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Durante toda la comida, Amaia y Alfred tras sentarse juntos, estuvieron toda la comida hablando de su dueto y de la canción que debían elegir, finalmente se quedaron con «City of stars».

Ana y Mimi también se sentaron juntas y hablaron de lo mismo, mientras en la mesa, Roi contaba chistes y Aitana los observaba y sonreía melancólica.

La de Barcelona estaba deseando que llegase la última hora del día, para así poder ver y hablar con Cepeda, no sabía cómo ha hacer para elegir y ensayar juntos, estaba muy nerviosa.

-Aitana ....Hey Aitana... tierra llamando Aitana... Estás muy distraída, ¿en qué estás pensando?, seguro en algún noviete que has dejado atrás, ¿verdad?. Yo estoy pensando en mi novia, no pensé que la iba a echarla tanto de menos, la verdad, es que se me va a hacer el curso muy largo- dijo Roi seriamente, parando de hacer tonterías.

Aitana volvió a sonreír y asintió como dándole la razón pero en realidad no estaba pensando en Vicente para nada, sino que estaba pensando en su profesor y en lo mucho que le gustaría que estuviese en la mesa sentado con ella pero no iba a decirle eso a su compañero, ya que era una locura.

Al terminar la comida, los chicos y chicas se fueron de nuevo a retomar las clases y al finalizar Aitana se fue a la sala de profesores a buscar a Cepeda y así poder hablar con él.

Cuando llegó encontró al profesor hablando con una joven profesora de pelo rojo muy amigablemente, Aitana sabía que era la profesora de danza de segundo y no sabía porque pero no le gustó nada verlos juntos.

Cuando llegó encontró al profesor hablando con una joven profesora de pelo rojo muy amigablemente, Aitana sabía que era la profesora de danza de segundo y no sabía porque pero no le gustó nada verlos juntos

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La chica se puso en la puerta a esperar, mientras os profesores terminaron su conversación, comprobando que Cepeda ni se daba cuenta de que ella estaba allí.

Finalmente se despidió de la profesora con un beso en la mejilla y una sonrisa de oreja a oreja con cara de bobo y luego miró hacia la puerta encontrándose a su alumna, bastante mosqueada.

-¿Estás bien Aitana?, ¿te ocurre algo?.

La chica simplemente negó con la cabeza y mantenía su cara seria, mientras evitaba mirar a la cara al profesor, estaba bastante celosa y no sabía porque.

Cepeda en realidad no era nada suyo, no era de su propiedad y ni siquiera sabía muy bien qué sentimientos tenía hacia él, sentía muy niñata pero no podía evitarlo.

-Ven vamos a la cafetería y mientras nos tomamos un café, hablaremos de cómo nos vamos a organizar para realizar el trabajo, ¿has pensado en alguna canción en concreto?- le preguntó el profesor muy sonriente.

Aitana volvió a negar con la cabeza, mientras empezaba a caminar a la par que su profesor, el cual fruncía el ceño ante la seriedad de su alumna.

Al llegar pidieron sus cafés y buscaron una mesa libre para sentaron uno frente al otro, mientras algunos de los alumnos y profesores que estaban allí, los miraban haciendo sentir incómoda a la chica.

-No te preocupes Aitana, venga vayamos a lo importante, hablemos de nuestra canción...emm, yo había pensado en «No puedo vivir sin ti...emm... ¿qué te parece?-dijo Cepeda mirándola.

La de Barcelona asintió mirando a su profesor y a ambos lados del local, entonces sacó su móvil y buscó la canción en Google pues no le sonaba.

-Si, está bien-dijo seria al finalizar de escucharla.

El profesor volvió a sonreír.

-¿Por qué tienes esa actitud tan borde?, ¿he hecho algo que te molestase?, ¿Te molesta que yo sea tu compañero?, quizás quieres a otro.

Aitana entonces sonrió, no podía permitir que Cepeda se cambiase por otro, ella no quería otro compañero, sino que lo quería a él, además no podía permitir que la profesora del pelo rojo se lo quitase, Cepeda iba a ser suyo sí o sí.

-No, no es nada, lo siento, es solo que estoy un poco agobiada y echo de menos a mis padres.

De repente el profesor hizo un gesto que dejó a la chica flotando en una nube, este levantó su mano y le acarició la cara, siguiendo un impulso que había estado controlando, desde que la había visto tan seria en la puerta de la sala de profesores.

-No te preocupes, pronto te adaptarás, todos te ayudaremos-le dijo dulcemente haciendo que el corazón de la chica latiera tan fuerte, que ahora si se le quería salir del pecho irremediable.

2. Dulce como la miel -Aiteda «Terminada»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora