Ya todos estábamos en la capilla, Lex se fue a sentar a las bancas, y Meredith, Izzie, Callie, Cristina y yo estábamos atrás, junto con la madre de Cristina. Esperando a la novia.
—Cristina.—dijo Meredith tocando la puerta, ella ya se tardó más de lo que debe.
—¿Cristina?—cuestioné en volumen más alto.
—No me fui.—dijo abriendo las puertas de la sala en la que ella sola se encontraba. Dios... se ve, wow.
—Te ves hermosa.—le aclaró Izzie, y de verdad que sí.
—Estoy orgullosa de tí.—dijo la madre de Cristina, así que sonreí.—Francamente, siempre temí que fueras emocionalmente inestable como para casarte.
Se abrazaron y Cristina nos lanzó una mirada de ayuda, ya que no es una persona de muchos abrazos.
—Puedes hacerlo.—le dijimos Meredith y yo hablando entre dientes.
Decidí abrir la puerta para espiar y ver cómo iba todo.
—Todo se ve muy lindo, veo a Burke.—informé para las demás.
—Yang... te ves bien en ese vestido, algo así.—dijo Alex apareciendo de la nada acá.
—Gracias... eso creo.
—¿Qué haces acá?—le pregunté.
—Nada, quería ver porqué se tardaban tanto en salir.—comentó acercándose a mí con una media sonrisa, así que señalé ligeramente a la mamá de Cristina, sólo para que controlara lo que sale de sus labios.—Y qué hacía que mi hermosa novia se demorara tanto en salir en ese vestido tan lindo.
—Alex, ¿viste a George ahí dentro?—le cuestionó Izzie, Callie puso mala cara y Lex negó.
—Quizá llegue tarde, tuvimos un día muy emotivo.—le respondió Callie.
Sé que hay sentimientos mezclados por ahí, así que decidí dejar de poner atención a ellas y prestarsela a Lex, quien se ve de verdad... excelente en ese traje.
Pronto la música de la boda comenzó a sonar.
—Tienes que irte...—le comenté divertida a Lex, dándole una palmadita en el trasero, por lo que me miró divertido.
—Luego me...—decía, pero lo corrí antes de que terminara lo que decía, porque siempre suele decir las cosas en el momento equivocado.
—¿Tienes el ramo?—le cuestioné Cristina.
—Sí.
—Tengo el anillo.—confirmó Meredith.
—¿Recuerdas los votos?—le cuestioné a Cristina.
—Sí, los escribí en mi...—dijo, miró su mano y su cara fue de espanto.—Me lavé las manos y los borré.
Y... comenzó a entrar en crisis. A caminar de un lado a otro y a gritar.
—Está bien... todo estará bien.—le decíamos, pero cuanto más lo decíamos, más crisis tenía.
Le dijimos lo que ella nos diría si estuviéramos en su lugar, y funcionó, pues con eso se convenció de entrar a la capilla sin votos y decir lo que le salga de su corazón.
Tomamos la cola del vestido y todo, ya estábamos listas para salir, y por la puerta, entró Burke.
—Estoy lista, estoy bien. Vete, iré tras de tí.—le comentó Cristina al ver la cara que Preston había puesto.
—Lo siento.—dijo Preston y yo levanté la vista para ver qué está ocurriendo.
—Oh, puedo hacerlo. Tuve un momento de locura, pero ahora estoy bien.—le reafirmó Cristina.—Puedo hacerlo, vamos.
—Pero no quieres hacerlo. Estoy allí esperando a que entres, y sé que no quieres entrar.—comentó Burke, y esto pinta muy mal.—Lo sé, pero lo harás de todos modos porque me amas. Y si yo te amara a ti, a ti, y no a la mujer que intento que seas, no a la mujer en la que espero que te conviertas, sino tú. Si lo hiciera, no estaría allí esperándote. Te dejaría ir.
—Tengo puesto el vestido. Estoy lista.—comentó Cristina, a mí se me están comenzando a aguitar los ojos.—Quizá no quería antes, pero sí quiero ahora. Realmente pienso que lo quiero.
—Ojalá no pensaras.—comentó Burke.—Ojalá supieras.
(...)
Con toda la tristeza del mundo, Izzie, Callie, Meredith y yo, salimos del cuarto, y después Meredith y yo únicamente comenzamos a caminar a la capilla.
Todos se giraban en sus asientos para prestar atención, tratando de descubrir qué está pasando. Mi hermano nos miraba confundido al lado del altar, ya que estábamos allá, cruzó mirada con Meredith, pero ella la quitó, así que miré con lástima a mi hermano.
—Se terminó.—declaró Meredith para todas las personas que están aquí.
—Pueden volver a sus casas.—agregué, tratando de que la voz no se me cortara.—Se terminó.
Comenzamos a caminar de regreso atrás, las lágrimas ya estaban en mis ojos, no me puedo imaginar lo horrible que se debe de sentir que te hagan esto.
Traté de hablar con Cristina, pero estaba en shock y con la mirada perdida, me duele tanto verla así.
Y hasta a mí me dolieron las palabras de Burke.
Nunca esperé que el mero día se iría a echar para atrás, y menos me lo venía venir ya en la capilla, con los invitados, la música y todo listo.
Me encontraba en el fondo del lugar, con la mano en la cara, tratando de no llorar cuando sentí la mano de Lex, en mi cadera.
Él no dijo nada y solo me abrazó, cosa que me venía muy bien ahora mismo.
Todo esto es una verdadera pena de verdad.
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Heartbeat. |Alex Karev y tú.
Fanfiction«A heartbeat is what has us between life and death, curious is that you're the only who can make my heart beat.» Ser la hermana menor del gran Derek Shepherd no es tan fácil como se escucha. De hecho se podría decir que es una mierda, salvo por el h...