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No podíamos durar mucho tiempo peleados, así que solo fue cuestión de ir al vestidor por 20 minutos y ya está, nos "arreglamos" entre comillas, todavía no por completo, pero ya no me dan ganas de ahorcarlo por haberme hablado así. Me hice cargo de un par de pacientes, y cuando terminé era la hora del receso.

George, Cristina, Meredith e Izzie estaban teniendo un debate sobre qué sería mejor, que uno de los gemelos hiciera la donación o dejaran el padre ser. Cuando llegamos a nuestra mesa habitual, vimos a 10 muñecas descabezadas en ella.

—Eso es enfermizo.—dijo George divertido al ver las muñecas.

—¿Quién haría eso?—preguntó Cristina.

—¿De verdad es necesario preguntar?—cuestioné divertida, sabiendo que si miraba a mi izquierda, me encontraría con el responsable.—Miren, vean a Juddy volar.

Tomé a la muñeca y se la lancé a Alex, quien la esquivó divertido, para mandarme un beso al aire. Todos se sentaron en la mesa, pero la novia/quedante/pareja sexual de George me ganó mi asiento, así que no me quedó de otra más que sentarme con Alex.

Ya que estaba sentada, la chica se paró de la mesa al ver que George la ignoraba, y estaba a punto de regresarme a la mesa con los chicos, pero Alex me puso una mano en el muslo para que no me fuera. Alcé una ceja algo extrañada por su impedimento, así que la quité con cuidado y me paré de la mesa, pero cuando estaba a punto de partir, me tomó de la muñeca.

—Quédate.—me pidió.—No quiero estar solo, me gusta comer contigo.

Él definitivamente no ruega, así que hice un sacrificio y me senté de nuevo. En la mesa de al lado Meredith estaba regañando a George, porque Izzie soltó que George tiene un crush con alguien más y lo hizo ver como si jugara con Olivia.

Meredith vio los paralelismos con su situación actual y explotó contra George, y pronto lo hizo también Cristina, fue como una cadena de reacciones. Yo solo tomaba disimuladamente mi jugo, para evitar botarme de la risa.

Lo único que me gusta del receso es que te puedes relajar un poco, pero esta vez no puedo hacerlo. De tan solo pensar en lo que los gemelos están pasando.

(...)

En cuanto terminó el receso, entramos a quirófano para tratar el caso del hombre de las cabezas de Judy.

—Creo que tiene algo que ver con su madre.—comentó Izzie de brazos cruzados al igual que Cristina, les pidieron entrar al quirófano en caso de que necesitáramos ayuda, ya que nos encontramos Alex, George, Meredith y yo.—Tal vez quería a una niña y le regalaba muñecas Judy.

—Tengo otra.—anunció George, mostrando la masa roja.

—Ugh.—se quejó Meredith al ver algo raro.

—Pinzas Doyen a Shepherd, Grey saca la cabeza por la incisión.—dirigió Bailey.

—Su madre se parecía a Judy y él practica budú.—comentó Alex, así que tuve que hacer grandes esfuerzos por no reír.—En vez de encajarle agujas...

Corté el intestino y Meredith sacó la cabeza.

—Una Judy negra.—comentó Bailey—Antes de que le pusieran el cabello largo, cuando tenía cabello afro. Venía con botas a gogó y chaqueta de cuero. Que pena es de colección.

Todos nos mirábamos discretamente. Nunca me imaginé que Bailey fuera coleccionista, y menos de muñecas.

—¿En serio? ¿Puede identificar estas muñecas por sus cabezas?—le cuestionó Cristina, tampoco es que esperara que fuese a quedarse callada.

Heartbeat. |Alex Karev y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora