Final

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Estoy parada frente al espejo con un vestido blanco hermoso, me siento tan feliz que quiero llorar. Nunca pensé llegar a este día, si alguien me hubiera dicho que iba a llegar a casarme con el hermoso hombre que derramo café en mi ropa, nunca lo creería. Cuando le dijimos a mi padre que íbamos a casarnos se puso a llorar de felicidad, aun recuerdo sus palabras.

—mi Ranita hermosa estoy tan feliz por ti, no puedo creer que mi niña hermosa se vaya a casar, parece que fue ayer cuando corrías a mis brazos cuando llegaba del trabajo. Tu madre que desde el cielo te cuida te va dar su bendición estoy seguro.

Una lagrima rodo por mi mejilla al recordar esas palabras, amaba tanto a mi padre, era el mejor del mundo. La mama de Tay entro a la habitación.

—no mi niña, no llores correrás tu maquillaje— me dijo con voz dulce. Se acercó a mí y limpio mi rostro con un pañuelo.

—lo siento señora, no fue mi intención.

—lo se, son los nervios ¿no?

—más que nervios, es una emoción muy grande. Creo que me siento muy feliz y por eso las ganas de llorar.

—pues aguántate— sonrio —arruinaras todo tu maquillaje.

Mi papa entro a la habitación, se quedó parado viéndome y de repente dijo:

—pareces un hermoso ángel mi niña hermosa. Sabes que te amo verdad, tu mama estaría muy orgullosa de ti.

Me acerque a él y lo abrace, lo amaba tanto, él ha hecho tanto por mí y yo solo le he sabido dar preocupaciones ojala y un día pueda ser la hija que le merece. Lo abrace con tanto amor que sentí los sollozos de mi padre.

—te amo papa, gracias por todo.

—¿Estas lista? Ya llego la hora.

—si papa más que lista.

Me tomo del brazo y salimos de la habitación. Taylor había alquilado un hotel para la boda. Yo no quería era demasiado el gasto, pero él no me dejo protestar, dijo que se iban a hacer las cosas como él quería ya que yo lo había desobedecido muchas veces y creo que el trato era justo. El solo me estaba pidiendo hacer las cosas a su manera y al final de cuantas yo solo quería casarme con él. Llegamos al jardín del hotel, estaba adornado con flores blancas y rojas. El pasillo que daba al altar está adornado de igual manera con muchas flores y por donde yo pasaría para llegar a Tay estaba cubierto de pétalos. Se veía hermoso como un sueño. Empezó a sonar la marcha nupcial, caminamos hacia el altar mi padre y yo, estaba muy nerviosa, mi padre me dio un ligero aprenton, queria que supiera que estaba ahí conmigo. Solo podía ver a Tay de espaldas, traía un traje negro con un pequeño moño en su camisa, se veía tan sexy, no pude evitar ponerme mas nerviosa de lo que ya estaba. Taylor voltio muy lentamente y nuestras miradas se encontraron fue como si nos habláramos con los ojos. Nos sonreímos. Llegamos con Taylor, papa tomo mi mano, la beso y después se la dio a Tay.

—Taylor te entrego mi mayor tesoro, cuídala mucho por favor.

—claro que sí señor, con mi vida la cuidare.

No habia mejor momento que este, Taylor y yo frente al altar, era como si excistieramos el y yo. El sacerdote hablaba, pero no le ponia atención, solo miraba a mi futuro esposo, queria grabarme este momento para toda la vida. Taylor me sonrió, levanto su mano y acaricio mi mejilla, le sonreí y movi los labios para hablarle sin voz y le dije: "gracias por todo, te amo"

Termino la ceremonia y estábamos en la recepción disfrutando de una deliciosa cena, en realidad no tenía hambre. Taylor se disculpó un momento y se levantó, este hombre es hermoso en todos los aspecto, solo con sus votos me volvió a enamorar mil veces mas.

"Yo Taylor Hallman, te quiero a ti Rene Green como esposa, y me entrego a ti en cuerpo y alma desde hoy y para siempre, y prometo serte fiel todos los días de mi vida y permanecer a tu lado en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad. Y dedicarte cada segundo de mi vida, reír y llorar contigo, cuidarte y respetarte. Quiero ver tu sonrisa al dormir y al despertarme, quiero envejecer contigo y amarte todos los días de mi vida"

Lo recuerdo y mi corazón siente una emoción muy grande. Él es el hombre perfecto. De repente las luces se apagaron y solo se veía a Taylor en el centro de la pista de baile. ¿Que está haciendo?. Taylor empezó a hablar.

—gracias a nuestro familiares y amigos por acompañarnos esta noche. Es un día especial para mí y mi esposa la señora Rene Hallman. Quiero robarles unos minutos de su tiempo para darle una sorpresa a mi esposa, espero te guste mi amor, esto es para ti. Se prendieron las luces y aparecieron los amigo de Taylor,  Ian con su guitarra y Max en su batería. Tay se acercó a mí y tomo mi mano dirigiéndome hasta donde estaba su hermoso piano negro. ¡Oh por dios! Realmente va a pasar lo que creo. Taylor se sentó en el banquillo del piano y ellos empezaron a tocar. Yo estaba embobada con mi esposo. El empezó a cantar.


Cuando termino de cantar yo estaba echa un mar de lágrimas, esa canción siempre me gustó desde la primera vez que la escuche en la radio. No podría creer lo que acaba de pasar. Taylor se aprendió mi canción favorita, la ensayo y me la canto, amaba a este hombre, me encantaba que siempre me sorprendía.

—¿te gusto mi amor?

—claro, fue hermoso, gracias.

—me alegra que te haya gustado.

Me abrazo y me dio un beso el primero de muchos como esposos, solo nos queda amarnos y nadie más nos podrá separar. Nos vamos a olvidar de todo de ahora en adelante y nos dedicaremos a hacer felices.

Dos dias después de la boda aterrizamos en Hawái pasaremos ahí la luna de miel, estamos esperando a que nos entreguen nuestras maletas cuando una chica se acerca a nosotros. Estaba muy emocionada de ver a Taylor y le pidió de favor si se podía tomar una foto, le dije a la chica que yo se las tomaba y acepto. A veces olvidaba que estaba casada con uno de los empresarios mas famosos y ricos del pais. Cuando la chica se fue Tay me abrazo.

—fuiste muy amable al hacer eso.

—¿por que? Es lo memos que podría hacer...

Taylor me beso, nos quedamos abrazados un momento cuando nos llamaron para recogerlas maletas. Llegamos al hotel, entramos a nuestra habitación. Era hermosa tenía una enorme cama cubierta se sábanas blancas y velas por todos lados, se veía hermoso y además la habitación contaba con una hermosa vista al mar, solo era necesario correr la puerta de vidrio y tenía el mar a unos cuantos pasos.

Taylor se acercó a mí y me beso, "por fin tu y yo solos". Dijo pegado a mis labios yo solo pude sonreír. Empezó a acariciarme los labios con sus manos, su mirada no se separaba de la mía. Dios era tan encantador. Empezó a bajar el cierre de mis jeans muy lentamente, cuando lo hacía me miraba de una manera que nunca olvidare. Sus manos acariciaban mi pierna cada que bajaba mi pantalón, lo hacía muy lentamente, quería tomarse su tiempo. Cuando termino los arrojo al piso me levanto en sus brazos y me acostó en la cama, se acomodó arriba de mí y empezó a besarme de nuevo. Solo se detenía a acariciarme el pelo, las manos y mi rostro y cada que sentía sus cálidas manos sobre mí era como si tocaba el cielo. Sentir su cuerpo cálido sobre mí era de las mejores sensaciones que jamás había sentido. Le quite la camisa y empecé a acariciar el pelo de su pecho, el siguió con mi blusa y yo con su pantalón. Taylor me besaba y bajaba hasta mi cuello y llego a mis pezones, oh dios este hombre realmente me hacía sentir amada y deseada. El acariciaba cada parte de mi cuerpo, y yo me dejaba amar por él. Nos entregamos uno a otro en cuerpo y alma como si no hubiera mañana. Taylor era el mejor hombre del mundo y estaba dispuesta a hacerlo feliz por el resto de mis días.  

Keep me AwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora