Capitulo #10

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No podía creer lo que estaba escuchando, el me amaba y no quería alejarse de mi, otras lagrimas volvieron a salir. El me amaba y yo lo amaba, no podía permitir que nadie se interpusiera entre los dos ni siquiera Jade, era mi amiga si, pero no por eso iba a sacrificar este amor... ¿o si? Ya no quería pensar, por el momento estaba con el y es lo que importaba. Me acerque al oído de Tay y le susurre un "te amo". Taylor me quito la camisa y yo solo quede en pantaleta, ya que no me había puesto sosten, Taylor empezo a besar mi cuello, pequeños gemidos salían de boca. Tome su cabeza y empece a jugar con su pelo, era tan suave y sedoso, Taylor me tomo de la cintura y me levanto, enrolle mis piernas en su cintura y pegue mis labios a los suyos. Ambos nos deboravamos nuestras bocas, Taylor gimio y aproveche para meter mi lengua y buscar la suya, aun en brazos Tay empezo a caminar hacia la cama, me recosto con delicadesa y se coloco encima de mi.

—te deseo tanto...

—hasme tuya amor...

Taylor sin pensarlo dos veces se quito la ropa, volvia a invadir mi boca mientras pellizcaba suavemente mis pezones, mi cuerpo reacciono rapidamente, mis caderas cobraron vida y mi entrepierna ya estaba muy húmeda. Taylor me abrio las piernas y movio mi pantaleta hacia un lado, me penetro muy despacio mientras yo gemia de placer, empezo a moverse a su ritmo, hice mi cabeza para atras y le di acceso directo a mi cuello.

—¡Oh si! Te sientes bien dentro se mi amor...

—me encanta estar dentro se ti— me dijo al oido —estan muy apretada, me vuelves loco amor.

—¡Taylor!— estaba super excitada, mi hombre empezo a acelerar el ritmo, el sudor nos cubría los cuerpos, de pronto Taylor me tomo de la cintura y me levanto, el quede sentado sobre su piernas y yo encima de el, me tomo del rostro y comenzo a besarme, seguia penetrándome, yo me aferre a su cuello, dejo de besarme y pego su frente a la mia.

—eres lo mejor que me a pasado en esta vida Rene— sus palabras fueron mi detonador, ambos nos corrimos al mismo tiempo.

Amanecer en los brazos del hombre que amo fue lo mejor que me pudo pasar en la vida, me quede observándolo un rato, se veia tan hermoso dormido, sus pestañas, sus labios entre abiertos todo en el era perfecto. Observaba como subía y bajaba su pecho al respirar, dios y su pelo todo enmarañado era una dios griego. Me recosté en su pecho muy despacio para no despertarlo, podía oír su corazón y sentía su respiración, era como un arrullo. Anoche tuvimos el mejor sexo, fue muy especial para mi porque me entregue en cuerpo y alma. Sin darme cuenta me volví a quedar dormida.

Desperté un poco desorientada, mire la habitación y recordé lo que había pasado la noche anterior donde Taylor y yo nos convertimos en uno solo. Estaba sola en la cama, no veia a Tay por la habitación. Decidí tomar un baño, aunque no me agradaba la idea de quitarme el olor de Taylor de mi cuerpo, lo tenia impregnado, era como una droga que me tranquilizaba. Ya bañada y cambiada baje a la sala, pero aun no veia a Tay, ¿donde estará? Al no mirarlo comencé a gritarle.

—¡Taylor!... ¿estas aquí?

Nadie me contestaba, abra salido sin avisarme. Volví a insistir. Camine unos pasos y volví a llamarlo.

—Tay ¿donde estas? Amor...

De pronto siento que unos brazos cálidos rodean mi cintura, el se había escondido de mi para asustarme, di un pequeño salto de asombro. Al ver mi reacción el sonrió.

—perdón ¿te asuste?— dijo pegándome mas a el.

—si— sonreí —un poco...

¿como amaneciste?— me dio la vuelta para quedar frente a el y beso mi frente, su naciente barba me picaba.

Keep me AwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora