[Canción instrumental]
Ludwig presentaba una excelente recuperación; su pequeña lo celebraba poniéndole coronas de flores en la cabeza, al Alfa, le daba gusto que hubiese dejado de llorar, aunque él quisiera hacerlo.
—Simplemente es algo increíble—comentó su médico encargado durante unas pruebas—. Su pareja estaba enfermo de su corazón; perdone que lo diga, pero parece que su Omega hubiera planeado un milagro.
Le explicaron también, que su vida también era un milagro; todas las circunstancias se juntaron para otorgarle una oportunidad más: Feliciano dio su vida por la suya.
En algún momento, sentía que no podía aceptar ese regalo; que solo quería a quien perdió de vuelta.
Fiorella era cuidada por Lovino y Antonio, mientras se recuperaba; aunque aún faltaría mucho para superar la partida de Feliciano.
Una de las personas que menos esperaba lo visitará con frecuencia, fue quien pensó no querría verlo: Lovino venia cada tercer día a verlo, sin su mala cara habitual, pero si con una tristeza que compartía, y podía, comprender.
las razones por las que venía a verlo el hermano mayor de Feliciano, le eran desconocidas— que nunca se habían entendido mucho en realidad—; a veces se sentaba junto a su cama para mirarlo en silencio, otras traía a Fiorella para verlo.
Ludwig de eh preguntaba si el otro tendría algo que reclamarle, y no lo culparía para tener una razón para odiarlo; el mismo estaba en un extraño sentimiento de negación y furia contra todos, consigo mismo.
—Eres un idiota si estas triste por la decisión de Feliciano, y si hasta ahora intentas hacerte el fuerte—Debajo de los ojos de Lovino habían marcas oscuras, y sus ojos estaban irritados—; y eres un bastardo si te sientes culpable o enojado de lo que mi hermano te regalo.
—Sin él todo es...tan silencioso—murmuró El rubio, más para sí mismo, buscando convencerse de la realidad.
—No permitiré que estés enojado, o rechaces la decisión de Feliciano—agregó—. ¿Sabes lo que es vivir sabiendo que tu hermano pequeño podía morir en cualquier momento? ¿Sabes lo que es ver como cada día era un milagro, y no poder hacer nada?
El italiano se mordió el labio, y no estaba seguro si era para no gritar, o para tragarse su llanto.
— ¿Porque nunca me lo dijo?— Sus palabras eran apenas audibles, y su voz vulnerable.
—Eso...—Lovino no quería hablar de las razones de su hermano, pero Ludwig lo merecía—. Siempre supimos que su corazón era débil, los médicos no sabían si pasaría los veinte años; él no quería vivir como un enfermo, o siempre triste por eso: no lo dijo, porque quería una vida normal.
— Él no quería que nadie estuviera triste— comentó el Alfa, recibiendo un asentimiento del otro.
—Y a pesar de todo, nunca estuvo triste, tal vez sabía exactamente que iba pasar.
Ninguna de las personas que conocieron a Feliciano, podrían haber imaginado que, la misma Muerte le dijo sobre su último día.
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Feliciano no pidió muchas cosas en si vida, pero si imploró por tres simples deseos: poder ver a su hija crecer, poder salvar a la persona que amaba, y que le permitieran una larga despedida.
El apreció las firmes facciones de Ludwig, la persona con la que compartía solo un pequeño fragmento de su vida, y al mismo tiempo, la época más invaluable de su vida.
— ¿En serio puedo volver a hablar con él?— preguntó el joven, asomándose por la puerta entre abierta aquella noche.
—No estaría tranquilo si te fueras con algún pendiente— contestó con expresión fría e imperturbable, pero una voz cálida.
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As the seasons go by [Hetalia] [Gerita]
Fanfiction[Omegaverse, Human AU] Feliciano Vargas es un Omega de carácter alegre, siempre siendo una persona que parece traer felicidad a los demás; pero, un secreto que tiene desde la niñez, le hizo prometerse jamás enamorarse, o dejar que alguien se enamora...