenado pues él nunca hubiese querido irse y dejarla así pero su deber de hijo lo obligaba a volver junto a su madre, al menos hasta que ésta estuviese mejor

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Las semanas siguientes fueron igual de tristes para los dos pues, aunque hablaban todos los días por teléfono y Skype igualmente, Aitana siguió llorando por los rincones.

Cepeda por su parte la extrañó cada día mucho más y aunque su madre iba mejorando y le insistía en que se fuese ya para Madrid de nuevo y viviese su vida, él prefirió no hacerlo hasta verla bien del todo

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Cepeda por su parte la extrañó cada día mucho más y aunque su madre iba mejorando y le insistía en que se fuese ya para Madrid de nuevo y viviese su vida, él prefirió no hacerlo hasta verla bien del todo.

Cepeda por su parte la extrañó cada día mucho más y aunque su madre iba mejorando y le insistía en que se fuese ya para Madrid de nuevo y viviese su vida, él prefirió no hacerlo hasta verla bien del todo

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2. Dulce como la miel -Aiteda «Terminada»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora