Espero la llegada de Taehyung delante del ayuntamiento de París durante un tiempo que me parece infinito.
Contactar con una fotógrafa no ha sido fácil. Por suerte, cuando le he explicado de qué iba la sorpresa en la que había pensado, ha reaccionado con entusiasmo.
Lo esperamos juntos, mientras fumamos un cigarrillo, la fotógrafa me pregunta:
—¿No tienes la menor duda? Quiero decir, ¿estás seguro de que te gustará también en persona?
A decir verdad no sé nada seguro y por momentos me parece todo prematuro y hasta un poco ridículo, pero me basta con recordar la sensación que tuve la primera noche que chateamos en Facebook para tranquilizarme.
Ella sonríe.
—Estás muy bien vestido así —comenta—. De verdad que pareces Jacques.
—¿Quién es Jacques?
—La pareja de la foto. Ella se llamaba Françoise y él Jacques. En 1950 tenían veinte años y su historia de amor duró poco, pero durante medio siglo ha representado la pasión de la juventud, del amor feliz que no se esconde, de la magia eterna de París —me cuenta ella, entre una calada de cigarrillo y otra—. El beso de Doisneau es una de las fotos más célebres del mundo. Estoy contenta de hacerles esta foto, es la confirmación de que cuando contemplas una buena imagen en cierto sentido quisieras formar parte de ella.
En ese momento me suena el móvil. Es Albert, el chófer; me avisa de que Taehyung ha llegado y están a punto de dejar el aeropuerto. Empiezo a ponerme nervioso.
La fotógrafa se da cuenta y me deja pasear solo por la plaza. Mientras tanto mide la luz y busca el encuadre correcto.
Me acerco a un pequeño grupo de palomas que se están arrullando. Me siento estúpido esperándolo delante del ayuntamiento de París, me esfuerzo para recordar su rostro, pero no logro visualizarlo. He organizado todo esto para una persona que apenas conozco. Sabía que estas redes sociales acabarían por idiotizarnos a todos.
—El beso tendrías que dárselo exactamente en este punto —me advierte ella—. Pero tienes un margen de un par de metros.
Asiento para comunicarle que he entendido y siento que la ansiedad no para de crecer. Miro el reloj y respiro profundamente. Albert vuelve a llamarme, están llegando.
Entramos en la tienda de zapatos de la esquina, para esperar la llegada del coche desde el escaparate. Si pienso mucho rato que estoy haciendo esto por un chico que no veo desde que era niño, me siento un idiota. Por no hablar de la que he montado para reservar una mesa en el restaurante, el Cristal Room de Baccarat. Normalmente se tarda meses, y he tenido que ir a molestar a éste y al otro.
¿Y el hotel? Ninguno me parecía suficientemente bueno para la ocasión, hasta que he encontrado un hotel boutique en el corazón de la zona más antigua de París, Le Petit Moulin. Aunque al fin y al cabo, ¿qué sabré yo? Hace tan poco tiempo que lo conozco... Es todo tan ridículo...
Albert acerca el coche a la acera y se para. Estoy a punto de decirle a la fotógrafa que darle un beso de esta forma no tiene sentido. Ella me indica que me dé prisa. Alejo la mirada del escaparate antes de que Taehyung salga del coche.
—¿Qué te pasa?
—Olvidémoslo. Siento haberte involucrado, pero ahora me parece demasiado artificial.
—No te preocupes —me contesta—. Te entiendo a la perfección.
Nos despedimos dentro de la tienda. Cuando salimos, lo veo. Está caminando, perdido, en la acera de la plaza: el pelo castaño un tanto alborotado, la piel bronceada, con las mejillas ligeramente rojas.
En un instante mi mente se vacía de cualquier pensamiento. Sólo queda el deseo de alcanzarlo lo antes posible.
Cruzo la calle sin dejar de mirarlo. Cuando sus ojos me distinguen, ya no tengo dudas. Es como esperaba volver a encontrarlo y las sensaciones son incluso más fuertes de lo que imaginaba.
Lo beso sin ni siquiera pensar en la foto que iban a hacernos. Y sólo cuando el flash está encima de nosotros me doy cuenta de que por suerte no me ha hecho caso.
Nos saluda sosteniendo la cámara con una mano y tocándose con la otra el corazón: me da las gracias por hacerlo, por haber creído en ello. Taehyung se ha conmovido, no puede ni hablar, y a mí me basta con volver a encontrar sus grandes ojos húmedos para sentir de nuevo el deseo de besarlo.
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Awwwwww... <3 mucho amor afecta mi frío corazón (?) :v
Por cierto estoy muy feliz.. <3 Miles de senkius y besos ya son 1k de leídas ahhhhh!! (aún no me la creo) xS ...no espere llegar esta cantidad al igual que sus lindas estrellitas <3
buaaaaaaaa... ioro grasa de emoción :,v <3 l@s amoooo!!
-Por eso la actualización tan temprano- :v
Me dan ganas de hacer maratón en agradecimiento pero..... eso es igual a acabar rápido el fic y yo no quiero que acabe >:v
... aún ...
Igual ya se acerca lo que tod@s querian 7u7...
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Exacto......hablar sin usar facebook :v
Bueno bueno... también lo otro 7u7 :v
Ahora si bais (?)
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FaceLove -《KookV》♡
FanfictionTaehyung tiene ocho años cuando a la salida del colegio se encuentra con Jungkook. Tae sólo es un niño mientras que Kook es un adolescente. La diferencia de edad entre ellos es una barrera que no se puede romper. Pero 15 años más tarde, después de u...